Son las 7 am, acabó mi turno y ahora puedo ir a casa. Dejo todo listo con las historias clínicas de los pacientes y un documento especial que le dejé a la doctora Robinson, mi tercera residente, para que conozca los procedimientos a seguir el día de hoy. Lo importante es que siga todo al pie de la letra, requiero una evaluación exhaustiva de los pacientes, sobretodo de la pequeña Sofía. Reviso mi teléfono y veo que aún no tengo respuesta de Christian, hace una hora le había preguntado si podría buscarme, pero en vista de que no tengo respuesta, es obvio que sigue dormido, decidí enviarle un segundo mensaje. “Tranquilo cariño, me iré en un taxi, espero estés descansando” En recepción no está Imelda, solo las enfermeras del inconveniente con Maximiliano, al verme empiezan a susurrar e incluso mirarme mal, que momento tan incómodo e innecesario, quien se pasó de golfa al tratar de acostarse con alguien en horario laboral fue ella. Así que no me dejé, seguí de largo sin pedirle a ning
Empecé a caminar hacia él y mantuve mi compostura todo lo posible, no había hecho nada malo, que me iba a reprochar. Lo que no me gustaba era esa expresión, el normalmente no tiene esa cara, ni cuando nos estábamos conociendo y parecía ser más inseguro. —Pensé que aun estarías dormido cariño. —le di un beso en la mejilla. —buenos días. —dije entrando a la casa y dejándolo en el marco. —No comprendo, ayer lo odiabas, te parecía el profesional más despreciable, lo humillaste delante de su compañera y lo sacaste de las cirugías. —Dijo caminando detrás de mí. — pero en menos de 24 horas está en el frente de la casa dejándote como un caballero a una dama. ¿Puedes explicarme que carajos es eso? —dijo, se notaba que estaba molesto. —No entiendo que estas tratando de insinuar. Simplemente no tenía con quien venirme, no pasaba ningún taxi, estaba cansada, le quede de camino y ya. —Dije molesta. Este interrogatorio no me lo esperaba. —Crees que soy estúpido? Hay algo. —Dijo girándome para q
Un silencio inundó la habitación. —Necesito las respuestas Christian, las estoy esperando para poder dormir. —Le dije aún abrazada a la almohada y con los ojos cerrados, pero no lo negaré, me asusta lo que pueda responder y considero que será crucial para todos nuestros planes y confianza a partir de ahora. —Te mentí, discúlpame. –dijo sentándose en la cama. Pude sentir el suspiro grande que dio. Todo esto me genera escalofríos, no entiendo de donde sale tanto misterio. Respiré hondo, me senté en la cama y lo observé, traté de descifrar por mi cuenta, pero no pude, debía preguntarle. —Qué es lo que pasa, amor? —pregunté tomando su mano con cariño. Seguía mirando fijo al suelo. —Hay una editorial que quiere comprarme, es mucho dinero, tendría que abandonar a quienes me apoyaron en un inicio y quienes impulsaron mi carrera, no quiero hacerlo, pero sé que sería una oportunidad única y tendríamos más dinero. —Dijo. Pero seguía sin verme. —Desde cuando están en negociaciones? ¿Por q
Me siento en la cama mientras Christian pasa su mano por mi espalda cariñosamente.—Te adoro. —Dijo— quizás está vez se nos dé — sonrió, se levantó de la cama y fue al baño.Vuelvo a suspirar y me dejo caer de nuevo en la cama, completamente desnuda, realmente necesito ayuda psicológica para manejar esta situación del bebé y Maximiliano, necesito mejorar mi relación amorosa y sexual en este matrimonio, porque a veces es tan complicado.—Pedí pizza en el almuerzo, te dejé guardada en el horno por si quieres. —Gritó Christian desde el baño.No tenía ganas de comer nada. Pero recordé el desmayo de ayer y eso no puede volver a ocurrir, me costó demasiado trabajo conseguir el cargo de mis sueños como para que una mala alimentación me lo arrebate. Eso y el estrés.Me levanté y me puse una bata.—Creo que cocinaré algo para que sea más completo el almuerzo. —le dije mientras pasaba por el frente del baño.—¡Está bien cariño! — grita desde la ducha.Se estaba bañando, lo veo y aún me parece u
Sola de nuevo, con una olla llena de pasta con pollo y salsa, que gracioso todo, con esto recordé porque siempre salimos a comer o pido a domicilio, la mayor parte de las veces ocurre algo. Me pregunto si es por nuestra culpa o si todas las parejas en el planeta sufren del mismo mal. Hice todo lo posible para que fuera de sus favoritas, pero puedo entender que tenía que ir a su cita, ese libro era muy importante para él y venderlo aún más, después de todo, me casé con un escritor famoso.—Debo comer, debo comer así sea un poco. —dije para mí misma, sacando una porción resuelta del delicioso almuerzo. Tosté un poco de pan con un aderezo de ajo y la verdad es que la presentación del plato estaba increíble, digna de foto. Así que la tomé.Se la pasé a Christian.Escuché su celular sonar. No puede ser, se le quedó. Lo busqué y estaba en el mueble, encendí la pantalla y desde la barra de notificaciones veo mi mensaje, pero también hay otro de parte de "Editorial F""Gracias por el dinero.
