Ha pasado un mes desde que nos mudamos al extranjero. Akira y yo hemos estado juntos desde entonces. Todo ha sido normal y tranquilo en nuestra relación. Sale una que otra vez en algún viaje de negocios y luego regresa. Por otro lado, Yuji ha conseguido un empleo en un café. Se siente muy cómoda y hemos estado un poco más tranquilas lejos de tantos problemas. He llamado a mi madre como de costumbre y, sin dar mucho detalle de dónde estoy. Muero de ganas de verla, pero sé que no sería conveniente en un momento como este. Si fuera por mí le pediría a Akira que la deje quedar con nosotros, pero mi madre no lo va a permitir. La he sentido indiferente cada vez que hablo del tema de Akira. Si supiera todo lo que ha sucedido, le cogería más odio a Akira y con razón. Quisiera hacerle entender de alguna manera que, a pesar de todo lo que ha pasado, Akira ha estado para mí y me ha ayudado en todo
Estuvimos poco tiempo en la cama luego de haber estado juntos. Tuve que obligarlo a levantarse porque no tenía planes de hacerlo. Se alistó y bajó, quedó en esperarme abajo. Cada segundo que pasaba me sentía más nerviosa. No solo porque mostraré el traje que escogí a Akira, sino porque decidí darle la noticia de que va a ser papá. No saber cómo va a reaccionar, me preocupa un poco. Me siento un poco insegura. Ha sido muy bueno conmigo todo este tiempo y no sé si algo como esto le haga cambiar su actitud hacia mí. Si pudiera saber lo que piensa o siente, no me sentiría de esta manera.Terminé de arreglarme para bajar. Akira ha estado esperando mucho. Al bajar las escaleras me encontré con Akira y Yuji esperándome. La expresión de Akira se veía impresionado y a la misma vez avergonzado. No sé si cumplo con sus expectativas o con lo de
Akira no dijo una sola palabra, pero en su rostro se mostró una mirada llena de tristeza. Se acercó a mí dándome un abrazo. Pude escuchar su respiración agitada en mi oído, ¿Acaso está llorando? Me quedé en silencio abrazándolo de vuelta. No quise decir nada, solo dejé que descargara todo lo que sentía en mi hombro. No entiendo por qué lo tomó así. ¿Por qué está tan triste? Mi inseguridad y preocupación aumentaba. No sé lo que piensa o lo que le pasa. Luego de un tiempo, logró recuperarse y me miró. Ahora era yo quien lloraba y temblaba por los nervios. No sé lo que va a hacer ahora. Dejó de abrazarme y retrocedió un paso. Su rostro había cambiado, estaba rojo y sus ojos aún llorosos. Desvié la mirada para no mostrarle mi inseguridad.—¿Por qué callaste? &iq
Al día siguiente, desperté cara a cara a Akira. Estaba sujetado a mí sin soltarme. Parecía un niño mimado. Se ve tan lindo mientras duerme. Su rostro lucía tranquilo. Fueron muchas las emociones de anoche. No recuerdo ni cómo llegamos a la casa. Me solté de sus brazos para ir al baño, necesitaba tomar mis medicinas y desayunar. Al salir del baño, me encontré a Akira hablando por teléfono. Su rostro lucía molesto, a como estaba hace un momento. No quise escuchar su conversación y planeaba salir de la habitación, pero Akira me llamó.—Lisa, no te vayas. Espérame un momento.—Está bien—me vestí y lo esperé.Al terminar la llamada me hizo una seña para que me acostara a su lado, así que lo hice.—¿Pasó algo, Akira? — pregunté preocupa
