Hace una media hora que estoy en el suelo del baño, sin importar lo poco higiénico que eso me parecería en otras circunstancias. Estaba destruyendo mi matrimonio, estoy hiriendo a Christian y también le estoy dando paso a las cosquillas que me está generando un hombre que acabo de conocer, ¿es posible vivir con tanta culpa?—Doctora Montenegro, ¿se encuentra bien? — tocan la puerta dos veces.—Sí, un momento.Me levanto, me miro al espejo, seco mis lágrimas y recuerdo a lo que vine al hospital, trabajar. Poner distancia con Maximiliano y hablar con mi esposo al llegar a casa. Eso es lo que debo hacer.Abro la puerta. Quien estaba preguntando era la doctora Sanders, tiene un hermoso cabello rubio hasta la cintura, con ondas, hermosos ojos verdes, una chica muy linda, esperemos que también inteligente.—Digame el estado del paciente, Sanders. — dije mientras caminaba a la oficina.Sé que se podían ver mis ojos llorosos, no soy tonta. Pero también sé que con mi reputación ninguno se atre
Tan cerca era un poco complicado pensar, pero no lo suficiente para olvidar a mi esposo, a quien amo con todo mi corazón.—Lo único que siento Dr. Maximiliano es que usted está severamente equivocado. Soy una mujer casada y le pido respeto. — Le dije con tanta firmeza que hasta yo me lo creí.Estaba tan asustada, pensé que no podría decir absolutamente nada, pero lo logré y pude continuar.—Así que por favor retírese y vaya a hacer su trabajo, en cinco minutos quiero un informe acerca del paciente Rodrigo Román — concluí despectivamente.Maximiliano estaba respirando rápidamente, me soltó y me miró un poco decepcionado, agachó la cabeza y dijo.—Disculpe, malinterprete la situación, me retiro a hacer mi trabajo.Tomo su camisa, su bata, y se fue. Dejando una estela de su perfume, que quedó no sólo en la habitación sino también en mis manos y mi uniforme.Bajo un poco y me siento en la litera, sonrío porque mis sospechas eran ciertas, los escalofríos no sólo me pasaban en mí, él tambié
Llego a casa a las 8am y aún tengo el mal sabor de la situación con Maximiliano, no puedo creer que sea capaz de intentar seducir a su superior simplemente para anexarla a su grupo de mujeres enamoradas, y menos, tratándose de una mujer casada.Definitivamente debo hacer algo para ponerlo en su sitio, pero mientras tanto debo cuidar de mi matrimonio y hacer que Christian olvide todo lo que pasó.Duermo un rato hasta las once, limpio toda la casa y luego me levanto a hacer una comida especial, coloqué velas aromáticas por todas partes y música melodiosa.—Amor, ya llegué. —dice mientras camina por el vestíbulo. Se queda estático viendo todo, me puse el vestido que tenía el mismo día que lo conocí. Es veraniego y de un rosa claro, con volados.Giré para que pudiera recordarlo. Los dos teníamos los ojos llorosos y corrimos hacia el otro, nos abrazamos tan, pero tan fuerte, siento que había necesitado esto por muchos meses.—Perdóname mi amor, por favor, eres lo más importante para mí, no
Sus manos recorren mi piel, a diferencia de otras veces, no estoy relajada, siento taquicardia, fuego dentro de mí, deseo y tanto placer. Miro hacía el techo, está besando mi cuello y siento con fuerzas su cuerpo contra el mío, se separa y empieza a besar mi abdomen cada vez más bajo, su mano pasa por debajo de mi espalda hasta llegar a mi cabeza y se agarra con fuerza de un mechón mientras puedo sentir su lengua, hace que me arqueé, jadee de placer, lo estaba disfrutando tanto, y lo escuché. "Úselo, doctora." Esa voz, me asusté y en cuanto bajo la mirada, era Maximiliano, su cuerpo desnudo y sudado frente a mí. El corazón me iba a estallar. Me desperté y noto que estoy semidesnuda aún, estoy tan asustada, si alguien pudiera ver mis sueños estaría en graves problemas, yo me siento en graves problemas. Evoco momentos de anoche, Christian fue muy tierno, me trata con dulzura y amor, disfruta tener relaciones, pero si lo pienso bien, no sé si despierte un deseo sobrehumano en él, o él
