Se estaba llevando una celebración importante en uno de los hoteles más lujos de la ciudad, allí se encontrarían varios empresarios importantes y también unos cuantos políticos. Brent y Sally no podían faltar, pero tampoco Bruce, al ser uno de los hombres más prestigiosos del país por sus maravillosos negocios dentro y fuera. Carlota también había asistido con la excusa de acompañar a sus padres al evento. Bruce se mantuvo al margen de Sally para evitar conversar con ella, incluso Sally misma sabía que no era una idea prudente tener que hablar con Bruce allí donde las miradas de todos no la abandonaban, ni por un segundo. Brent estaba a su lado sujetando la mano de ella y mostrándose un hombre afectuoso y cariño con su esposa, como todo hombre debería comportarse con una mujer, la cual es su compañera de vida. Las críticas de algunos no podía obviarse, pues Brent y Carlota también se dieron a conocer cuando estaban juntos, y ese tema era el cual comentaban con reproche y burla.S
—Ahora tendremos una reunión con los administrativos de la compañía. Espero estés preparado—le recordó Goldon a Brent.—Sí, lo tengo muy presente. Sally me comentó anoche antes de irnos a dormir. Está muy emocionada por como todo ha ido marchando en la compañía.—Y tú al parecer también estás emocionado. Desististe de la idea de revocarla de su cargo que antes, por cierto, solía ser tuyo. Eso es de admirar. —Es mi esposa, Goldon, no puedo ir en contra de ella o de sus decisiones, he cometido errores en mi vida y no quiero volver a cometerlos. —Me da gusto que todo esté marchando de maravilla entre ustedes dos, amigo mío. Verte sonreír no es algo a lo que estábamos acostumbrados meses atrás cuando estabas con Carlota.—Sally lo es todo en mi vida. —Hemos Sido amigos por años y aún desconozco lo que le hiciste a esa mujer para que regresara con ganas de vengarse de ti. —Brent suspiró y relajó sus hombros, creyó que era el momento de liberar ese secreto con alguien de gran confi
Brent entró en su casa y caminó en dirección al bar que posee en su sala de estar, abrió una botella y se sentó a beberla mientras miraba una foto de él y Sally del día en que se casaron. Pasó sus dedos por la foto y suspiró de forma triste y enojado. Vio tanta felicidad en esa foto, tanto amor sincero que no pudo explicarse él mismo el hecho de haber acabado con esa dulce mirada. —Hola. —Saludo Sally al entrar.—Ven aquí. —palmeó sobre sus mismas piernas y ella se sentó en su rezago.—¿Estás bien?. No lo luces.—Estoy en un instante dónde me repito lo malo e idiota que he Sido contigo. Miro esta hermosa foto y me doy cuenta de que éramos muy felices, teníamos todo, y yo, solo yo acabé con esto. —Dijimos que no volveríamos a caer en este tema. Ha sido mi decisión, brindarte una oportunidad.—¿Y si no te merezco?. Soy un egoísta que después de haberte hecho daño quiero tener tu perdón y estar a tu lado.—No sé qué decirte.—Nada, porque nadie tendría respuestas para mis preguntas, o
—Estás muy guapo. —halagó Sally a Brent, él dejó que ella alistará su traje y lo devorará con la mirada.—Y tu muy hermosa, tengo buenos gustos.—Así es, me encantó mi vestido, y más esta hermosa cadena. —ella se vio en frente del espejo, detrás de ella, estaba Brent sonriente.—Sally… no te lo había dicho porque… no sabía si era correcto, pero hoy me encontré con Carlota en la joyería, estaba… muy mal, no por su aspecto físico, sino en el sentido emocional. Me hizo una pregunta que no supe responder, ella… me preguntó si yo creía que en algún momento tú la perdonarás por su error. —Sally parpadeó con suavidad, mordió su labio inferior y luego cogió un labial para terminar de retocar su maquillaje. Ignoró por completo todo aquello que Brent dijo. «¿Cómo puede ella preguntar eso?» —se preguntó a sí misma en la mente. —Supongo que no. —dijo él.—Intentó matarme, no la perdonaré.—Yo también, Sally, y aquí estamos.—¿Quieres que vayas y le digas, oh hermanita, te perdono por
