Tyler llega antes de que el niño nazca, por lo que puede estar presente en su nacimiento. Para él, todo aquello fue un acontecimiento especial, por lo que se sintió más unido que antes al infante.— Doctor, ¿cómo se encuentra la niña?, ¿está bien?, ella venía con una deficiencia cardíaca —explica Tyler con preocupación al ver que el bebé está completamente afuera.— Es un varón y hasta donde lo vi, está en perfectas condiciones. Lo felicito, un varón es el sueño de todo padre —dijo el médico dándole unas palmadas en el hombro.— ¿¡Varón!?, pero en el control del embarazo, ¡siempre se decía que sería niña! —dijo Tyler frunciendo el ceño, ya se había mentalizado que era una niña la que vendría al mundo.— Tranquilo, esos aparatos se pueden equivocar, ya nació y en este caso no hay equivocación y es un hermoso varón —explicó el médico—. En cuanto a su salud, el pediatra lo está revisando, después de todo es prematuro y de seguro va a estar en una incubadora por un par de días.— En eso
Las cosas que habían planificado Liz y Anya se han caído, por el hecho de que Ross, salió de imprevisto a su pueblo y allá se le presentaron los dolores de parto. Ahora ellas deben de hacer un plan alternativo, para volver a tomar el control de la situación, de lo contrario todo el esfuerzo que realizaron, será en vano. Se encontraban repasando su nueva situación y la forma para continuar adelante, a pesar del percance que se le presentó. Lo importante es llegar a sus metas, no importa lo que tengan que hacer.— No puedo creer lo afortunada que es esa muerta de hambre, de seguro Fred le advirtió y por eso fue que viajó. No considero que ella tenga tanta suerte para viajar y tener el niño por allá —expresa Liz con desespero, necesita arreglar las cosas cuanto antes, ella no quiere dejar de ser la esposa de Elon, eso es volver a la ruina.— Sea lo que sea que haya pasado, debemos encontrar una solución, no podemos permitir que nuestros planes se vengan abajo —expresa Anya, con una mir
Al día siguiente, muy temprano, Anya y Liz, comenzaron el viaje, quieren llegar a la brevedad posible al pueblo. Liz va manejando y Anya de copiloto. En todos los pueblos que veía se paraba, Anya no aguanta estar mucho tiempo en carretera. En una de las paradas, antes de llegar a su destino, Liz aprovechó de quitarse la barriga postiza, ya que se encontraba sofocada de tenerla puesta. Para ellas, la llegada al pueblo tardó más de lo que tenían planificado. Al llegar, se pusieron en contacto con el detective, quien la estaba esperando. Mientras estuvo allí, se mantuvo vigilante de todo lo que ocurría con la mujer y sus familiares. Al momento en que las mujeres llegaron, ya el niño había nacido.El detective habló con algunas enfermeras y personal del hospital para sacar al infante de forma clandestina, sin embargo, todos se opusieron, incluso amenazaron con llamar a la policía, por lo que se distanció, no se quiere exponer.Al llegar las mujeres al pueblo, comenzaron a estudiar las
Al llegar a la ciudad, Anya y Liz, decidieron permanecer ocultas, para no levantar ningún tipo de sospecha. Mantuvieron vigilado a Elon, como parte crucial del plan. Pasados un par de días, consideraron pertinente que el niño naciera, por lo que llamaron a Elon.— Elon, ya vamos de regreso a la ciudad, no me siento bien —dijo con voz tenue.— ¿En qué lugar te encuentras exactamente?, ¿vas a tardar mucho en llegar? —expresó el hombre con preocupación— ¿llegas a la ciudad?, ¿necesitas que mande por ti?, se te siente la voz como si te sintieras mal.— No es necesario que mandes por mí, yo puedo llegar a la ciudad tranquilamente. Si me siento un poco adolorida, por eso voy a pasar por donde mi médico, no me haya afectado el viaje —dijo con el mismo tono.— Me parece muy bien que vayas con el médico. Yo voy a estar fuera de la ciudad, pero igual voy a estar pendiente, si se te presenta cualquier percance me avisas, que yo me regresó de inmediato. Por favor, Liz, me avisas, no te vayas a h
