Selim salió corriendo y cuando Kenna miró esto, intentó salir detrás de él. Sin embargo, Zahid la detuvo.—Déjalo… Yo iré… Quédate aquí, por favor.Zahid salió detrás de Selim y solamente pudo alcanzarlo cuando llegó a la casa de Kenna.—¿Qué diablos piensas al manejar de esa forma acaso te quieres matar?—No deberías estar aquí, tienes que estar al lado de Kenna, márchate.De la nada comenzó a llover, cada vez se ponía peor. A pesar de la petición de Selim, Zahid no se movió ni un poco.—Si he venido aquí es porque Kenna quería venir y no quise que lo hiciera, ya que no sé qué tipo de reacción puedas tener, no pienso poner en riesgo a mi novia… tienes que aceptarlo… ella ya tomó su decisión.La puerta de la casa se abrió nuevamente y cuando ellos miraron se sorprendieron era Kenna que estaba empapada de pies a cabeza.—Selim…. Lo siento…. Pero como dijo Zahid, ya tomé mi decisión…. No sé porque te afecta si solamente soy tu amiga deberías estar feliz por nosotros.—¿Por qué me decías
Kenna pasó al lado de Anna que fue incapaz de tocarla debido a Zahid, ella fue directo donde Selim y acarició su herida.—Selim —ella le habló con dulzura —por favor abre tus ojos.Él comenzó a parpadear y lo primero que miró fue la mirada angustiada de Kenna, Selim llevó su mano a la venda.—Ay —él hizo un mohín de dolor —¿Qué me ha pasado? ¿En dónde estoy?—Selim, te encuentras en el hospital y con una herida en la cabeza. Me han llamado de inmediato porque así lo pedí la última ocasión que estuve aquí contigo.—No debiste molestarte, al final no soy nadie importante en tu vida.—Claro que lo eres, siempre vas a ser el mejor amigo de mi hermano y por ende te veo como familia. Ahora quiero que me digas lo que ha sucedido.—Ese no es asunto tuyo —Anna gritó mientras era sostenida por Zahid —¡Suéltame, poco hombre!—Ya cállate, pinche vieja loca —Zahid la miró con fastidio —¿Acaso tienes miedo que este tonto hable? No me digas que tú le has provocado tremenda herida en la cabeza.Cuand
Los guardaespaldas se pusieron un tanto nerviosos, ya que eran conscientes de la persona que hacía esta advertencia. El dragón del desierto no era alguien que se pudiera tomar a la ligera.—Zahid, vas a asustar a los empleados. No es necesario que los amenaces de esa manera.—Kenna, no es una amenaza, es una advertencia de lo que va a pasar en caso de que a ti te pase algo.—No me va a pasar nada —ella miró a los miembros de seguridad —. No quiero que se angustien de más, ustedes son muchos y si se encuentran al servicio de la familia Iqbal es porque son lo mejor de lo mejor. Pronto la seguridad de la familia Rizik va a venir, así que trabajarán en conjunto para protegernos a todos, no solo a mí.—Bueno, ya han escuchado a mi mujer —Zahid miró a los guardaespaldas mientras ladeaba la cabeza —se pueden ir.La sala de la mansión volvió a quedar completamente sola, los únicos que quedaron fueron los enamorados.—Me has desafiado delante de la seguridad —Zahid miró a Kenna mientras arquea
Kenna al ver que los miembros de seguridad estaban a punto de recoger las cosas, se separó de Zahid.—Quiero que se detengan en este momento —ella ordenó con voz firme —aquí nadie se va.—Kenna, no hagas esto.—Zahid, tenemos que hablar —ella miró al mencionado y habló con firmeza —. No puedes hacerle caso a todo lo que Selim te diga y solo porque te conviene. Él, a pesar de todo, sigue teniendo una importancia muy grande en mi vida.—Hagan lo que ella les pide —Zahid ordenó con una voz ronca y llena de enfado —aquí me encuentro de sobra.Zahid se fue de la habitación y Kenna se sintió triste por la situación, ella miró a Selim quien apartó la mirada.—¿Estás contento? Justo esto era lo que quería evitar, ahora Zahid se encuentra enfadado conmigo y todo por tu culpa.—No te he pedido que abogues por mí, estoy dispuesto a irme de aquí.—Sabes bien que no tengo el corazón para dejarte ir mientras Anna se encuentra suelta y queriendo hacer quién sabe cuántas cosas. Ahora me voy a ir a ar