La enfermera se levanta y se tapa con parte de su uniforme, estoy furiosa, es Miriam, a quien escuché hablar en recepción. —Esta es la mayor falta de respeto y profesionalismo que he visto en mi vida. —Dije viendo fijamente a Maximiliano. Estaba serio, se puso delante de la enfermera, tenía los labios hinchados y rojos. ¿Será posible que sea tan apasionado como lo es en mis sueños? Me volteo para que Miriam se pueda vestir. —¿Existe alguna forma de evitar su acusación con el director? —Dice Maximiliano. —Me chocaste, me faltas el respeto constantemente, tienes sexo en mi silla de trabajo y me preguntas si existe una manera de evitar que te acuse. Eres increíble. —dije, estaba realmente molesta. No puedo creer que pensara que existía una conexión entre nosotros, incluso si era en el plano sexual, pensé que era especial por eso. Pero es simplemente otro reto para él. —Doctora, no lo entiende, yo podría soportarlo, pero Miriam tiene un hijo que mantener y si la suspenden quedara s
Aun me siento un poco mareada, al abrir los ojos observo al doctor Thomas, acompañado de Christian y Maximiliano. Señor, lo que faltaba. Estoy acostada en la camilla y siento que todo vuelve a repetirse como en el accidente. —Mónica, te dije que te veía mal. Debiste ir a cenar. ¿Qué fue lo último que comiste? —Dijo Thomas. —Yo, no sé, creo que fue… —recordé que me levante tarde, comí una fruta y como estaba sola, pospuse el almuerzo, al final del día cenaría con Christian y después de cancelar me puse a pensar tantas que cosas lo olvidé. Coloqué ambas manos en mi rostro, sé que es irresponsable. —Quiero que trabajes en el hospital, te insistí demasiado, admiro tu trabajo Mónica, pero no seré parte de jornadas abusivas para tu cuerpo, necesito doctores sanos. —Dijo Thomas un poco decepcionado. —Lo sé, discúlpame por favor, en serio, cenaré y estaré lista en diez minutos. —Dije muy segura. —Pues no lo creo, quizás debas descansar. —dijo. —Por favor, lo puedo hacer. —Dos horas y
La cuestión de la factura me genera un poco de intriga, pero no me permito pensamientos de desconfianza porque mi esposo jamás me ha dado razones, tampoco es que yo lo presione demasiado o esté tan pendiente, pero las infidelidades siempre son cuestiones de valores, yo sé que no podría, así como yo tampoco. Una hora después de descansar, me levanté lista para mi próxima cirugía. —La paciente está lista doctora, ya se encuentra en quirófano con el anestesiólogo. —me indicó Sanders. —Excelente, entremos. —dije. — Un momento, antes recuérdale al doctor Casanova que debe colaborar con urgencias esta noche. La cirugía tardará unas 3 horas, entonces debe estar pendiente del paciente que llego en la mañana con taquicardia, necesito un chequeo por hora, no me convence el patrón que están presentando los estudios de la tarde. —le dije. —¿Disculpe que vuelva a consultar, pero el Doctor Casanova realmente no entrará? El atendió a la paciente desde que comenzó su historia clínica en el hospit
Son las 7 am, acabó mi turno y ahora puedo ir a casa. Dejo todo listo con las historias clínicas de los pacientes y un documento especial que le dejé a la doctora Robinson, mi tercera residente, para que conozca los procedimientos a seguir el día de hoy. Lo importante es que siga todo al pie de la letra, requiero una evaluación exhaustiva de los pacientes, sobretodo de la pequeña Sofía. Reviso mi teléfono y veo que aún no tengo respuesta de Christian, hace una hora le había preguntado si podría buscarme, pero en vista de que no tengo respuesta, es obvio que sigue dormido, decidí enviarle un segundo mensaje. “Tranquilo cariño, me iré en un taxi, espero estés descansando” En recepción no está Imelda, solo las enfermeras del inconveniente con Maximiliano, al verme empiezan a susurrar e incluso mirarme mal, que momento tan incómodo e innecesario, quien se pasó de golfa al tratar de acostarse con alguien en horario laboral fue ella. Así que no me dejé, seguí de largo sin pedirle a ning