A la mañana siguiente.
Alondra se encontraba en su oficina arreglando un par de pedidos que iban a llevar hacia la ciudad de Puebla. Luego de la presentación que habían tenido allá, obtuvieron buenas respuestas de algunos empresarios, deseando comercializar el producto.
Redactó un correo para Emilio cuando Emma una compañera le pidió que atendiera una llamada, explicando que deseaban hacer un pedido para el extranjero. Ambas sonrieron emocionadas.
—Buenas tardes, le atiende la licenciada, Alondra Robles, mi compañera Emma, me transfirió la llamada, para poder atenderla —respondió. — ¿Con quién tengo el gusto? —sonrió al escuchar el nombre—. Aitana, ¿para cuándo necesitas tu pedido y hacia dónde?
Luego de unos minutos con la psicóloga que alguna vez la atendió. Sonrió.
—Un placer atenderte. — Antes de finalizar la llamada, le comentó—: Te estoy
¿Se convertirá Emilio en un rival? Se cuenta con un nuevo lugar para apoyar a las personas en situación de riesgo, Alondra será muy feliz cuando se entere.
Dos semanas después. Alondra repasaba una lección con Paula quien la observaba atenta, sacaban las ideas principales, además de comer un par de galletas que les había comprado a sus compañeros de repostería. Luego de explicarle con paciencia, al terminar la niña la tarea que tenía que enviar a la plataforma, se dirigieron al CAM. — ¿Qué vamos a hacer? —Pau le preguntó. —Pues voy a tomarte como mi modelo —Alondra explicó a la pequeña lo que necesitaba. ¿Quieres hacerlo? —la joven se inclinó para verla a los ojos. —Creo que sí. —La miró con timidez. —Pau, yo nunca te pediría que hicieras algo que no te guste o no desees, para mí es importante que tú seas parte de esto, porque ambas, hemos pasado por momentos difíciles. Anhelo que las personas que van a ir puedan enterarse, logren sentir parte de nuestro dolor; pero no quiero que te sientas compro
—Tranquilízate Farah, se fue tras ella, me acaba de mensajear, diciendo que se encuentran en el parque, frente al kiosco. Álvaro se dirigió corriendo hacia allá, mientras Arnulfo y Daniel se acercaron a Emilio. —No debiste hacer eso, no te ves una mala persona, pero debo advertirte que la joven a la que agrediste no se encuentra sola. Si vuelves a acercarte a ella, no estaré hablándote tan tranquilo como lo estoy haciendo en este momento. —Arnulfo se dirigió a él. —Yo... lo lamento. — ¿No te enseñaron a respetar a la mujeres? —Daniel cuestionó molesto. —Yo soy un caballero. —Emilio se puso de pie avergonzado—. Lamento lo que hice—, se volvió a disculpar y se retiró sintiéndose un completo imbécil. *** Luego de recorrer un par de calles, Álvaro llegó al centro de la ciudad, para encaminarse en dirección al parque donde
A la mañana siguiente. Doña Ofe se encontraba recostada sobre uno de las tumbonas observando a Paula María nadar, sonreía al admirar la habilidad que tenía su bisnieta, sabiendo que practicar ese deporte la hacía relajarse y disminuir la intensidad de ansiedad que solía tener. —Se me hace que te voy a llevar a las olimpiadas algún día —mencionó para sí misma, mientras bebía el agua de coco que le acababan de llevar, tomó su abanico y comenzó a agitarlo para refrescarse—. De no ser porque es muy temprano para hacer desfiguros en este momento me quitaba el vestido de playa que traigo, mira que me costó una fortuna, que porque la tela era muy fresca y era el último grito de la moda, pero no es verdad me muero de calor—. Debería contratar un hombre grandote, musculoso y bien guapo para que me aviente aire con las hojas de una palmera como le hacían a Cleopatra. —Carcajeó divertida. Miró hacia
