Matteo LombardiAl cerrarse las puertas de mi oficina, observo como sale de mi vida la única mujer que he amado, y con ella se va mi corazón....¿Por qué? ¿Porque me traiciono?, ¿Porque lo hizo?No le importo mis sentimientos ni mi amor, lo único que quería era enamorarme para luego dañarme, todo este tiempo fingió un amor por mí que jamás existió.— Matteo.-miró a quien me llamo. - Se que no es el momento, pero quiero decirte que puedes contar conmigo, para lo que necesites, tengo entendido que la empresa no está pasando por su mejor racha.No presto atención a sus palabras, toda mi cabeza da vuelta,no puedo hilar ni uno solo de mis pensamientos.— Fiorella, como bien dices este no es el momento para hablar, por favor vete, luego hablaremos.— Pero Matteo.-dice molesta.- Ahora no, solo vete déjame solo.Le pido a mi abogado que la saque del edificio, ya que esta reacia a irse y justo ahora lo que menos necesito es lidiar con Fiorella y sus caprichos.Escucho como se cierra las puerta
Miro su rostro con una sonrisa de satisfacción, sabe que me coloco en una apretada situación.Hubo un silencio bastante incomodo.Hasta que es roto, por el mismo que creo el problema.— Dígame señorita gerente, ¿Que hará?, permitirá que una mujer con esa fama continue trabajando en este lugar, ¿Que pensara su distinguida clientela si saben de esa situación?.La gerente no ha dicho ni una sola palabra....— Permítame decirle que sucederá... Cuando sus clientes sepan que está trabajando una señorita que fue culpada por robo, mucho se irán por miedo a que sus pertenencias sean robadas, además de que poco a poco, nadie querrá comer en estas instalaciones menos, si hay excelentes cafeterías con categoría y que además sus trabajadores no tienen ninguna fama que perjudique la imagen del restaurante.— Entonces le pregunto ¿Qué piensa hacer?.— Va a perder toda esta clientela, por una simple mesera, ¿va a echar a la basura todo el sacrificio que hizo para tener este lugar?. Si no la expulsa d
Matteo LombardiHa pasado algunas semanas, desde la última vez que vi a mi cerecita, bueno ya debería dejar de llamarla de esa forma, ella me fallo, no puedo seguir con los mismos sentimientos para con ella.Se dice tan fácil, pero es tan complicado a la vez.La última vez que la vi, me comporte como el propio patán, me deje llevar por la furia que había en mí, hice que la expulsaran de su trabajo, sin ninguna contemplación.He estado yendo a varias cafeterías, restaurantes, incluso llame a Andrea para saber si había ido a buscar trabajo en el club nuevamente, pero no fue así, parece como si la tierra se la hubiese tragado.Desde que se fue, mi vida a estado de cabeza como nunca antes, por un lado, estoy intentando sacar a la empresa de la crisis, que ella misma ocasión, y por el otro lado tengo a mi padre y a Fiorella.Mi excelente padre, está presionando para que haga su voluntad, y ¿cuál es esa voluntad?, Casarme o de lo contrario me quitara la empresa, logro su objetivo todos los
Mirabella Leone— Tu.No abrí muy bien la puerta, cuando volví a cerrarla de forma abrupta, fui rápida en reaccionar, o eso pensaba, pero no fue lo suficientemente ágil, porque Matteo metió el pie, impidiendo que pudiera cerrar la puerta como era mi intensión.Empujo lo más fuerte que puedo, pero mi fuerza a comparación con la suya claramente es estoy en desventaja, y eso se ve claramente, cuando logra abrir y entrar a mi departamento.Me alejo, lo que menos quiero, es tenerlo cerca, por eso salí huyendo del restaurante, no quería volver a enfrentarme a su furia.— ¿Qué haces aquí?, da pasos en mi dirección. - No te acerques, y contesta mi pregunta ¿A qué has venido?.Queda a mitad de la living.— Hablar contigo. - lo miro como si le hubiesen salido otra cabeza.- No tenemos nada de qué hablar, todo quedo claro señor Lombardi.— Si, si tenemos que hablar, ¿Porque huiste del restaurante?.- es una broma.- No hui, solo me fui, porque quise hacerlo.- es una gran mentira, pero no voy a admi