—Ey, al fin despierta, ¿Cómo sigues? —Sally no respondió a la pregunta de Brent—. ¿Qué pasó allá afuera?. —ella volteó a ver a Brent sentado a su lado muy preocupado por ella.—Yo… dios, es mi culpa todo esto. —volvió a llorar.—Claro que no, mi amor. Los frenos de Carlota fallaron, ya revisaron y fue eso lo que hizo que tuvieran el accidente. Nadie ha sido culpable de nada, mi vida. Cálmate. —no podía con ese secreto. La estaba ahogando.—Brent… yo ocasioné ese accidente. —él no la entendió, así que negó y sonrió.—No, mi amor, por supuesto que no, Sally.—Yo mandé a qué sabotearan los frenos de Carlota para darle un susto, pero nunca esperé que él estuviera con ella, ni mucho menos que fuera tan grave. —Brent se levantó de su silla y la miró horrorizado.—¿Qué hiciste qué?, no, lo creo.—Si fui yo, mi ira, mi odio por ella me llevó a lastimar a Bruce, y eso no me lo perdonaré nunca, Brent. Lo herí.—¿Te preocupa es eso?, pudiste matarlos a los dos, a Carlota también, Sally. Tu herma
Brent y Sally volvieron en la madrugada para descansar un poco. Él ha estado indiferente con ella desde que Sally le contó la verdad. —¿Aún sigues molesto?—Sí. No… concibo con lo que hiciste, ni menos el que estuvieras en esa habitación abrazada a Bruce olvidando que estaba afuera. Eso… ¡No me gustó! —Le dije que fui la responsable, y la diferencia entre tú y él fue muy notoria. Bruce no me juzgó, ni sé molestó, solo habló conmigo y me sugirió resolver mi problema de una forma diferente. En cambio, tú me acusaste y me hiciste sentir peor de lo que estaba. ¿Cómo no abrazarlo cuando Bruce me hace sentir protegida entre sus brazos? —Las manos de Brent temblaron.—Claro, cierto que es un hombre comprensible, dulce y atento. —Me voy a duchar.—Tu hermana está devastada, no… será fácil para Carlota despertar todas las mañanas y verse en un espejo. —Sally se detuvo de espaldas a él, miró por sobre su hombro y negó con una sonrisa de decepción.—Veo que toda tu preocupación es por
Hace dos meses que Bruce y Carlota había vuelto a sus hogares y estaban ya recuperados, Sally fue a visitarlo y a llevarle un obsequio por su recuperación. Su relación con Emilia aún no ha sido muy buena en esas semanas que han pasado, ella ha buscado la forma de conversar con ella para arreglar su relación amistosa, pero Emi se niega a escucharla.—¡Hola! —saludó al momento de ingresar en la habitación de Bruce.—No esperaba verte hoy. —dijo sorprendido de su visita, Sally se colgó de su cuello y le dio un beso en la mejilla.—No pensaba venir, pero… ahora resulta que no puedo dormir sabiendo que tu hermana me odia. Quería escuchar un consejo de tu parte y como hacer para arreglar mi diferencia con ella. —Bruce permitió que Sally terminara de ajustar su corbata.—Estuve hablando con ella sobre ese tema, solo hay que darle tiempo, está enojada porque en pocas palabras mandaste a su hermano a la clínica, por suerte estoy mejor y mi pierna mejorando.—No sé que sería de mi vida si algo
—¿Entonces irás a cenar? —preguntó Brent al ver cómo Sally se vistió tan elegante.—Sí, Emi me dijo que la única forma de perdonarme es si la llevó a cenar. —respondió sin dejar de maquillarse. —Lo que no entiendo es porque tan hermosa para una cena con una amiga. —ella sonrió frente al espejo de su comentario.—Me has descubierto, tendré una cita con un galán. —Brent gruñó.—Entonces tendré que ir en secreto y espiar con quien cenas. —Bueno, siempre y cuando no intentes luchar con él, todo estará bien. Golpea muy fuerte, es musculoso y bastante alto. —él abrazó a Sally por la espalda.—No me importa, al menos un rasguño se llevará de mi parte. —le guiñó el ojo. —Apuesto a qué ganarás. —él le dio un beso en el hombro y volvió a la cama.—Bueno, yo veré una película mientras mi esposa cena con otro hombre más grande que yo y el triple de fuerte. No vayas a regresar tan tarde, procuraré mantenerme despierto por ti. —Descuida, cualquier cosa, si nos desviamos del camino te aviso. —P