Estando en la ciudad, Ross comienza a organizar su vida, es por ello que vuelve a trabajar en la empresa con Tyler. Permanece en contacto con su familia en el pueblo, porque tiene la esperanza de recuperar a su hijo. Ella sabe que lo volverá a ver, pase el tiempo que pase, es su hijo y lo tiene que ver crecer, de allí que no quiere perder las esperanzas. Una vez organizada, se dirige a hablar con el abogado.— Necesito que me represente en el juicio, para volver a solicitar la custodia de mis hijos —expresa la mujer en la oficina del abogado que había llevado el caso anteriormente, por lo que estaba al tanto de las condiciones.— Sí, me acuerdo, el juez lo dejó abierto, puesto que sus hijos decidieron quedarse con su padre, por su bienestar —dijo recordando todo lo referente al caso—, eso conmovió al juez, son pocos los niños que piensan de esa forma.— Exactamente, esta vez estoy segura de que regresaran conmigo, yo no aguanto estar lejos de ellos —expresó la mujer con la esperanza
El hombre se encuentra asustado por las condiciones en que se encuentra Ross, así que decide chequear de que no se haya autolastimado. De igual forma, comienza a revisar todo el departamento, en búsqueda de frascos de pastillas o veneno que le ayuden a determinar lo que pasó. «¿Será que tomó veneno?, ¿por qué estaba en el suelo, tirada y no reacciona?», pensó el hombre en medio de su desesperación.Afortunadamente, no hay nada de eso, sin embargo, el hombre no sabe qué hacer, si llevarla al hospital o esperar a que reaccione. Después de mucho pensar, decide llamar a su pareja, quizás él le ayudé con ese problema.— Hola, amor, necesito que vengas a mi departamento, te necesito urgente. Encuentre a Ross en el piso, estaba inconsciente… ¿No sé qué hacer?, ¿puedes ayudarme? —expresó el hombre desesperado.— Yo soy ginecólogo, no médico general, llévala al hospital, allá sabrán qué hacer con ella —dijo el hombre sin ningún tipo de compasión, el saber que Tyler lo llama es cuando la mujer
En la mañana, Tyler se percata que se quedó dormida en el sofá, mientras se tomaba los tragos. Se levanta muy adolorido por la posición en la que pasó la noche, sin embargo, debe cumplir con todos los pendientes. Se dirige hacia el baño cuando escucha su teléfono sonar, así que se devuelve para contestar, se apresura cuando se da cuenta de que es Fred, quien está marcando, «ojalá haya recapacitado, no me parece justo que me manipule de esa forma. Yo lo amo, pero en este momento es Ross, la que me necesita», pensó el hombre, respiró profundo y respondió.— Aló, Fred. Me alegro de que hayas marcado, en este momento estaba pensando en llamarte —expresó Tyler con emoción.— Sí, amor, eso quiere decir que reflexionaste acerca de lo que te dije, llame porque necesito tu respuesta, por eso lo hago a esta hora. Tengo preparado un día maravilloso para nosotros, así que necesito saber, ¿qué decisión tomaste? —musito Fred, para persuadir a su pareja, solo espera que lo haya elegido a él.— Fre
Los días pasan con rapidez, Ross se ha adaptado a su nueva rutina, de estar todo el día en compañía de alguien, si no es la mujer que contrataron para que la acompañara, es Tyler quien no la desampara ni un segundo. Desafortunadamente, Ross no mejora, a pesar de asistir a consulta con el psiquiatra tres veces a la semana, simplemente va para complacer a Tyler. Es por ello que, el esfuerzo que está haciendo el médico en cada consulta no da frutos, Ross se niega a poner de su parte para salir de ese hueco, que cada vez es más grande.— Dime algo, Ross, ¿a qué le tienes miedo? —pregunta el médico para evaluar la actitud de la mujer, ella tiene algo que lo la deja avanzar y él quiere descubrir.— Tengo miedo de no volver a ver a mis hijos, en especial mi bebé, tan pequeño e indefenso y me lo dejé arrebatar —dijo entre sollozo, cada encuentro con el médico, Ross lo que hace es llorar, sin buscar una solución a lo que está viviendo, solo llora y llora.— Eso lo comprendo… pensar en que tu