Siento sus manos introducirse debajo de mi blusa, acaricia cerca de mis senos, las desliza hasta llegar a mis nalgas aprontándolas, continúa su camino hasta tomarme por los muslos, por inercia enrolló mis piernas en su cintura.Camina algún lugar del pent-house, conmigo cargada en su cintura, no hemos despegado nuestros labios, me coloca lentamente encima de algo suave, se aleja un poco del rostro, mira fijamente mi rostro, como si lo estuviera detallando, acaricia suavemente el borde mi frente retirando uno de mis cabellos.Siento la expectativa correr cada poro de mi piel...Vuelve a besarme, pero esta vez con más ganas, como si no quisiera que me alejara, me toma por las caderas manteniéndome en mi lugar, mientras el devora mis labios. Con sus manos toma el borde mi blusa, retirándola de inmediato, dejando la parte superior más visible.Baja sus labios haciendo un camino de besos, hacia mis pechos, hace un lado el brasier, para llevar uno de los pezones a su boca, siento como chupa
Todo esto me pasa, por tonta, por creer que sus besos y caricias eran porque me amaba, porque deseaba estar conmigo, porque creía en mis palabras, pero la realidad es...Como el mismo lo dijo, quería demostrar que yo solo era una zorra, que me acostaba con cualquiera, y al no resistirme, dejó claro su opinión sobre mí..Pero ya no más... Ya no más Matteo Lombardi, hasta hoy bote una lágrima por ti.Me seco las lágrimas dejando atrás el lujo edificio, donde fue pisoteada mi dignidad. Llegó hacia la parada, de inmediato viene el transporte público, subo en el cuándo ya estoy en el asiento suelto el nudo atrapado en mi garganta.Lloro por lo ocurrido, lloro por la rabia de no poder demostrar mi inocencia, lloro por el amor no correspondido, lloro por él y sus falsas promesas.Porque eso fueron falsas promesas, un amor falso, sus te amos falsos, mientras me hacia el amor, ¿El amor? No, mientras me fo*llaba diciendo cosas cariñosas al oído, pero todo era mentira, solo quería que le abriera
Matteo LombardiDejé de escuchar cuando dicen "ella acaba de tener un accidente" sentí que un frío envolvía mi corazón, me quedé mudo al escuchar la noticia, y el teléfono calle con estruendo sobre el escritorio, caí sentado en mi silla, con las manos en la cabeza.Una inexplicable angustia me embargo, esto no podía ser verdad, ella debía estar bien. Se que ella me traicionó, pero si a Mirabella le sucede algo, yo me moriría.Aunque quiera engañarme, sigue siendo la mujer de mi vida, un mundo sin ella sería un mundo miserable.La voz atreves del teléfono, atrajo mi atención, me apresure a tomar el móvil, debía saber si estaba bien.— ¿Mirabella está bien?. - Hablo de forma apresurada. — La golpee con mi auto- mi corazón se oprime al saber que propia estar gravemente herida.— ¿En qué hospital la llevaste? - hablo saliendo de mi oficina, con dirección al ascensor.— Voy para allá, y cuando esté en el lugar, me vas a explicar cómo fue que la golpeaste y más te vale que no le suceda nada.
— Cerecita. - me llama con una pequeña sonrisa y un gesto de preocupación, que justo ahora me irritaHago como si no hubiese escuchado nada, mi cabeza me está pasando una mala jugada. Él no puede estar aquí frente a mí, lo sé, dejó en claro lo que significó para su vida.— Cerecita. - volvió a decir.Fije mi mirada en su dirección, lo observe sin ninguna expresión en el rostro, lo que menos deseaba era verlo, en estos momentos no toleraba su presencia, ni su rostro, en resumen, no soportaba tenerlo en el mismo espacio que yo.— Señorita, su novio a esta esperando por horas preocupado por su salud. - intervino la enfermera, sin ser consiente del ambiente tenso que inundaba la habitación.—Así que fingiste ser mi novio?, hasta donde tengo entendido yo solo soy una zorra traicionera.- me mira con su rostro confundido— Necesitaba saber sobre tu salud.- lo miró con ironía por su falsa preocupación.— ¿Para qué? ¿Necesitabas corroborar que estuviera muerta?, No tienes de que preocuparte, c