—Tranquilízate Farah, se fue tras ella, me acaba de mensajear, diciendo que se encuentran en el parque, frente al kiosco.
Álvaro se dirigió corriendo hacia allá, mientras Arnulfo y Daniel se acercaron a Emilio.
—No debiste hacer eso, no te ves una mala persona, pero debo advertirte que la joven a la que agrediste no se encuentra sola. Si vuelves a acercarte a ella, no estaré hablándote tan tranquilo como lo estoy haciendo en este momento. —Arnulfo se dirigió a él.
—Yo... lo lamento.
— ¿No te enseñaron a respetar a la mujeres? —Daniel cuestionó molesto.
—Yo soy un caballero. —Emilio se puso de pie avergonzado—. Lamento lo que hice—, se volvió a disculpar y se retiró sintiéndose un completo imbécil.
***
Luego de recorrer un par de calles, Álvaro llegó al centro de la ciudad, para encaminarse en dirección al parque donde
Pasada la crisis llega la calma, además que está próximo un evento especial. Ojalá nos dejes una reseña, si esta historia es de tu agrado, además de invitarte a conocer Amar una vez más a Fernando Ponce y Clarissa Landeros #FerIssa quienes también tienen mucho por contar. Una historia con grandes secretos, dolor, resiliencia, engaños, traición y mucho drama.
A la mañana siguiente. Doña Ofe se encontraba recostada sobre uno de las tumbonas observando a Paula María nadar, sonreía al admirar la habilidad que tenía su bisnieta, sabiendo que practicar ese deporte la hacía relajarse y disminuir la intensidad de ansiedad que solía tener. —Se me hace que te voy a llevar a las olimpiadas algún día —mencionó para sí misma, mientras bebía el agua de coco que le acababan de llevar, tomó su abanico y comenzó a agitarlo para refrescarse—. De no ser porque es muy temprano para hacer desfiguros en este momento me quitaba el vestido de playa que traigo, mira que me costó una fortuna, que porque la tela era muy fresca y era el último grito de la moda, pero no es verdad me muero de calor—. Debería contratar un hombre grandote, musculoso y bien guapo para que me aviente aire con las hojas de una palmera como le hacían a Cleopatra. —Carcajeó divertida. Miró hacia
Día del Evento. Irving se dirigió al hotel donde se hospedaron Carlos y Daniela, los invitados de Aitana para caminar con ellos hacia el CAM. Mientras lo hacían pudieron observar que aún conservaba la imagen de ciudad colonial. Cuando llegaron al inmueble pudieron distinguir el movimiento que había en él. Jóvenes tocando con guitarras, chicos con sus cámaras, para tomar fotografías, mesas con adornos labrados en barro negro. Aitana notó cuando sus invitados llegaron, entonces se dirigió a ellos para darles la bienvenida y dirigirlos al auditorio del lugar; mientras Irving se acercó al ver llegar a Álvaro y Alondra con algunas degustaciones para el evento, a continuación, el médico se fue a ayudarlos. Durante el trayecto, ellos distinguieron unos lazos colgados, (simulando unos tendederos), por el amplio corredor por el que iban pasando. Sobre estos había fotografías ampliadas,
Luego de degustar los bocadillos, la tradicional taquiza no se hizo esperar, con diferentes variedades de guisos, además de las tortilla de comal. La música comenzó a amenizar el lugar. Aitana se movía de un lado a otro tratando de pasar tiempo con la mayor parte de los asistentes, además de estar pendiente que no hiciera falta nada. Mientras Irving, estaba en la puerta principal mirando el reloj, esperando a que su sorpresa llegara. Una vez que los presentes terminaron de comer, el mariachi entró entonando las tradicionales mañanitas, dedicadas al aniversario del centro. Luego de eso comenzaron con ‘Cielo rojo’, tema que la fundadora del lugar pidió, cantando desde la mesa donde se encontraba mirando a su esposo. Posterior a eso, la psicóloga habló con el cantante del mariachi, dirigiendo con la mirada hacia donde se encontraba la mesa de Carlos, entonces se acercó a ellos para preguntar qué tema deseaban.<
—Dame un minuto, voy a avisarle a Danny que me voy con vos a conocer el centro mientras ellos disfrutan del baile. —Indicó, se puso de pie y fue hasta donde estaba Daniela, para avisarle que se iba con Alondra, a conocer el CAM, entonces regresó a la mesa—. Podemos irnos. Caminaron por el jardín hasta llegar a la gran casona que albergaba el CAM pasaron por la galería del corredor, en donde se quedaron observando las imágenes. Alondra vio las pequeñas manitas de Pau sujetas acompañadas de una cicatriz. Luego miró la imagen del dorso de Aitana golpeado y con esa gran quemadura. También distinguió la fotografía de las marcas de sus piernas que estaban a lado de las de ellas. — ¿Te puedo preguntar algo? —Alondra miró a Carlos. —Sí— respondió Carlos, aclarándose la garganta conmovido al ver aquellas imágenes. — ¿Hubo algún motivo que hiciera a Aitana invitarlos aquí?