Día del Evento. Irving se dirigió al hotel donde se hospedaron Carlos y Daniela, los invitados de Aitana para caminar con ellos hacia el CAM. Mientras lo hacían pudieron observar que aún conservaba la imagen de ciudad colonial. Cuando llegaron al inmueble pudieron distinguir el movimiento que había en él. Jóvenes tocando con guitarras, chicos con sus cámaras, para tomar fotografías, mesas con adornos labrados en barro negro. Aitana notó cuando sus invitados llegaron, entonces se dirigió a ellos para darles la bienvenida y dirigirlos al auditorio del lugar; mientras Irving se acercó al ver llegar a Álvaro y Alondra con algunas degustaciones para el evento, a continuación, el médico se fue a ayudarlos. Durante el trayecto, ellos distinguieron unos lazos colgados, (simulando unos tendederos), por el amplio corredor por el que iban pasando. Sobre estos había fotografías ampliadas,
Luego de degustar los bocadillos, la tradicional taquiza no se hizo esperar, con diferentes variedades de guisos, además de las tortilla de comal. La música comenzó a amenizar el lugar. Aitana se movía de un lado a otro tratando de pasar tiempo con la mayor parte de los asistentes, además de estar pendiente que no hiciera falta nada. Mientras Irving, estaba en la puerta principal mirando el reloj, esperando a que su sorpresa llegara. Una vez que los presentes terminaron de comer, el mariachi entró entonando las tradicionales mañanitas, dedicadas al aniversario del centro. Luego de eso comenzaron con ‘Cielo rojo’, tema que la fundadora del lugar pidió, cantando desde la mesa donde se encontraba mirando a su esposo. Posterior a eso, la psicóloga habló con el cantante del mariachi, dirigiendo con la mirada hacia donde se encontraba la mesa de Carlos, entonces se acercó a ellos para preguntar qué tema deseaban.<
—Dame un minuto, voy a avisarle a Danny que me voy con vos a conocer el centro mientras ellos disfrutan del baile. —Indicó, se puso de pie y fue hasta donde estaba Daniela, para avisarle que se iba con Alondra, a conocer el CAM, entonces regresó a la mesa—. Podemos irnos. Caminaron por el jardín hasta llegar a la gran casona que albergaba el CAM pasaron por la galería del corredor, en donde se quedaron observando las imágenes. Alondra vio las pequeñas manitas de Pau sujetas acompañadas de una cicatriz. Luego miró la imagen del dorso de Aitana golpeado y con esa gran quemadura. También distinguió la fotografía de las marcas de sus piernas que estaban a lado de las de ellas. — ¿Te puedo preguntar algo? —Alondra miró a Carlos. —Sí— respondió Carlos, aclarándose la garganta conmovido al ver aquellas imágenes. — ¿Hubo algún motivo que hiciera a Aitana invitarlos aquí?
"Las Palabras nunca alcanzan, cuando lo que hay que decir desborda el alma". Julio Cortázar *** A la mañana siguiente. Álvaro y Alondra se encontraban desayunando en compañía de Carlos y Danny, cuando recibió un mensaje, entonces, frunció el ceño. — ¿Sucede algo? —Alondra cuestionó. —No lo sé, mi abuela me mandó una ubicación, para encontrarlos en otro lugar. No entiendo porque no llegaron al hotel con nosotros. —Es extraño —Alond
Oaxaca, Oaxaca. Una semana después. Alondra se encontraba en su oficina, con un contenedor sobre su escritorio, recogiendo sus cosas. Giró para sacar lo que tenía en un pequeño librero. En ese momento Emilio se acercó a la oficina de ella, entonces pudo observarla guardando sus pertenencias. Colocó su mano sobre el marco, pegando su frente, lamentando el incidente que provocó hacía unos días. Cerró sus ojos tratando de tomarse unos minutos para poder enfrentarla, pensando en qué decirle y por donde comenzar a hablar. Como explicarle el arrebato que tuvo, La forma en que había visto a su novio esperándola y con premeditación, se acercó a ella para estampar sus labios sobre ella, porque se sintió tan celoso, que quiso enterarlo que él también estaba enamorado de la misma chica. Alondra giró sobre su eje, al percibir el aroma de él dentro de su oficina. Para ella fue evi