A la mañana siguiente Akira ya no estaba en la cama. Pude encontrarme con una nota en la mesa, recordando la cita de esta noche. Él estará en una reunión en la mañana, así que me alisté para ir al trabajo junto a Yuji. Luego de tratar de convencerla de quedarse a descansar, aun así, quiso venir. Me hacía sentir muy cómoda tener una amiga con quien pasar momentos como estos. Me hace recordar a mi hermana y en las peleas que teníamos todas las mañanas. Ha cambiado todo en tan poco tiempo. Recordar en lo que tuvo que haber pasado mi hermana y el estar con la persona que le hizo daño, me causa culpa. ¿Cómo puedo estar sintiendo algo por Akira luego de todo eso? Quisiera enfrentarlo y que me diga la verdad, pero no sé si sea el momento. Las cosas no van a cambiar aun preguntándole, pero no puedo quitarme la culpa de encima. Quiero tener la valentía de enfrentarlo.
Creo que no puedo ser más feliz en este momento. Las palabras de Akira me hicieron darme cuenta de muchas cosas; entre ellas que él ha cambiado y que por más que traté de huir, siempre desearé estar junto a él. No conozco mucho sobre su vida, pero es la única persona que me ha demostrado en hechos lo que siente. No sé si pueda ser perdonada por haberme enamorado de un hombre como él, tampoco sé lo que nos depare el destino, pero quiero poder vivir el ahora junto a Akira. Estuve confundida con mis sentimientos todo este tiempo, pero acabo de confirmar que por más que intente ocultarlo u odiarlo, no puedo dejar de amarlo. De ese Akira cortante que conocí ese día, no queda nada.—Tengo una petición, Akira. Quiero que de ahora en adelante no me guardes más secretos, que me digas lo que sientes, lo que pasas, lo que vives, quiero saberlo todo de ti, por más d
La amenaza iba dirigida a mí, no me quedaré callada. Busqué mi teléfono para llamar a Akira.—Akira, perdóname por interrumpirte, sé que estás muy ocupado en este momento.—Siempre tengo tiempo para mí mujer. ¿Pasó algo?—No sé si deba darle importancia, pero recibí una llamada a la oficina y me amenazaron. La voz estaba distorsionada, no quiero preocuparte, pero no quería callarlo.—No salgas de la oficina, ya voy para allá— colgó la llamada.Me mantuve en la oficina de Akira en todo momento. Escuché que tocaron la puerta y no me atrevía a abrir, pero ¿Y si se trata de Yuji o de Keita?—¿Quién es? — pregunté nerviosa, pero no hubo respuesta, solo tocaron la puerta nuevamente—. ¿Quién es? — escu
Ha pasado un mes desde que nos mudamos al extranjero. Akira y yo hemos estado juntos desde entonces. Todo ha sido normal y tranquilo en nuestra relación. Sale una que otra vez en algún viaje de negocios y luego regresa. Por otro lado, Yuji ha conseguido un empleo en un café. Se siente muy cómoda y hemos estado un poco más tranquilas lejos de tantos problemas. He llamado a mi madre como de costumbre y, sin dar mucho detalle de dónde estoy. Muero de ganas de verla, pero sé que no sería conveniente en un momento como este. Si fuera por mí le pediría a Akira que la deje quedar con nosotros, pero mi madre no lo va a permitir. La he sentido indiferente cada vez que hablo del tema de Akira. Si supiera todo lo que ha sucedido, le cogería más odio a Akira y con razón. Quisiera hacerle entender de alguna manera que, a pesar de todo lo que ha pasado, Akira ha estado para mí y me ha ayudado en todo
