CAPÍTULO TREINTA Y SIETE
Divisamos la cabaña al final de un largo camino rodeado de pinos. Hacía frío. La carretera estaba húmeda y repleta de hojas. Avanzábamos por la carretera, ahora sí, con algo de música puesta. Quisimos evadirnos por un rato. ¿Qué otra opción nos quedaba?
Los tíos de Elliott estaban en la puerta, preparados para marcharse. Le entregaron las llaves a Elliott y le suplicaron que evitáramos causar algún destrozo. Asintió.
Justin y Álex bajaron del coche, saludaron amablemente a los tíos de Elliott y fueron directos a abrir el maletero. “Nos arrepentiremos de esto” dijo el tío de Elliott al ver todas las botellas que traían y dirigió una mirada no muy amigable a su sobrino.
Arrancaron el coche y se marcharon. Camino abajo, apareció el coche de Jack, que llegaba con un poco de retraso. Supongo que Tessa habrá estado aquí más veces y por eso había sabido guia
CAPÍTULO TREINTA Y OCHO — ¿A dónde se han ido? — Preguntó Elliott.— Han dicho que iban a buscar a un amigo. — Álex ya estaba bastante borracho. — Les he dicho que cuántos más mejor. ¡Síiii! — Reía solo. — Aunque no vendría mal que trajesen a alguna chica para Justin.— ¡Cállate, cabrón! — Golpeó el pecho de su amigo. — Que tú le gustes a Rhonda no está tan claro, a lo mejor te tienen que traer alguna a ti.— He hablado con ella todo lo que llevamos aquí. ¿Cuánto has hablado tú?— En cuanto vuelva a entrar por esa puerta, se te acabaron las oportunidades, hermano. — Se reía y se encogía de hombros.&
CAPÍTULO TREINTA Y NUEVE 25 de Diciembre de 2018Una bandada de pájaros camuflados en lo más alto de los pinos alza a volar a causa del disparo que proviene del camino que íbamos dejando atrás antes de detenernos. Sonó limpio, potente y claramente eficaz. El silencio cobró voz, sentí una fuerte agitación en mi corazón.Jasper y yo corrimos de nuevo al oscuro y tenso lugar donde se encontraban los demás.Sentía que aunque Jasper y yo teníamos motivaciones completamente diferentes sobre cómo iba a desarrollarse la noche, él iba a alargar mi vida todo lo que estuviese en su mano, sé que aún tenía esperanza de que yo fuese capaz de asesinar. Pero yo, quería luchar por conseguir una victoria, que sería salir con vida de allí, huir, y regresar a cas
CAPÍTULO CUARENTALlegamos al escenario del caos en silencio, Elliott y yo nos habíamos posicionado al frente para poder guiar a Michael hasta el destino.Nos quedamos paralizados, sin respiración, con el corazón hecho un puño. Sentí mis huesos agarrotarse tras observar esa desgarradora imagen situada frente a mis oscuros ojos. Rhonda estaba llorando tumbada frente a Jack. En la misma posición que hace poco tiempo atrás, el cuerpo de Tessa estaba empezando a enfriarse y sus párpados finalmente se habían cerrado.Michael se acercó lentamente y agarró a Rhonda hasta inmovilizarla, colocó sus manos en su espalda y desenganchó las esposas de su uniforme para ponérselas a ella.— Quedas detenida por el asesinato de Tessa Collins. Tienes derecho a permanecer en silencio. Cualquier cosa que diga
CAPÍTULO CUARENTA Y UNO{Jasper, no sé dónde estás. Tampoco quiero que vuelvas. Espero que no lo hagas. Rhonda y Jack han sido la única parte que ha salido perjudicada para vosotros de vuestro estúpido juego. Espero que eso te haga pensar. Siento pena por ti. No te mereces una vida repleta de sangre y de muertes. Mereces curarte de tu enfermedad, porque tú no tienes la culpa de lo que viviste de pequeño. Si quieres reencontrarte conmigo, iré a donde sea. Tan sólo una última vez…}Guardé mi móvil y regresé a mi casa.Mi teléfono sonó en mitad de la madrugada, sabía que no podía ser Elliott porque se había asegurado de que yo estaba de vuelta en
CAPÍTULO CUARENTA Y DOSSalí de casa y me guíe gracias a Internet, hasta el punto exacto donde iba a reunirme con Jasper. Era una noche fría, como de costumbre, la temperatura no era nada diferente a lo que estaba acostumbrada en una noche de invierno, pero algo sí se sentía diferente. Quizá era esa pequeña sensación de incertidumbre, de inseguridad, la que me hacía caminar como si nunca antes lo hubiera hecho. Mis pasos eran firmes y decididos, mi mente sabía que eso sólo era una falsa apariencia de seguridad, ya que mis pensamientos, se alejaban de una actitud confiada y segura.La carretera comenzó, una línea color blanco se volvió infinita a medida de que mis pasos avanzaban hasta el destino, el kilómetro seis.Llegué, y me detuve de espaldas al bosque, con una porción de carretera frente a
CAPÍTULO CUARENTA Y TRESAbrí los ojos. El reloj de la pared marcaba las tres de la tarde. Estaba tumbada, miré a mi derecha, un ventanal me permitía ver algo de claridad, cubierta por algunos árboles. Estaba en el hospital. Seguía aturdida. Me costaba recordar cómo había llegado ahí. Pensaba que había muerto. La televisión situada frente a mí, colgada en la pared, estaba encendida. Una fotografía de mi graduación de instituto estaba en ella.“Tenemos más novedades sobre el terrible suceso ocurrido ayer en la carretera de entrada a Brookville, kilómetro seis. La adolescente Paige Jackson estuvo a punto de morir apuñalada por Jonathan Barbrow, desaparecido por casi una década, quién parece ser que está al mando de un gran número de asesinatos que nunca habían sido resu
PROLOGO Hola. Mi nombre es Elliott Ronson, y escribo esto porque hoy mi padre, Anna y yo, quemaremos este diario.Lo hemos pensado mucho, todo es muy complicado ahora que Paige no está. Su cuerpo fue encontrado a la mañana siguiente, habiendo salido a buscarla esa misma noche al ver que tardaba mucho en regresar a casa. La escena fue aterradora, según me contó mi padre; había sangre sobre la mesa y los bancos, pero ella estaba en el suelo, tenía la mochila colgada del hombro, iba de vuelta a juntarse con nosotros para cenar. Sigo sin creerme que ya no esté aquí. Después de leer estas dolorosas páginas que ella misma escribió, nos dejó claro que su destino estaba escrito. Jasper iba a por ella. Tenían una conexión demasiado fuerte como para no haberse acercado nunca a ella ni haberla conocido. Anna se alegra de haber descubierto que pas&oacut
15 de Enero de 2019Mi nombre es Paige Jackson. Y estoy muerta. O al menos, eso creo. Mi cuerpo yace tumbado en una carretera, rodeado de altos árboles y niebla, desangrándome por el estómago. Siento un hilo de sangre deslizarse poco a poco hasta alcanzar los dedos de mis manos, apoyados en el suelo. Aún puedo moverlos un poco, pero muy inútilmente. ¿O no puedo y es todo cosa de mi cabeza? La verdad es que no me extrañaría. Siempre lo supe. Nunca fui una persona corriente. Siempre supe que algo estaba mal dentro de mí pero no sabía cómo decirlo ni expresarlo. Quizá eso cambió cuando conocí a Jasper. Aunque también tengo que decir que no precisamente mejoró mi vida, porque claro está como he terminado. Lo único bueno que puedo destacar es que me sentí más viva que nunca, durante cuatro largos