CAPÍTULO DIECISEIS
2 de Octubre de 2018
Abrí mis ojos a las siete en punto de la mañana cuando escuché como picaban al timbre. Me froté los ojos y tomé unos segundos para levantarme y ponerme una bata. Bajé las escaleras y mi madre apareció por detrás de mí con la intención de hacer exactamente lo mismo.
Abrí la puerta. Eran Tessa y Elliott. Vestidos de negro.
— ¡Mierda! — Dije en voz alta. — Se me ha olvidado.
Mi madre los saluda desde arriba y rápidamente vuelve a la cama. Sin apenas ofrecerles entrar, lo hacen, y se sientan en el sofá.
— Voy a darme una ducha, ¿vale? Enseguida bajo.
Corrí a meterme en la ducha y me até una coleta. Me puse un vestido negro
CAPÍTULO DIECISIETEElliott: ¿Puedes Venir a comisaría?Suspiro cuando leo el mensaje de Elliott y me levanto de la cama para vestirme. Bajo las escaleras sin ni siquiera avisar a mi madre y cierro la puerta evitando hacer mucho ruido.Camino en dirección a comisaría. Seré clara. No tienen pruebas de que yo haya robado esa llave. Siento que soy una mala persona y me contengo fuertemente para no caer en llanto. Estoy completamente enamorada de un asesino y haría cualquier cosa para salvarle. ¿En qué momento he llegado a esta situación?Me quedo unos segundos parada en la puerta de la comisaría a punto de adentrarme en lo que viene siendo mi ruina si las cosas salen mal.Abro la puerta y encuentro a Elliott en frente de
CAPÍTULO DIECIOCHO3 de Octubre de 2018— Ya estamos llegando, hoy va a ser una noche larga. — Añade Jasper sin apenas una mueca de sonrisa en su cara.Yo me limité a estar en silencio durante la mayor parte del viaje, todo estaba oscuro. Tan sólo se veía una pequeña parte de la carretera alumbrada por las luces del coche. Recorrimos una gran carretera rodeada de un intenso bosque. Apenas nos cruzamos con nadie.Giro mi cara y enfoco mis ojos en él. Es tan jodidamente atractivo. Su cara es sinónimo de perversión al mismo tiempo que dulzura. Sé que no es precisamente el novio que mi madre querría para mí, y más si descubre que es un asesino, pero yo me siento bien a su lado.Aunque a decir verdad, Jasper y yo no som
CAPÍTULO DIECINUEVEJasper sigue en silencio mirándome a los ojos.— Bueno, ¿qué? — Arqueo una ceja. — ¿Vas a empezar a hablar?Sigue sin contestar. ¿Qué cosa quiere decirme que le cuesta tanto? Le mantengo la mirada esperando una respuesta.— Pregúntame lo que quieras y yo te respondo. — Dice después de varios segundos.— Así no funciona esto, Jasper. — Estiro mi brazo para agarrarle las manos. — Llevas días diciéndome que me quieres contar "la verdad" pero cuando llega el momento, no sabes cómo hacerlo. — Sigue mirándome fijamente sin pronunciar palabra y yo retiro mis manos de las suyas. Me apoyo en la silla y me quedo esperando.— Es complicado.— ¡Dilo ya! ¡
CAPÍTULO VEINTENos dirigimos hacia la puerta del hostal para reencontrarnos con Jack y Rhonda. En mitad del pasillo nos cruzamos con una pareja joven muy similar a nosotros. Saludamos educadamente y doblamos la esquina hacia la escalera. El Hostal acaba de cerrar. Vemos a la Sra. Coleman colocando el cartel de cerrado sobre el mostrador y como se dirige hacia la puerta para cerrarla. Jack y Rhonda ya están fuera.— Buenas noches Sra. Coleman. — Sonríe Jasper.— Que lo paséis bien. — Nos mira. — Rhonda tiene las llaves para que entréis más tarde. — Nos hacia una seña con su mano para que cruzáramos la puerta dónde los dos hermanos nos estaban esperando a pocos metros, y acto seguido, la cierra.— ¿Qué tal, muchachos? — Nos saluda de
CAPÍTULO VEINTIUNO Corrí detrás de Jack sin importarme Jasper lo más mínimo.— ¡Jack! ¡Jack! — Jack se detiene y se da la vuelta. — ¡Lo siento! No me imaginé que era eso lo que iba a decir.— Mi hermana es demasiado buena. — Niega con la cabeza.Me puse triste.— Y que lo digas... Me siento fatal.— No es tu culpa. Ven conmigo. — Me indica con su cabeza. — Sé dónde está Rhonda.Le seguí.Llegamos de nuevo hasta el Hostal, pero no entramos por la puerta principal, si no que rodeamos la casa hasta llegar a unas escaleras de metal que había en la parte de atrás.<
CAPÍTULO VEINTIDOS Salimos corriendo de la habitación y fuimos a la entrada, Rhonda abrió la puerta y su abuela estaba encendiendo las luces.— ¿Qué ha sido eso, chicos? — Dijo. — ¿Estáis bien?— Tranquila, abuela. Vuelve a la cama. Nosotros vamos a echar un ojo. — Dijo Rhonda mientras la agarraba suavemente y la acompañaba de nuevo a su habitación.Jack y yo subimos las escaleras y vimos una puerta del pasillo abierta. Estaba a pocos metros de mi habitación con Jasper.Fuimos corriendo hacia allí y cuando entramos, vimos a Jasper metido en la bañera, fumando, un rastro de sangre iba desde su posición hasta la cama, dónde vimos el cuerpo de un joven desangrado en la cama. Rápidamente visualizamos a una chica, atada de manos y pie
CAPÍTULO VEINTITRÉSCuatro de Octubre de 2018Quedamos profundamente dormidos tras la intensidad de nuestro momento íntimo. Esa mañana de domingo yo me desperté feliz. No sabría decir muy bien por qué. Retiré las sábanas a un lado y me senté al borde de la cama. Aparté mi pelo despeinado ya con necesidad urgente de ser lavado, y agarré mi teléfono que estaba encima de una de las mesitas. Llamé a mi madre.— ¡Hija! ¿Dónde estás? ¿Cómo te encuentras?— Estoy bien mamá. — Tragué saliva. — Siento mucho haber desaparecido así sin decir nada.— ¿Estás con ese chico, verdad? - Podía notar la preocupación en su voz.— ¿Cómo
CAPÍTULO VEINTICUATROLlegamos al coche, nos montamos, salimos a la carretera y Jasper conduce sin apartar la vista. Solo se mueve para poner la radio. Yo seguía un poco en shock, no sabía a dónde íbamos ni que íbamos a hacer. Pero le pedí un rato de tranquilidad y me lo estaba dando. Así que me limite a disfrutar. Cerré los ojos y baje la ventana. Sentí el aire golpeando mi rostro y sentí como Jasper apoyaba su mano sobre mi muslo. Abrí los ojos acto seguido, mire hacia él y le sonreí. Agarre su mano y la apreté muy fuerte. Extendí mi brazo hasta su cara y acaricié su rostro, entrelacé mis dedos en su pelo, toque su frente, le hice algunas cosquillas en su oreja mientras que el movía su cabeza por culpa de los escalofríos.Llegamos a un mirador. Podían