Emilia tensó todo su cuerpo cuando, por primera vez, sintió la humedad de una lengua acariciando su fresca intimidad, aquella experiencia ante ella era asombrosa y le gustaba como a toda mujer, por supuesto eso para ella al ser nuevo era como algo mágico, era una sutil caricia que dejaba todo su cuerpo en un estado de conmoción. Matt era todo un experto en el sexo oral, sabía cómo jugar con su lengua en su intimidad y dónde frotarla para causar estremecimiento. La movilidad de su lengua sobre su clítoris era de manera circular y delicada, succionaba de sus pliegues con cautela y lamia desde el fondo hasta la punta de su intimidad. Emilia en ocasiones se tensaba con nerviosos, incluso realizaba movimientos de caderas al no poder controlar la sensación de lujuria que su cuerpo experimentaba.Cubrió sus labios cuando un gemido escapó de ellos al sentir las cosquillas en su vientre, no sabía cómo reaccionar ante lo que Matthew le hacía sentir en ese instante en su intimidad. La sensación
Emilia entró al salón donde se estaba llevando a cabo la gran fiesta a la que fueron invitados, estaban rodeados de rusos, personas de gran poder en ese país y grandes aliados del mafioso para el que trabaja Matthew.Luka al mirar a la pareja, decidió acercarse a ellos para conocer a la gran mujer que ha causado impacto en sus negocios desde que apareció. Estando frente a ellos saludó primero a Matthew, aquel respondió al saludo y luego procedió a presentar a Emilia al hombre más peligroso de Rusia, ella inocente de quién pudiera ser, saludó con amabilidad y con una sonrisa en sus labios, le daba emoción ser parte del entorno de Matt sin saber que nadie allí era bueno como lo creía.—Emilia Baker, no tiene idea de lo ansioso que estaba por conocerla, Matt lo mejor que sabe hacer es nombrarla. —Luka se mostró como un buen hombre indefenso, por lo que Emilia jamás podría llegar a sospechar de él.—Vaya, es lindo saber que Matt me presume con sus amistades. —Emi dijo sin borrar la sonris
Hong Kong había sido escogido como el sitio donde ambos pasarían su magnífica luna de miel, Emilia siempre había sentido fascinación por la cultura china, y Matt como regalo de boda la llevo allí para que conociera y disfrutaran juntos de la maravillosa cultura.—¿Qué es ese olor tan divino? —Emilia entró en la cocina.—Estoy preparando un desayuno chino, no soy buen cocinero, pero no hay nada que un tutorial de comida en internet no pueda solucionar. —Saludó a su esposa con un beso en los labios. —Al menos contigo funcia mejor que conmigo. —Dijo ella.—Hoy tengo que ir a la ciudad, se que dije que no mezclaría el trabajo con nuestra luna de miel, pero sucedió una contingencia casualmente con uno de los hoteles que poseemos en Hong Kong y debo ir a solucionarlo. —Emilia hizo un puchero, no quería despegarse ni un segundo de su lado. —¿Si intento convencerte podría tener éxito? —Matt negó, no podía quedarse allí, debía resolver un importante asunto.—Lo siento, amor, pero en se
Emilia y Matthew estaban de regreso en los Ángeles. Oliver había ido por ellos al aeropuerto y ahora los tres estaban en el pent-house. Matt le pidió a Emilia que primero llegara y descansara un poco del vuelo. Ella estaba teniendo malestar durante el viaje, así que pensó en ella antes que en Bruce.Emi se dirigió a la habitación para recostarse, y de esta forma permitió que Matthew y Oliver se mantuvieran al tanto. Sabía cuánto Oliver extrañaba a Matt, por lo que no quería interrumpir a ambos primos.—¿Qué ocurrió, Matt? —Oliver inquirió luego de recibir la noticia de que Matt había establecido una relación matrimonial con Emilia.—No pude evitarlo, Bruce intentaría cualquier cosa para alejarla de mí, aparte… quería casarme con ella. —Oliver manifestó descontento.—Esto… Bruce te matará, ¿crees que, debido a tu matrimonio con ella, Bruce no querrá separarlos?, por el contrario, lo motivará a hacerlo.—Emilia es mía, Oliver, y nadie me quitará a mi mujer. Ni siquiera Luka. —Oliver se
