—Ha pasado mucho tiempo, lisa—dijo Mr. Jefferson.
—¿Qué le pasa a mi madre? Mamá, ¿estás bien? — se veía pálida, y tenía unas vendas alrededor de su brazo. No me dirigió palabra alguna. Supongo que aún está molesta.—¿Dónde está Akira?—Está en su trabajo, Mr. Jefferson.—Me he matado llamándolo, pero no responde. No quería venir sin avisar, pero no tuve opción.—¿Qué fue lo que pasó? —Mr. Jefferson lucía agitado y desesperado. Nunca lo había visto así.—Lisa, el padre de Akira dio con mi casa de seguridad. No entiendo cómo pudo pasar esto. Casi matan a tu madre. En este momento ya debe saber que ella es tu mamá. La vida de ella corre peligro, es por eso que la saqu&ea—No tenía opción, iban a matarla si la dejaba ahí.—Tienes más tiempo que yo en este negocio, Jefferson, y sabes los métodos que hay que utilizar, y en especial conoces sobre la seguridad y que hacer en momentos como este. ¿Cómo cometes un error tan simple? No me molesta que hayas venido a este estado, me molesta que hayas venido directamente a nosotros. Sabes lo que puede pasar ahora, ¿verdad?—Lo siento, Akira. Te llamé, pero no respondiste. No quería traerla directamente, pero no tuve de otra. Estoy seguro de que no me siguieron, no hay manera.—Si algo le sucede a mi hija y a mi esposa por esta necedad que acabas de cometer, pagarás las consecuencias. Serás como mi padre, pero acabas de poner en peligro a mi familia y eso no lo perdono.—No volverá a ocurrir, Akira. Tan pronto consiga una casa de seguridad sa
—Mamá —Akira se detuvo y fijó su mirada a ella.—¿No entiendes lo que significa un no?—Buenos días, señora—Akira le respondió, como si no hubiera escuchado la pregunta. Mi cara de vergüenza no sabía dónde ponerla. Mi madre estaba visiblemente molesta.—No puedo entender cómo mi hija pudo enamorarse de alguien como tú.—No digas una sola palabra más, mamá.—¿Qué pasa, lisa? ¿No puedo decirle las verdades a tu esposo? — antes que pudiera responder, Akira habló.—Adelante, la escucho — Akira prestó toda su atención a mi madre. Si esto se sale de control no sé cómo reaccione Akira.—No puedo creer que mi hija le guste esta clase de hombres. Has sido una desgracia para lisa, le has ca
Mi madre intentó salir de la cocina, pero Mr. Jefferson se puso en medio.—¿A dónde va? ¿Qué está pasando? — preguntó confundido.—Mamá, ¿no vas a hablar? — caminé a donde ella, pero no quiso mirarme a la cara.—Las cosas están cayendo por su propio peso, Mr. Jefferson— dijo Akira, sin retirar la mirada de mi madre.—Habla, mamá— ¿Por qué mierdas no habla?—No tengo nada más que decir de este hombre, dije todo lo que tenía que decir.—¿Qué pasa, señora? ¿No puede decirlo? ¿Quiere que sea amable y lo diga por usted? — mi madre miró mal a Akira.—Haz lo que quieras. No sé de qué estás hablando.—Puedo oler la traición desde lej
Akira—¿Cómo está lisa? — preguntó Jefferson.—Lloró hasta quedarse dormida. Está pasando por una situación algo complicada con esto de su madre. ¿Qué es este maldito dolor que tengo en el pecho?—Akira, eso tiene nombre y se llama amor.—No soporto verla llorar. Creo que fui muy cruel en decir las cosas así, pero no podía aguantar más.—Hiciste bien, no lo dudes. ¿Por qué no me dijiste nada?—Así como no me dijiste nada de que realmente no están juntos, además no quería causarle daño a lisa. Siempre lo sospeché desde que me dio la cara en el hospital, por eso la quería lejos, pero sé que lisa la extraña mucho. Ha estado todo este tiempo sin ella, no quería intervenir en que estuvier
—¿Por qué no disparas? ¿No es tanto el odio que me tiene? ¿No piensa que al aparecer en la vida de su hija, yo solo le he ocasionado desgracia y sufrimiento? ¿Dónde está la madre protectora de hace un momento?—Akira, no compliques más las cosas— dijo Jefferson.—La decisión está en sus manos, señora. ¿Qué espera?—No puedo, yo no soy una asesina— respondió en llanto, soltando el arma.—Se confabula con una asesino, violador y psicópata, lo que la convierte en cómplice, ¿No es lo mismo? Planeó matarme junto con esa persona, es peor o igual que haber matado a alguien.—No, yo no hice eso— sus manos estaban temblando.—Si lo hizo, ¿Y sabe cuál es el problema? que no tiene la decencia de aceptarlo. ¿Qu&eac
Al despertar, me encontraba en los brazos de Akira y estaba aún dormido. Siempre se ve tan lindo mientras duerme. Besé su mejilla y me levanté. ¿Qué hora será? Tengo que ver a Kaori. Caminé lentamente sin hacer ningún ruido para salir de la habitación.—¿A dónde vas, princesa?— la voz de Akira me asustó.—¿Estás conectado a mi?— pregunté, y rio.—¿Cómo te sientes?—Mejor, aunque aún no puedo dejar de pensar en lo que pasó con mi madre. ¿Dónde está ella?—Mandé a Jefferson a llevarla a otro lugar.—¿Por qué hiciste eso? ¿Pudiste hablar con ella?—Si, tal parece que se confabuló con Keita.—¿Qué? ¡Tengo que verla!
—¿Puedo saber tu nombre?—le pregunté a mi compañera de piso.—Me llamo Gina, ¿Y tú cómo te llamas?— se veía muy amable. Solo espero poder hacer alguna conexión con ella. He tenido tantas malas experiencias, que no encuentro cómo acercarme a las demás personas.—Me llamo Reiko—casi digo mi verdadero nombre, aún no me acostumbro a esta nueva identidad.—Es un lindo nombre.—Gracias, ¿Sabes a dónde tenemos que ir?—Si, en este orden estaremos visitando cada cuarto. Iremos de dos en dos.—Pero no entiendo. En nuestro piso solo hay tres, ¿No es así?—En el primer día echaron a la otra compañera.—¿Tan rápido?—Si, son muy exigentes y problemáticos los hu&eacu
No encontramos a la supervisora por ninguna parte. Acudimos a ir con el tal Kazuo, ni siquiera Gina lo ha conocido en persona.—¿Se encuentra Kazuo?— preguntó Gina a la recepcionista.—Esta en una reunión con el Sr. Akihiro. Tendrán esperar a que termine para que las atienda— ¿Qué clase de hotel es este? Todo el mundo está ocupado y nadie da la cara cuando necesitamos ayuda. La supervisora perdida, la otra compañera igual y el tal Kazuo también.—No tenemos de otra que esperar, supongo— le dije a Gina.Nos quedamos esperando en el área del almuerzo, pero nadie llegó. No puedo buscar a Akira pues él está en esa reunión, además quedamos en que no tendríamos contacto dentro del trabajo. Volvimos a la oficina de la supervisora para firmar y dejar una nota, no podíamos esperar m&aacut