—No pensé que me reconocerías.
—Tu no puedes ser Kanji, yo vi cuando… —me interrumpió.—¿Cuándo decapitaron a mi sobrino?—Es imposible.—Han matado a la persona incorrecta, linda.—No, eso es imposible — me sentía muy confundida. Creí que voy a enloquecer. Esto no puede ser.—¿No tienes suficiente prueba frente a tus ojos?— eso no puede ser.Recuerdos¿Qué ese es el Sr. Carter? No sé parece en nada al de la foto. Es imposible que sea él.Claro, cuando lo conocí en la escuela luego de haber visto su foto estaba confundida. No podía creer que fuera Kanji, pero es que algo no cuadra. Había poca información sobre Kanji y Akira quería que yo averiguará más sobre él.—¿Qué es lo que quieres, Kanji? Déjalos ir, por favor.—No puedo hacer eso, no sigas insistiendo. Vamos a otro lugar— Kanji me ayudó a levantar, pero no fue brusco.—¿A dónde me llevas?—Deja a mi mamá— gritó Lin.—Quédate ahí, niño. Tengo que arreglar unos asuntos con tu mamita— me hizo caminar con él. Quería mantenerlo lejos de mis hijos, por eso no puse resistencia.Lin—Necesito que hagas algo por mi, Kaori. Date la vuelta y desatame. Tenemos que ayudar a mamá, no tenemos mucho tiempo.—Esta muy fuerte, no puedo soltarla.—Si puedes, princesa, solo sigue intentando.—Esta bien.LisaMe llevó a una habitación y me hizo recostarme en la cama. Sentía muc
Logramos salir a la vía principal, no hemos visto a ningún auto siguiéndonos.—Vamos a ir a la casa de los a abuelos.—No quiero que le digamos nada a papá.—¿Qué dijiste, Lin?—No quiero que le contemos a papá lo que sucedió.—¿Qué estás diciendo, Lin? Tenemos que decirle, no es algo que se deba callar. Esto no es juego, nuestra vida corre peligro.—Papá se molestará conmigo.—¿Por qué dices eso?—Por favor, mamá, no le digas nada.—¿Qué es lo que está sucediendo entre tu padre y tú? ¿Por qué siento que le tienes miedo?—No tengo miedo, pero por favor, no le digamos nada — no sé qué se trae, pero no me agrada para nada. Teng
Akira—El trabajo está listo. Solamente encontramos una señora y la tenemos aislada, Sr. Akira.—Llévame con ella.—Si, señor.Al llegar al área, me encontré con la madre de mi papá.—Oh, creo que hoy la suerte está a mi favor. No puedo creer que aún estés viva, vieja.—¿Shuji?—¿Tanto me parezco?—¿Quién eres?—¿Tienes problemas con la memoria, abuela?—¿Quiénes son ustedes?—Soy el bastardo, ¿No me recuerdas? El mismo que hace 20 años maltrataste, anciana. El hijo no deseado del que abusaste varias veces. No pensé encontrarte aquí. Pensé que tendría la sorpresa de conocer a mi madrastra y a mis hermanos, pero veo que no se
Akira—Se quedarán aquí vigilando. Cualquiera que entre a esta casa no lo dejen salir, ¿Quedamos claro?—Si, Sr. Akira.—Quiero que me informen de cualquier situación que suceda. Voy a ir a la casa, no quiero estar más aquí. No dejen rastro de esa vieja.—Si, señor.Lisa—¿Me podría prestar su teléfono? Akira me pidió que lo llamara y no tengo el mío — le dije a Mr. Jefferson.—Claro, lisa — subí a mi habitación.Luego de bañarme y acostarme en la cama le marqué a Akira, pero no respondió. Supongo que debe estar muy ocupado.A la mañana siguiente, Lin amaneció en la cama conmigo, no sé en qué momento se metió.—Buenos días, mi amor, ¿Est
Estaba jugando con los niños, cuando llegó Akira. Podía esperar cualquier cosa, pero no sabía que vendría tan pronto. Justo lo que necesitaba, al menos no tendré que aguantarme esta maldita rabia dentro de mi. Llegó con unas rosas y unos regalos para los niños. Muy sonriente el cabrón, eso me estaba hirviendo la sangre. Saludó a Mr. Jefferson y a los niños, para luego venir a donde mí.—¿Mi corderito no está feliz de que haya regresado antes de tiempo?— tengo que calmarme y no perder la cabeza. Todos están aquí y no puedo hacer un drama frente a todos. Sonreí como si nada estuviera pasando.—Por supuesto, mi amor. No sabes lo feliz que estoy — lo abracé con unas ganas de matarlo—. Te extrañé mucho, querido— lo besé y puse mis brazos alrededor de su cuello—. ¿Ser&aa
—Quedémonos esta noche aquí — me propuso Akira.—No, quiero ir a la casa.—No te voy a llevar a la casa. Quiero que arreglemos esto ahora.—No tengo nada más que decir. No quiero estar un segundo más en este lugar. Espero te haya quedado claro que no quiero que te vuelvas acercar a nosotros. Si vas a continuar con esta maldita actitud, no te quiero cerca de ellos ni de mi— Akira suspiró molesto.—¿Así quieres las cosas? ¿Realmente quieres dejarme?—Si, ya me cansé. No quiero continuar así, ya fue suficiente.—No voy aceptarlo, ya se te pasará.—¿Eso crees? Has ido muy lejos. ¿Crees que voy andar perdonando todo?—Estás exagerando, no hice nada malo. Solo quería que mi hijo aprendiera a defenderse.&m
Han pasado tres meses desde que terminé con Akira. Han sido lo tres meses más largos de mi vida. Nos hemos distanciado por completo, no lo he visto, ni tampoco a visto a sus hijos desde entonces. No lo he permitido, ni Mr. Jefferson tampoco. No hay un día que nuestros hijos no pregunten por Akira; en especial Kaori, por obvias razones y porque es la más unida a él. Me duele tener que mentirle, es sumamente doloroso. No podía decirle la verdad. Lin trata de darme ánimos en muchas ocasiones, él es más grande y comprende mi dolor. Ha sido un proceso devastador. ¿Por qué tiene que doler tanto enamorarse?Me mudé con mis hijos a un apartamento que queda cerca del trabajo. Sigo trabajando en el mismo café, salgo con mis compañeras en algunas ocasiones. Nos hemos vuelto más cercanas por más que traté de alejarme; aunque se siente bien salir y despejar la mente
—Sabía que contigo no iba ser así de fácil, fue un error venir aquí.—Tu más que nadie sabías que no iba a firmar eso. Si creíste que al venir aquí con esa mierda de documentos, iba a permitir que te salieras con la tuya, estás equivocada, corderito. Si viniste aquí fue porque deseabas verme, ¿No es así?—Contigo no hay forma de hablar, Akira. Será mejor dejar el tema hasta aquí— intenté salir, pero se cruzó en la puerta.—¿Y tú crees que ahora que llegaste aquí, te dejaré ir así de fácil?—No te atrevas hacer nada. No hagas esto más difícil.—No me importa lo que digas. De aquí no vas a salir — cerró la puerta con seguro y retrocedí—. ¿Por qué no llamas a Mr. Jeffer