MARSHALL No había nada más que hacer en este lugar así que muy temprano decidí regresé a casa. Confundido y desanimado porque la verdad pensé encontrar algunas respuestas por parte de mis padres, pero lo único que pude darme cuenta es que mis padres son personas muy reservadas, de todos modos no importa. En esta vida siempre he sido solo y así seguiré. Me introduje en el baño y mientras el chorro caía sobre mi cuero recordaba las veces que hice mía a Piper. Esa manos, esa piel… no podía olvidarla, jamás. Incluso si pudiera quedar ciega podría reconocer fácilmente su olor y su textura de piel. —Basta—dijo Simon desde mi interior—estoy cansado de que la pasas como un débil o es que acaso ¿te has olvidado quien eres?—frunci el ceño—eres el Alfa, recuerda siempre eso porque de lo contrario todos te van a ver sin respeto. Desde hace rato he querido expresarme, pero solo estaba esperando el momento oportuno. —¿A qué te refieres?—susurre en mi mente. —Si, a lo mismo de siempre. Ahora te
MARSHALL Creo que nosotros estamos tan acostumbrados a vivir en el mismo lugar que cuando salimos de casa o del lugar que nos hace sentir bien no sentimos incómodos, por más que vivamos con personas las cuales tengamos la suficiente confianza ya sean padres, amigos etc. No es lo mismo. Así mismo me había sentido cuando había visitado a mis padres, la confianza entre ellos y yo había desaparecido desde hace mucho tiempo. Era triste, era triste saber que mis propios padres me mentía enviándome a la cara, pero no iba entrar en tallas para eso pues yo ya estaba muy cansado.Al llegar a la casa pude sentirme tan cómodo, pude sentirme protegido y sentía que era mi territorio, a diferencia de cuando estuve con mis padres. Mi mansión no era tan lujosa como la mansión de mis padres, pero me sentía cómodo, al fin de cuenta creo que somos felices donde queremos ser felices. Al entrar me había percatado que estaba totalmente vacía lo cual me llamó la atención porque se supone que siempre estaré
El día está bastante soleado, me gustan los días soleados pero también me gustan los días lluviosos, esos días en donde se pone nublado y con aquella neblina densa y fría, eran los momentos únicos en los cuales deseaba estar con mi luna, Sé que podría parecer obsesivo pero no quería a mas nadie, quería pasar todo el tiempo con ella, todavía puedo sentir la sensación de sus manos esos pechos y de tu trasero dentro de mí, era algo que no podía quitarme de la mente y mucho menos después que había sentido y me había introducido dentro de su alma, era la muestra más común en donde se podía reflejar el amor que nos hemos tenido, la relación de ella yo fue un poco diferente al principio, o sea que su carácter es muy diferente al mío y no nos llevamos bien, pero de un momento a otro descubrí que no me había equivocado. La diosa no nos había mentido ya esta vez tenía completamente la razón.Había elegido a la chica perfecta, no solamente era muy hermosa, también tenía mucho carácter, mucha int
Mis padres hicieron un cambio drástico que jamás pensé que podría provenir de ellos, siempre lo vi como mi refugio mi todo y éste no sé mucho tiempo siempre lo mire con gran admiración tanto así que jamás pensé que ellos me podrían hacer este tipo de cosas, se supone que los padres son los que han de estar apoyando siempre, a pesar de cualquier cosa los padres siempre entiende y nunca te dan la espalda, justamente eso es lo que yo pensé, pero me equivoqué, mis padres han cambiado no solo conmigo sino con todas las personas que nos rodean.—Pues que te puedo decir la verdad es que desde hace mucho tiempo yo he visto un comportamiento muy extraño en ellos pero nunca quise decir nada al respecto porque al final siempre no me creen o me creen una completa loca además no quería tenerte de enemigo o algo por el estilo, conozco bien tus principios dice que defender a tus padres es una de tus prioridades, pero tarde o temprano yo esperaba que tú te dieras cuenta por tus propios medios. Gabri