Al día siguiente, desperté cara a cara a Akira. Estaba sujetado a mí sin soltarme. Parecía un niño mimado. Se ve tan lindo mientras duerme. Su rostro lucía tranquilo. Fueron muchas las emociones de anoche. No recuerdo ni cómo llegamos a la casa. Me solté de sus brazos para ir al baño, necesitaba tomar mis medicinas y desayunar. Al salir del baño, me encontré a Akira hablando por teléfono. Su rostro lucía molesto, a como estaba hace un momento. No quise escuchar su conversación y planeaba salir de la habitación, pero Akira me llamó.—Lisa, no te vayas. Espérame un momento.—Está bien—me vestí y lo esperé.Al terminar la llamada me hizo una seña para que me acostara a su lado, así que lo hice.—¿Pasó algo, Akira? — pregunté preocupa
—¿Qué? ¿Acaso ese hombre te hizo algo? ¿Te obligó? — mi mamá entró en pánico.—No, claro que no. Sé que debe ser difícil escuchar esto luego de todo lo que pasó, pero…— me interrumpió:—¿Ese hombre te tiene amenazada otra vez o lo estás haciendo para hacerle creer eso? ¿Qué está pasando, lisa? ¿Acaso abusó de ti otra vez?—No, han pasado muchas cosas luego de que te fuiste.—¿Abusó de ti? ¿Es por eso? — preguntó en lágrimas.—No, mamá, todo lo contrario. Akira ha sido una buena persona conmigo. Él ha cambiado.—¿Cambiar? ¿Crees que un criminal como él puede cambiar? ¡Lisa, reacciona!—Mamá, créeme cuand
Luego de llegar y estar en la casa un rato, Akira tuvo que salir. Sus negocios le impiden tener mucho tiempo en la casa. Mi madre estaba aún despierta, al igual que Yuji, así que nos quedamos por un largo rato hablando de mi compromiso y de cómo haríamos las cosas. Son muchos los preparativos y quiero que todo salga bien. Cada vez me sentía más nerviosa con todo esto. Nunca había imaginado que me casaría, todo ha sido tan de repente. El tiempo ha pasado muy rápido, han pasado muchas cosas en tan poco tiempo. Me siento tan feliz que no puedo creerlo. Mi madre está conmigo, tengo una buena amiga en quien contar, Akira y yo estamos en buenos términos. No puedo ser más feliz ahora. Mi madre y Yuji se fueron a descansar. Quería esperar a Akira, pero no sé cuánto le tome y necesito descansar para mañana seguir los preparativos. Fui a mi cuarto y me di un buen baño, estuve
Ha llegado el gran día. Mis nervios estaban revueltos. Akira estaba aún recostado al lado mío. Aún no puedo creer que me voy a casar con él.—¿Estás nerviosa? —me miró.—Lo estoy, ¿Tú lo estás?—Un poco, pero no te preocupes, te voy a hacer la mujer más feliz del mundo, te lo juro—escuchar esas palabras hicieron que mis nervios se calmaran un poco. Su seguridad es una de las cosas que más amo de él.—Lo sé, seremos muy felices los tres.—Te dejaré sola para que te arregles. Me iré a la otra habitación. Se supone que ya hayan llegado los profesionales para que te ayuden. Muero por verte vestida de blanco.—No digas esas cosas tan de repente— sonrió antes de irse de la habitación.Al rato de Akira irse, t
Keita me trajo a una casa, pero jamás había venido a aquí.—Este casa le pertenecía a Akira, señorita. La puso bajo su nombre por si sucedía algo— estacionó el auto.—Regresa, por favor. ¿Por qué lo dejaste tirado ahí? Hay que volver— intenté abrir la puerta del auto, pero Keita le puso seguro.—¿Por qué, Keita? ¿Acaso no sientes nada? Fue tu jefe durante muchos años y lo dejaste ahí tirado— reproché en llanto.—Señorita, mis órdenes fueron llevarla a un lugar seguro si las cosas se ponían mal. Estoy siguiendo las órdenes de Akira.—¡Eres un imbécil, Keita! ¡Lo dejaste!—Lo siento, señorita.—¡Te odio! ¡Déjame ir ahora! ¡Yo voy a volver! &m