Estuvimos poco tiempo en la cama luego de haber estado juntos. Tuve que obligarlo a levantarse porque no tenía planes de hacerlo. Se alistó y bajó, quedó en esperarme abajo. Cada segundo que pasaba me sentía más nerviosa. No solo porque mostraré el traje que escogí a Akira, sino porque decidí darle la noticia de que va a ser papá. No saber cómo va a reaccionar, me preocupa un poco. Me siento un poco insegura. Ha sido muy bueno conmigo todo este tiempo y no sé si algo como esto le haga cambiar su actitud hacia mí. Si pudiera saber lo que piensa o siente, no me sentiría de esta manera.Terminé de arreglarme para bajar. Akira ha estado esperando mucho. Al bajar las escaleras me encontré con Akira y Yuji esperándome. La expresión de Akira se veía impresionado y a la misma vez avergonzado. No sé si cumplo con sus expectativas o con lo de
Akira no dijo una sola palabra, pero en su rostro se mostró una mirada llena de tristeza. Se acercó a mí dándome un abrazo. Pude escuchar su respiración agitada en mi oído, ¿Acaso está llorando? Me quedé en silencio abrazándolo de vuelta. No quise decir nada, solo dejé que descargara todo lo que sentía en mi hombro. No entiendo por qué lo tomó así. ¿Por qué está tan triste? Mi inseguridad y preocupación aumentaba. No sé lo que piensa o lo que le pasa. Luego de un tiempo, logró recuperarse y me miró. Ahora era yo quien lloraba y temblaba por los nervios. No sé lo que va a hacer ahora. Dejó de abrazarme y retrocedió un paso. Su rostro había cambiado, estaba rojo y sus ojos aún llorosos. Desvié la mirada para no mostrarle mi inseguridad.—¿Por qué callaste? &iq
Al día siguiente, desperté cara a cara a Akira. Estaba sujetado a mí sin soltarme. Parecía un niño mimado. Se ve tan lindo mientras duerme. Su rostro lucía tranquilo. Fueron muchas las emociones de anoche. No recuerdo ni cómo llegamos a la casa. Me solté de sus brazos para ir al baño, necesitaba tomar mis medicinas y desayunar. Al salir del baño, me encontré a Akira hablando por teléfono. Su rostro lucía molesto, a como estaba hace un momento. No quise escuchar su conversación y planeaba salir de la habitación, pero Akira me llamó.—Lisa, no te vayas. Espérame un momento.—Está bien—me vestí y lo esperé.Al terminar la llamada me hizo una seña para que me acostara a su lado, así que lo hice.—¿Pasó algo, Akira? — pregunté preocupa
Al día siguiente, desperté cara a cara a Akira. Estaba sujetado a mí sin soltarme. Parecía un niño mimado. Se ve tan lindo mientras duerme. Su rostro lucía tranquilo. Fueron muchas las emociones de anoche. No recuerdo ni cómo llegamos a la casa. Me solté de sus brazos para ir al baño, necesitaba tomar mis medicinas y desayunar. Al salir del baño, me encontré a Akira hablando por teléfono. Su rostro lucía molesto, a como estaba hace un momento. No quise escuchar su conversación y planeaba salir de la habitación, pero Akira me llamó.—Lisa, no te vayas. Espérame un momento.—Está bien—me vestí y lo esperé.Al terminar la llamada me hizo una seña para que me acostara a su lado, así que lo hice.—¿Pasó algo, Akira? — pregunté preocupa
—¿Qué? ¿Acaso ese hombre te hizo algo? ¿Te obligó? — mi mamá entró en pánico.—No, claro que no. Sé que debe ser difícil escuchar esto luego de todo lo que pasó, pero…— me interrumpió:—¿Ese hombre te tiene amenazada otra vez o lo estás haciendo para hacerle creer eso? ¿Qué está pasando, lisa? ¿Acaso abusó de ti otra vez?—No, han pasado muchas cosas luego de que te fuiste.—¿Abusó de ti? ¿Es por eso? — preguntó en lágrimas.—No, mamá, todo lo contrario. Akira ha sido una buena persona conmigo. Él ha cambiado.—¿Cambiar? ¿Crees que un criminal como él puede cambiar? ¡Lisa, reacciona!—Mamá, créeme cuand