—No sé qué te habrán contado acerca de mí o si ya tenías una idea de quién era yo, tampoco sé qué cosas te han dicho de Max, pero créeme que las cosas que hablan persona a veces suelen ser un poco ofensivas muy diferente a la realidad que todos conocemos. Te lo digo por experiencia propia ya que cuando tan sólo era pequeño la mayor parte del tiempo se la pasaba hablando de criar un niño muy extraño que yo había sido la vergüenza de la familia y créeme que durante mucho tiempo yo me lo había creído también, pero poco a poco también me di cuenta que nosotros las personas diferente también tenemos algo grande que mostrar, algo que no solamente una persona común y corriente lo puede llegar a tener. Quizás no entiendas en este momento lo que te trato de decir, pero luego vas a entender que nosotros siempre venimos a esta vida con un propósito, asimismo ha venido con un buen propósito, chica— me quedó viendo con esos mismos ojos que siempre infundían miedo— tú no eres una chica cualquiera,
La verdad es que no me ilusionaba mucho por el simple hecho de que estamos estudiando juntos, eso no quería nada de decir de que él se va a quedar conmigo al hombre estilo, era simplemente coincidencia que estábamos pasando últimamente, yo era una chica muy inseguro y sabía que todo lo que estaba pasando era por el destino, pero me conformaba, me conformaba con sólo verlo y poderlo tener muy cerca. Gustavo era muy atractivo y no solo eso sino que también cuando empezamos a tocar el piano y él tomó su guitarra lo hacía muy bien, en realidad no sabía ni porque estaba haciendo todo esto porque se miraba que era un profesional y tenía muchos años tocando instrumento, sólo espero que tampoco le dé por cantar porque ahí si me va a terminar de flechar. Una persona que toca muchos instrumentos y todavía tiene una voz magistral creo que terminaría enamorando a cualquier chica.Había llegado el momento en el cual nos había indicado la profesora que debíamos de cantar la canción más preferida de
Así fue cuando regrese a casa con la ilusión de ver a mi don Juan regresar a las siete de la noche en punto y no solo eso sino en mi propia casa, mi padre se moriría de la pena cuando sepa que un chico como él llegue a traerme, no era la típica cena romántica que tendríamos. Más bien me sentía como un músico pagado. Independientemente lo que llegue a pasar yo ya me daba por satisfecha por el simple hecho de que también había llegado donde jamás lo imaginé. Creo que la vida siempre se encarga de darte una sorpresa que jamás van a pasar desapercibidos. Eso era lo que me había pasado con Gustavo. Ahora no solamente tenía su atención, también tenía un pequeño interés, yo era de las personas que podía notar eso rápidamente y espero no estar muy equivocada.A llegar a la casa mi padre estaba cocinando, parece que había llegado temprano del trabajo lo cual de cierta forma me gustaba. Me gustaba pasar tiempo con él y aunque no éramos la mejor pareja que digamos, nos entendíamos. Por lo gener
El tiempo pasaba y con él también pasaba más el nervio en mi cuerpo. Era la primera vez que me sucedía algo como esto, lo consideraba como un evento súper único. Se trata nada más y nada menos que el chico que me ha gustado desde la infancia, esos chicos que solo en las revistas de Playboy los podré ver. Hoy vendría por mi y ya me imagino cómo estarán mis vecinas cuando venga por mi. Así fue, sin más espera me terminé de alistar para esperar a mi príncipe azul. Aunque pensándolo bien, en este caso debo de ser la cenicienta y debo de hacer todo lo posible para que él caiga entre mis brazos antes de la media noche .—¡Calmate Piper—me dije a mi misma— es hora que salgas de este estado de niña y caigas en la verdadera realidad que te espera—pues era cierto. Solamente era una chica soñadora que estaba delirando con un chico como Gustavo. El siendo como es y viniendo de la familia que es no creo que me tome con seriedad o mucho menos crea que valgo la pena. —Piper—mi padre tocó la puert