Empecé por buscar las redes sociales de él, y si tenía amigas con ese nombre. Buscaba y a la vez me sentía mal, es que nunca había hecho algo así, y no desconfío de Christian, pero tampoco entiendo porque no me cuenta con libertad el problema que tiene con la editorial.—La conseguí. —dije triunfante con un gritico. El celular casi me sale volando y me sentí la mayor experta en Instagram.Reviso sus fotos y es realmente bella, de unos 25 años, delgada, cabello largo de rubio oscuro, casi siempre vistiendo de negro. Pues sí, me siento un poco intimidada. Hay una publicación que hace referencia a una editorial, pero dice "El sueño de mi editorial pronto será materializada". La foto es reciente, es decir, no es una editorial constituida. También hay una foto en Los Ángeles, el día que Christian de quedó allá, la descripción era el "comienzo de una nueva era."No veo suficiente información, abro la laptop de Christian y comienzo a buscar su nombre en el correo, o algún seudónimo parecido.
Estoy en la autopista y no puedo dejar de llorar, las lágrimas corren y corren, simplemente no sé qué hacer, me siento traicionada y hundida, abandonada, mi única familia se desmoronó delante de mis ojos y no pude hacer nada, que será de mi vida ahora, volver a la soledad que por tantos años me atormentó es de los panoramas más horrible que veo.Y perdonarlo, no, simplemente no podría, ¿cómo haría algo así?Me orillé y tuve que detener el auto para poder llorar, lloré y lloré, fue un llanto tan hondo, tan profundo, sentía que me lloraba el alma, acababa de ver caer al hombre de mis sueños, un hombre humano con defectos pero que en mi mente ocupaba el pedestal más alto. Vienen a mi mente esos mensajes una y otra vez, una y otra vez.Christian se acostó con esa mujer mientras estuvo en Los Ángeles, y también antes de nuestro matrimonio. Siento tanta rabia, tanta impotencia, lloro con furia, empiezo a gritar y golpear el volante con fuerza, que injusto es todo, creí ciegamente en él, en
Mi idea era correr hacia la casa, pero estaba tan asustada y petrificada a la vez, que permanecí en el mismo lugar hasta que Christian llegó a mí. July, quien estaba detrás de mí, agarró mi hombro con fuerza, cómo supiera del trance que estaba viviendo. Voltee a verla. —Debes hablar con tu esposo y aclarar toda la situación, pero por favor, recuerda dónde está tu hogar. —dijo tocando mi pecho. —Sabes que allá adentro siempre habrá lugar para ti si lo necesitas. — susurró en mi oído y se retiró con paso lento, por los años. Al entrar la madre July al orfanato, la puerta hizo un sonido estruendoso, que después hizo más vivido el silencio que había entre mi esposo y yo. —No quiero perderte, Mónica. —dijo él, arrodillado frente a mí, con la vista al suelo. — perdóname por favor, perdóname. —tomó mis manos con las suyas. Yo aún de pie, con los ojos de sorpresa que hace unos minutos al ver el auto. Era como si no pudiera conectar con lo que estaba pasando. Solo sentía la brisa fría en e