—Espero poder seguir haciendo negocios con usted, Sr. Jefferson— se dieron un apretón de manos.
—Te llamaré si tengo alguna novedad del caso, Sr. Akira.El teléfono de Akira sonó y respondió.—¿Qué? ¿Cómo es eso posible? ¿No pudieron cumplir con un pequeño trabajo como ese? ¡Son unos buenos para nada! — colgó la llamada.Akira estaba visiblemente molesto.—¿Pasó algo, Akira? —estaba preocupada por su actitud.—Carter escapó—soltó molesto.La última vez que lo vi las cosas salieron mal. Él tiene que estar pensando mal de mí. Cómo quisiera arreglar las cosas. Poder explicarle lo que sucedió, pero no sé si tenga la oportunidad de hacerlo. No he podido borrar esa mirada llena de odio. So—Akira, ¿me da permiso para llamar a mi mamá?—Para eso no tienes que pedirme permiso.—Mamá, ¿cómo estás? ¿Te sientes mejor?—Mi amor, me hacía falta escucharte. Me siento mejor, este lugar es muy cómodo, solo me hace falta un poco de compañía.—Lo siento, mamá. No he pasado por ahí. Estoy en el extranjero en un viaje de negocio con Akira. En unos días regresaré y estaremos juntas de nuevo, mamá.—Diviértanse, no te preocupes por mí, lisa. ¡Te amo!—¡Te amo, mamá!—Vamos a cenar— Akira me abrió la puerta del auto.Su cara dice que aún no han encontrado a Kanji. ¿Estará en la casa del otro día? Debe estar preocupado. Debe creer que le diré a Ak
A la mañana siguiente me desperté muy temprano para ir de compras con Akira. En la noche anterior pasamos mucho juntos. Él me ha estado tratando diferente, se podría decir que parecemos una pareja normal; aunque no lo somos. En realidad, no sé lo que somos, jamás me he atrevido a preguntarle. Se burlaría lo más probable de mí, tampoco es algo que me preocupe, pues siempre ha sido así desde que lo conocí.—Puedes comprar lo que quieras, también deberíamos llevarle algo a tu mamá —dijo, mientras miraba en la tienda.—¿Qué podría comprarle a mi mamá y que le guste?—¿Una joya o un traje? —preguntó indeciso.—La joya supongo.—¿Por qué no ambas?—Sería demasiado, además ya has gastado suficiente.
LisaNos dirigimos al Jet y tomé asiento.—¿Ya no sientes miedo?—Para nada, supongo que ha sido gracias a ti, Akira.—¿Sabías que 2 de cada 10 aviones sufren fallas durante el viaje? — burló.—¿Acaso intentas asustarme? Si es así, ya lo lograste.—Ven con papi entonces.—¿Esas eran tus sucias intenciones? —fruncí el ceño.—Debes compensarme por haberme obligado a cancelar nuestras vacaciones para ir de nuevo a tu casa, además no creo que haya sido una buena idea. No han encontrado a Carter todavía y estaremos en alto riesgo.—Nunca me has dicho qué tipo de persona es Kanji.—Si tanto quieres saber, te diré. Él, al igual que su padre, solamente le importa el negocio; y por cuidar del neg
Escuchar la voz de Kanji al otro lado del teléfono, hizo que por mi espalda recorriera un ligero escalofrío. Sin duda era su voz, pero ¿Qué podría querer él de mí? ¿Y cómo supo de este teléfono?—¿Debo llamarte Kyomi o prefieres que sea Lisa? — me quedé en silencio—. ¿Sorprendida? — usó un tono sarcástico, lo que me causó algo de miedo.—Sí, jamás esperé que me llamases.—Tengo mucho que platicar contigo, en especial de tu querido padre.—¿Qué le hiciste a mi padre? — pregunté asustada.—Aún nada.—Déjame explicarte lo que pasó.—¿Explicarme?—Jamás quise hacerte lo que te hice. Te juro que jamás le habría hech
La persona que tenía frente a mí ya no era la misma que conocí. Sus mirada llena de odio, me producía miedo. No sé si pueda esperar algo bueno de esto.—¿Dónde está mi papá? —pregunté directamente.Sin responderme, se acercó metiendo sus manos en los bolsillos.—¿Te acuerdas de este lugar? — miró los alrededores.—Sí, me acuerdo, pero te hice una pregunta.—Solíamos venir aquí junto a Aomi. Pasaron muchos cosas, ¿No es así?—¿Y por qué piensas en eso ahora?—Quise que vinieras para recordártelo, ya que no creo que después de hoy, puedas ver la luz del día.—¿Qué planeas hacer? —mi cuerpo no paraba de temblar.—Muchas cosas.
LisaLlegamos a nuestro destino; un lugar completamente alejado de todo. No se podía ver nada más que árboles y un edificio que parecía estar abandonado. En este lugar jamás nadie me encontraría. No podía aguantar mis lágrimas, el miedo y el desespero de salir de aquí.—¿Qué es este lugar? — le pregunté, mi voz estaba temblorosa.—Será tu nuevo hogar de ahora en adelante. Espero te sientas cómoda—dijo en un tono sarcástico.—Por favor, déjame ir— le supliqué en lágrimas, y me encaró.—Deberías guardar silencio y esa súplica hacerla cuando te las pida, ahora no es entretenido—agarró mi brazo fuertemente, haciéndome bajar del auto.Me sujetaba con tanta fuerza, que mi brazo dolía.
Al colgar la llamada, Kanji me miró y le ordenó a sus hombres a salir de la habitación.—¿Por qué no jugamos otro juego? —su mirada solo emitía un gran desprecio y odio hacia mí.Si este tipo de juegos continúa, me terminará matando.—Detente, ¡por favor! —mientras suplicaba, él se dirigió a la caja de metal que estaba en el suelo.Cuando la fue abriendo, comenzó a sacar varios tipos de bisturí colocándolos en orden en el suelo. Mi cuerpo sintió un ligero escalofrío. No sé lo que planea hacer con eso y no podía parar de temblar.—¿Qué vas a hacer con eso? — le pregunté nerviosa.—Dije que íbamos a jugar, ¿No es así?—¿Qué vas a cortar con eso?&mdas
No sé cuánto tiempo ha pasado desde que Kanji se fue, ni siquiera sé si es de día o de noche. El pasar del tiempo en esa habitación parecía eterno. Mi estómago dolía, he pasado largo tiempo sin comer nada. Necesito alimentarme bien por mi bebé. Si las cosas siguen como van, mi bebé no va a resistir más. Tengo que ser fuerte. Pensando en esto, escuché el sonido de la puerta al abrirse. Un chillido tan fuerte, que me hacía sentir escalofríos por todo el cuerpo. Vi la silueta de Kanji acercándose a donde mí, lo que me causó mucho miedo el no saber qué hará ahora.—¿Estás despierta? — derramó un vaso de agua fría por encima de mí y puso un pequeño plato en el suelo.—Debes tener mucha hambre, ¿Cierto? Puedes comer.—No puedo.—