—Sally, ¿estás ahí? —Brent tocó en la puerta de su oficina, ella y Bruce se distanciaron ante la sorpresiva presencia de él afuera, esperando respuesta de su esposa.—¡Mierda! —expresó Sally en voz baja—. Es Brent. —Bruce bajó a Sally del escritorio y ella rápidamente acomodó su falda. Él recogió del suelo su saco y la tanga desgarrada de Sally para guardarla en su bolsillo, ajustó su vestimenta y tomó asiento como si nada hubiera sucedido entre ellos. Ella por su lado estaba nerviosa, cuando se repuso, se ocupó de abrir la puerta.—Hola, pasa. —tenía que dejarlo entrar para no levantar sospechas.—Bruce. —Brent ya sabía que él estaba allí.—Brent. —Bruce respondió a su saludo.—Yo me retiro, Sally, me dio gusto verte y conversar contigo. Gracias por la invitación que le hiciste a mi hermana anoche, la verdad necesitaba salir de casa y hablar contigo de todo lo que está viviendo. —Sally aplanó sus labios por esa mentira de Bruce, él le dio un beso en la mejilla y se fue.—¿Por qué tar
Bruce no se sorprende de mirar a Brent en su casa, ni tampoco se pregunta el motivo de su visita porque ya tiene una leve imaginación del porqué ha ido a verlo, su expresión endurecida también le deja conocer la inconformidad y la molestia de que no le parece agradable que esté rondando a su esposa como un zamuro hambriento, aunque Bruce se propuso a luchar por la mujer que amaba y dejar a un lado su cordialidad.Brent, por su parte, tampoco estaba dispuesto a perder a Sally, la amaba con locura y lo que deseaba era tener una familia con ella y dejar enterrado el pasado que una vez los separó. Cada día iba a vivir arrepentido del daño que le causó, pero eso no iba a impedirle dejar de luchar por ella y una familia. Por supuesto, no iba a tolerar que Bruce la confundiera, ni mucho menos que ella se revolcara con él en secreto.Brent, al borde de su desesperación y miedo por considerar que podía perder a Sally, apuntó con un arma a Bruce, quitó el seguro de su pistola y la sostuvo fuert
—Sally… lo siento. —Brent se disculpó con ella al instante de que despertó, había estado inconsciente por dos horas luego del golpe que recibió.Sally se sentó en la cama y miraba a Brent con miedo después de todo lo que él intentó hacerle, lo que quería en ese instante era irse de esa casa y no volver más allí.Temía por su vida, él había tomado una mala reacción ante sus celos y eso podría dejar grandes marcas en la vida de ella o de él mismo incluso.—Me voy, Brent, y no quiero que te interpongas en mi camino. —le dijo con voz temblorosa.—No quiero que te vayas, sé que perdí el control y que eso te asustó mucho, pero en serio no quiero volver a perderte, Sally. No sabes cómo estoy de destruido por lo que casi te hice hoy, estuvo muy mal, y te juro que no volverá a pasar de nuevo. —Brent lloraba como un niño en frente de Sally, ella por su lado sentía culpa de verlo tan mal y perdido, se reclamaba así misma de que volver fue un completo error, y de que su venganza solo fue un a
Sus labios se posaron en la curva de su cintura y con sutileza dejaba besos cálidos que hacían sonreír a Sally de amor, Bruce era delicado al momento de acariciar su piel y de ofrecerle esa lujuria que la derretía y la hacía sentir única y especial en el mundo. Él subió sobre ella y se adueñó de sus labios como fresas jugosas que no quería dejar de devorar nunca jamás, con su mano derecha llevó la de Sally arriba de su cabeza y entrelazó sus dedos a los de ella con suavidad y pasión, Sally por su parte, con su mano libre dibujaba figuras pequeñas en la espalda de Bruce y ocasionando que toda su piel se mantuviera erizada y caliente. Sé acomodó entre sus piernas, y de manera lento y suave penetró aquel túnel que lo enloquecía y lo derretía como gelatina en medio del calor. Bruce no pudo evitar liberar un gemido ante el simple hecho de sentir el jugo caliente de Sally empapar su miembro y lo estrecho de su túnel, apretarlo, aquello volteaba su mundo de cabeza y le complicaba contro
