CAPÍTULO 36: LA VIEJA BRUJA SE SALE CON LA SUYAMichaelIntento no sonreír de satisfacción, pero me es difícil contenerme cuando veo las pruebas en las manos del abuelo Dupont. Yo mismo me encargué de enviarlas hasta aquí en este preciso momento; aunque, por supuesto, debía hacerlo en el anonimato, de otro modo habría demasiados cuestionamientos sobre cómo conseguí esas pruebas, y a pesar de que a Natalie pueda mantenerla en una burbuja, sé que su madre y el abuelo son otra cosa.—¿Qué significa esto, Victoria? —vuelve a preguntar el abuelo.Ella se pone de pie, tan pálida como un papel. De forma grosera le arranca los documentos de la mano y los lee por encima, a medida que descubre las pruebas sus ojos se van abriendo más y más hasta que ya no puede más. Explota, arrojando las hojas por los aires.—¡¿Qué es esto?! ¡¿Alguna especie de mala broma?! —cuestiona—. Te juro que yo no tengo nada que ver, no sé qué es eso.—Ahí se ve claramente lo que es, madre. ¡Tú saboteaste mi licitación!
CAPÍTULO 37: UN TRATO CON EL ESBIRRO DE MI PADREMichaelLo voy a matar.Natalie lo mira confundida, evidentemente. Se echa a reír, pero al ver que él no se ríe, comprende que John de verdad cree que está embarazada.—¿Disculpa? ¿De dónde sacas que estoy embarazada? ¡¿Me veo gorda?! —pregunta subiendo el tono de su voz un par de octavas.—Por supuesto que no, princesa. Tu cuerpo es perfecto. John es solo un entrometido que asume lo que nadie le ha dicho —contesto haciéndole un gesto asesino con la mirada a John.—Oh, entiendo. Mil disculpas señorita Natalie, es que yo creí que como ustedes… ya saben… pensé que estaba embarazada. Lo lamento.Natalie se pone roja de la vergüenza.—Descuida —le dice con una sonrisa—. Yo, me iré a dormir, estoy muy agotada.Sale corriendo y sube las escaleras hasta perderse en el pasillo, a los pocos segundos escucho el portazo de la puerta y en ese instante salto contra John tomándolo de la camisa. Lo empujo hacia el cuarto de invitados que se encuentra
CAPÍTULO 38: MI ABUELO SE PONE MALNatalieLlevo días dándole vueltas en la cabeza a la conversación que logré escuchar entre Michael y John. Sé que le dije que confiaba en él, pero no pude evitar acercarme para descubrir por qué mi esposo tiene unas reacciones tan extrañas cada vez que John se encuentra con nosotros en la casa.Ya es bastante raro que creyese que estoy embarazada, pero lo que dijeron dentro de la habitación me tiene consternada, y no puedo dejar de sentir que Michael es mucho más de lo que aparenta.Solo alcancé a escuchar cuando Michael le decía que no estaba jugando, que realmente me amaba. Mi corazón dio un vuelco en ese momento, pero no pude oír nada más porque sentí que Michael estaba por salir. Salí corriendo y me asomé desde el barandal cuando, en efecto, lo vi asomarse. No sé si me vio, pero rápidamente fingí que estaba durmiendo.A pesar de que dijo que me amaba, lo que no deja en paz mi mente es la primera parte. ¿Por qué John le reclamaría que está jugando
CAPÍTULO 39: EL DESAFÍO DEL HERMANOMichaelSu mirada desafiante me hace apretar los dientes. Me dan ganas de romperle la cara aquí mismo, pero sé que hacer eso podría jugarme en contra. Pequeño mocoso malagradecido y malcriado; de no ser por mí, estarías pudriéndote tres metros bajo tierra.—Este no es el momento para esta clase de discusiones —respondo con una mirada determinada.Lo hago a un lado y entro siguiendo a Natalie directamente a la habitación del abuelo. Victoria brilla por su ausencia, aunque eso no me sorprende. Después de todo, me imagino que debe estar deseando que su suegro se muera al fin para poder quedarse con todo.—¡Abuelo! ¡Abuelito! —chilla Natalie arrodillándose a su lado en la cama.El hombre no se ve nada bien, se encuentra postrado en la cama y parece haber envejecido cinco años de golpe. Una enfermera a su lado le regula el suero que le pasa por una cánula hasta las venas.—Naty, querida, no debiste venir, todo está bien —dice en un susurro casi impercept