"Las Palabras nunca alcanzan, cuando lo que hay que decir desborda el alma". Julio Cortázar *** A la mañana siguiente. Álvaro y Alondra se encontraban desayunando en compañía de Carlos y Danny, cuando recibió un mensaje, entonces, frunció el ceño. — ¿Sucede algo? —Alondra cuestionó. —No lo sé, mi abuela me mandó una ubicación, para encontrarlos en otro lugar. No entiendo porque no llegaron al hotel con nosotros. —Es extraño —Alond
Oaxaca, Oaxaca. Una semana después. Alondra se encontraba en su oficina, con un contenedor sobre su escritorio, recogiendo sus cosas. Giró para sacar lo que tenía en un pequeño librero. En ese momento Emilio se acercó a la oficina de ella, entonces pudo observarla guardando sus pertenencias. Colocó su mano sobre el marco, pegando su frente, lamentando el incidente que provocó hacía unos días. Cerró sus ojos tratando de tomarse unos minutos para poder enfrentarla, pensando en qué decirle y por donde comenzar a hablar. Como explicarle el arrebato que tuvo, La forma en que había visto a su novio esperándola y con premeditación, se acercó a ella para estampar sus labios sobre ella, porque se sintió tan celoso, que quiso enterarlo que él también estaba enamorado de la misma chica. Alondra giró sobre su eje, al percibir el aroma de él dentro de su oficina. Para ella fue evi
Horas más tarde. Álvaro regreso a la habitación del hotel, sonrió al encontrarse con Paula María luciendo un hermoso vestido de princesa, Alondra pintando sus uñas y a la abuela colocándole una corona. —Salgo un momento y ustedes hacen fiesta. —Sonrió al verlas tan emocionadas. — ¿Te gusta el vestido que me compró, mi abu? —Pau cuestionó alegre. —Sí, te ves como la princesa más hermosa, que he visto en mi vida —respondió, cautivado por su pequeña. —Aclaremos una cosa. —Doña Ofe lo señaló—. Pau y yo estábamos juntas, tú estabas aquí, cuando nos fuimos a desayunar luego se nos ocurrió visitar a Alondra a su trabajo y de ahí nos fuimos de compras las tres —informó. —Ya veo. —Álvaro miró alrededor, observando las bolsas que había. — ¿A qué se debe, el motivo de&n
Ensenada, Baja California. Anastasia la hermana de Amanda, salió del tribunal de lo familiar, leía la oposición interpuesta por Daniel, observaba el informe que había emitido la psicóloga de su sobrina, además del informe de la trabajadora social. Todo se ponía en contra de ellas. —Eres una estúpida, Amanda, ¿de qué manera podrías acercarte a tu hija si todo está en tu contra? Tú misma cavaste tu tumba y la nuestra, al haberte echado de enemigo a un hombre tan poderoso como tu ex marido. —Bramó. Caminaba molesta hacia su auto, cuando chocó golpeándose con uno de sus hombros con el abogado. Lo miró rabiosa. Daniel la observó sin poder evitar sentir un escalofrío al tenerla tan cerca. Ya que era una mujer hermosa, con clase y refinada, pero estaba seguro que al igual que Amanda, tenía el corazón podrido. Bastaba con mirar su angelical rostro, con esos profundos ojos Azule