—A alguien por ahí como que no le fue muy bien en la reunión. —Emi comentó en cuanto miró a Sally volver un par de horas después de haber salido, su molestia le impidió ir a la compañía a trabajar.—Brent es un idiota, pretendió chantajearme, que solo me daría el divorcio si le devuelvo la directiva. —Soltó en el sofá de mala gana su bolso.—¿Y aceptaste? —inquirió con curiosidad Emi.—No. Él no puede pretender que le entregué la directiva así tan fácil, eso no funciona así como él cree, los accionistas no lo quieren a él, me prefieren a mí, porqué soy más inteligente y les he dado buenos resultados en menos tiempo de lo que él ha podido. Entiendo que la compañía represente un valor familiar y muy significativo para él, pero las cosas cambiaron y para mí ahora ese lugar representa mis logros. —Sally caminaba en círculos por toda la sala.—¿Y entonces como quedó todo?—Me dio dos días para pensar su propuesta, y si no, nos iríamos a la guerra y él me atacaría con todo su poder pa
Bruce se encontraba en su oficina conversando con dos accionistas de la compañía, cuando recibió la llamada de su recepcionista mencionando que Carlota estaba allí, él soltó un suspiro y luego le indicó a su recepcionista que le dijera que esperara unos minutos.Él terminó su reunión y se recostó del espaldar de su cómoda silla pensando en las palabras de Sally, no quería mostrarse en frente de Carlota como un idiota, para Bruce ella en realidad buscaba de mejorar su vida y la estaba ayudando a ser posible, pero si quería mantener su relación con Sally libre de problemas tenía que hacer un sacrificio, aparte, también estaba consciente de que en realidad, ella si se había enamorado de él y en algún momento iba a ser un problema.Bruce marcó a su recepcionista dando la orden de dejar pasar a Carlota, segundos luego de colgar la llamada, ella entró sonriente en la oficina y con un obsequio para él. —Hola, disculpa que viniera aquí sin avisarte antes, pero quise traerte este detalle
Bruce se encontraba sentado en el jardín de su mansión, disfrutando de un buen whisky y tabaco cubano mientras miraba el hermoso atardecer, desde esa parte de la casa era uno de los mejores lugares donde podía mirar mejor la puesta del sol, y como cada tarde que llegaba de su trabajo, iba al mismo punto para ver lo hermoso de la propia naturaleza.En la puerta que da al jardín, Sally se encontraba mirándolo fumar, nunca interrumpía su instante de privacidad, siempre que llegaba ella del trabajo se quedaba allí observándolo a él disfrutar de como el atardecer llegaba a impresionar su vista, y a pesar de querer darle las buenas noticias, prefirió quedarse allí a verlo mejor.Él, podía sentir su presencia incluso desde lejos, sin contar que el perfume de Sally llegaba incluso hasta donde él se encontraba sentado, así que volteó su rostro en su dirección y le sonrió alegremente por su presencia. Con su dedo le indicó acercarse y tomar asiento en sus piernas para juntos contemplar el ci
—¡Emi, baja ahora o vamos a llegar muy tarde a la tienda, estoy emocionada por probarme mi vestido de novia y no quiero perder más tiempo, así que vamos, apresúrate! —Sally gritó desde la sala ansiosa de ir a probarse su vestido, en pocos días se convertiría en la esposa de Bruce y quería tener su vestido listo para ese día tan esperado.—¡Ya bajo, estoy terminando de maquillarme! —gritó Emi desde su habitación.Bruce se hallaba parado en la puerta que daba hacia la sala de visitas, recostado del marco de la puerta y mirando con admiración a su futura esposa feliz por la boda, Sally no tenía idea de que estaba siento contemplada en silencio por el hombre que en los últimos meses le había brindado la mejor de las felicidades. —¡Ay, debiste levantarte más temprano! —Chilló Sally en medio de su desesperación.—El vestido no se va a mover de su lugar, llegues a la hora que llegues estará allí esperando por ti. —se giró para ver a Bruce.—¿Cuánto tiempo llevas ahí?, me has asustado, mi am