CAPÍTULO 40: EL PODER DE UN DON NADIEMichaelEsa misma noche mientras Natalie duerme, hago mi llamada correspondiente. ¿Cuántas coincidencias de la vida podrían beneficiarme? No lo sé, pero tiene que ser el destino quien se encarga de mover los hilos.El doctor Tomas Knight es casi como un viejo amigo de la familia. Hace muchos años antes de que se mudase a Londres y fuese un doctor increíblemente exclusivo, atendió a mi padre cuando padeció una grave enfermedad.Yo todavía era un niño, pero lo recuerdo bien porque el doctor tenía una hija de mi misma edad. Al ser tan importante, una de las bandas criminales más peligrosas de Chicago la secuestraron para obligarlo a operar a su líder.El doctor Knight no tuvo más que recurrir a mi padre para ayudarlo a traer de vuelta a su hija, y cumplió con su palabra. Luego de eso él quedó en una eterna deuda con nosotros. Creo que ha llegado el momento de cobrársela.Marco su número entre mis contactos esperando que atienda enseguida. Se demora u
CAPÍTULO 41: PIERDE CON DIGNIDAD, CUÑADOMichaelEl día amanece lleno de caos. Casi no pude dormir mientras hacía todas las llamadas correspondientes y movía los hilos para hacer que el doctor Knight llegase al hospital.Sin embargo, el mediodía se acerca a toda prisa y no tengo señales de él por ninguna parte. Axel me informa que sigue en el aeropuerto esperando la llegada para dejar el cargamento. Mi padre no ha notado todavía que no está, y espero que siga así por un buen tiempo.—¿Y bien? ¿Dónde está tu supuesto amigo íntimo, el dotor Knight? —cuestiona Maddox. Incluso su madre se encuentra aquí, todos esperan verme fracasar en esto, esperan que sea una mentira y que la sostenga hasta el final.—Se ha retrasado un poco por el mal clima en el vuelo, es todo.Natalie camina de un lado a otro, puedo ver la preocupación en sus ojos.—Será mejor que vayas preparando los papeles del divorcio, hermanita —se burla.En ese momento recibo una llamada de teléfono de parte de Axel, Me alejo d
CAPÍTULO 42: ELLA CONFÍA EN MÍMichaelNatalie suspira de alivio y me rodea con sus brazos en un espontaneo abrazo que no me esperaba. Sonrío y rodeo su cuerpo contra el mío con fuerza.—¡Está bien! —exclama con felicidad.—Me alegra que todo haya salido bien, princesa.—Esto fue gracias a ti —me dice con los ojos brillantes de la euforia.—Yo no soy doctor, solo ayudé a conseguir al mejor de todos —respondo encogiéndome de hombros.Escucho a Maddox refunfuñar detrás de mí, pero hago caso omiso. Natalie vuelve a abrazarme con ternura, luego sus labios buscan los míos con una suavidad que me estremece.—Voy a… voy a tomar un café, ¿quieres algo?—Mmm, un panecillo y un jugo, por favor.Miro a Maddox y por un momento me siento tentado a irme sin preguntarle nada, pero acabo haciendo lo correcto.—¿Deseas algo?—No, nada.Me alejo por el pasillo hasta la cafetería de la planta baja. Compro un café cargado y el pedido que Natalie me hizo. El señor Dupont estará en el hospital por algunos
CAPÍTULO 43: TE PERTENEZCO, MI ÁNGELNatalieMichael me mira como si yo fuese su comida, el sex0 con él es maravilloso y a decir verdad, ya no quiero seguir reprimiendo todo lo que me hace sentir. Cuando estoy con él me siento poderosa, sensual, me siento mujer.Ahora mismo mientras me desnudo ante él, un fuego intenso domina mi interior, mi entrepierna pulsa del deseo que me produce y ¡mi Dios!, solo deseo que me haga suya.Él se deshace de toda mi ropa y me deja de pie en medio de la habitación. Me rodea por completo haciéndome sentir muy observada.—¿Qué haces? —pregunto con curiosidad genuina.—Quiero grabarme cada parte de tu cuerpo en la memoria. Eres perfecta Natalie.No puedo evitar sentir vergüenza al escucharlo. Sé que soy guapa, pero nunca me he sentido perfecta, a pesar de todo tengo inseguridades, como mis pechos pequeños, o el hecho de que no me gusta mi trasero.—No soy perfecta, tengo muchos defectos.—Yo no los veo —responde con seriedad.De pronto saca de su bolsa ne