Matt dejó sobre la mesa la bandeja con el desayuno de Emilia, se había tomado la molestia de despertar antes que ella para prepararle un agradable desayuno que pudiera disfrutar como lo disfrutaba a él cuando hacían el amor.—Hola, buenos días. —Matthew no solo la sorprendió con el desayuno, también lo hizo con una cálida flor.—Buenos días —respondió ella sonriente—. Es lindo, es despertar así.—Procuraré hacerlo de manera continua, es lo que mereces por ser tan especial en mi vida. —Le dio un suave beso en los labios, ella suspiró con sus ojos cerrados mientras disfrutaba de la calidez del beso.—¿Hoy también tendrás mucho trabajo?. —Inquirió Emilia, sabiendo lo que sucede cuando Matt se ocupa en sus deberes.—Así es. Haré lo posible por volver temprano a casa y estar contigo unas horas, luego ya sabes que tendré que irme en la noche para atender mis otras obligaciones. De igual manera, haré lo posible para culminar temprano y regresar. —Ella, asintió, no tenía más opciones que adap
Matt no regresó a casa, sino hasta la mañana siguiente, encontrándose con Emilia en la cama y despierta. En ese instante, Matthew esperó por parte de ella algún reclamo; no obstante, se encontró con un modesto recibimiento de Emilia.Emilia estaba deseosa, quería desnudar al hombre que amaba y poseerlo como una adicta desquiciada a su cuerpo.Lo llevó a la cama y comenzó despojando su ropa de la misma manera que lo hacía él. Matthew se percató de que ella, era sin duda la mujer perfecta que había estado esperando durante toda su vida. Ella lo comprendía, no formulaba preguntas, no intervenía en sus asuntos y, además… no manifestaba inconformidad.Matthew se cuestionaba que era egoísta, y también un oportunista por obtener provecho de su ingenuidad y humildad, pero prefería eso a que ella supiera la verdad. —Sé que tendrás que irte de nuevo en un par de horas, por lo que quiero aprovechar el poco tiempo que me queda a tu lado para disfrutarte. —Le dijo. En sus ojos se mostró un bril
Emi bajó con el propósito de ir a la cocina, cuando se encontró allí en el comedor con el desayuno listo y servido, y con un Matthew saliendo de la cocina con una jarra de jugo y dos vasos en sus manos.Los dos durmieron en habitaciones separadas por decisión de él mismo, quien buscaba de estar solo y resolver sus propios problemas por su cuenta como estaba acostumbrado a hacerlo. De cierta manera Emilia no iba a ayudar mucho, era un problema que no podía contarle.—Buenos días. —Dijo él.—Buenos días, Matthew. —Emilia se sentó y Matt le sirvió el desayuno.—Lo de anoche… lamento como te traté. No tengo excusas ni tampoco me voy a justificar. Estuvo muy mal. —Se disculpó con Emi, pero ella demostró no estar interesada en su disculpa.Incluso ignoró lo que Matthew dijo y siguió desayunando.—Emi… si no quieres conversar conmigo está bien, tienes derecho de no hacerlo y también de molestarte conmigo, aun así, quiero que sepas lo mucho que me importas. —Matt le dio un beso en la cabeza p
—¡Quiero que te largues de mi casa, insolente! — Sally cubrió su cuerpo desnudo con una sábana mientras su esposo le gritaba histérico y fuera de lugar.—Brent, escúchame, déjame explicarte…—¡Cállate, traidora!, ¿cómo has podido serme infiel cuando te lo he dado todo? Y tú, maldito bastardo, ¡Lárgate antes de que te muela a golpes y acabe con tu miserable vida! —Brent había perdido el control.—Por favor, déjame explicarte qué sucedió.—¿Qué vas a decirme?—Yo… —Sally guardó silencio al no saber qué decir, de cierta forma no había nada que pudiera expresar.—Vístete y lárgate de mi casa. Eres una cualquiera, me avergüenzas. Al menos te hubieras ido a un hotel en vez de coger con ese tipo en nuestra cama. ¡Perra! —Sally bajó la mirada al suelo. No tenía nada que decir, ni siquiera recordaba cómo fue que llegó a estar en los brazos de ese hombre que ni ella misma conocía. El último recuerdo fue haber tomado un jugo con su hermana, y luego de eso ya no hay más en su memoria, hasta esa ma