Zahid llegó a los barrios bajos, todas las personas que se encontraban ahí lo vieron. Él contrastaba con aquel ambiente que, a pesar de ser lúgubre como el dragón del desierto, no eran ni siquiera comparados.—No quiero que te arriesgues demasiado —su tío se acercó y lo miró con autoridad —si algo te llega a pasar, tu madre me va a despellejar vivo.—Así que ahora su relación ya tiene ese nivel —Zahid sonrió con burla y con la ceja alzada —vaya, espero tan siquiera que puedas avisarme cuando se casen.—Zahid, respecto a eso, yo…—Suficiente, tío —él alzó la mano —en estos momentos lo que importa es encontrar a la loca que quiere hacerle daño a la mujer que puso en marcha mi corazón. Ya después veremos el asunto con mi madre, querido papito.Zahid no le dio oportunidad a su tío para que hablara, simplemente se fue a buscar a los barrios bajos en compañía de varios agentes de la policía y sus guardaespaldas.—Maldición —Anna miró a Zahid y se escondió —no, no me pueden descubrir.Kenna
Kenna solo escuchaba gritos y pronto la sirena de la ambulancia llegó, ella se levantó al pensar que iban a trasladar a Zahid; pero su sorpresa fue grande al ver que se llevaron a Selim primeramente.—Ya viene otra ambulancia —la enfermera miró a Kenna —me iré con mi paciente.Ella se limitó a asentir y después de eso siguió haciendo presión sobre la herida de Zahid, la ambulancia llegó y se llevaron a este hombre.—Por favor resiste, cariño —Kenna tomó la mano de Zahid y la puso en su rostro —todo es mi culpa, nada de esto hubiese pasado si no hubiera insistido en estar a tu lado.—Pero dado que mi amada novia es la más terca que hay, es que me encuentro con un agujero en el hombro —Zahid acarició la mejilla de Kenna —hola, boca de pescado.—¡Zahid! —ella se lanzó sobre él y escuchó un quejido —¡Lo siento!Kenna se intentó apartar, pero el brazo de Zahid la detuvo y luego le dio un beso en la frente.—Si no fueras tan patosa, en definitiva no serías tú. Ahora, gracias a la Princesa d
Zahid se encontraba en su habitación y miraba a su madre con juicio, aquella mujer apartó su mirada y se movió un tanto nerviosa.—No pienso seguir discutiendo contigo, iré a buscar a Kenna y por tu bien espero que ella no se encuentre molesta porque si es así me voy a enfadar y mucho.Zahid salió del cuarto, su brazo se encontraba con un cabestrillo y vestía una bata de hospital. Se encontró con una enfermera y le preguntó por la sala de cuidados intensivos.—Siga derecho, ahí encontrará la entrada.Zahid llegó a la sala de cuidados intensivos y preguntó por la habitación de Selim, cuando llegó al cuarto y abrió la puerta miró a la pareja, pero ellos no se dieron cuenta de esto.—Por favor, Kenna. Dime que nunca me dejaste de amar, por favor, dime que me sigues queriendo como el primer día.Kenna miró a Selim y ante sus ojos vio el rostro de Zahid, ella deslizó su mano sobre la piel de este hombre y le sonrió con gran dulzura.—Te amo, nunca te dejé de amar, ni un solo minuto, ni un
Kenna transitó por el aeropuerto con una peluca puesta, ella pasó desapercibida por los demás. Cuando llegó al avión miró hacia atrás esperando tontamente que Zahid viniera por ella. No se encontraba acompañada por nadie debido al tema de la seguridad y pasar como alguien común.—Niña tonta, ni siquiera deberías voltear hacia atrás. Es obvio que a él no le importas en absoluto.Al subir, se encontró con Selim que iba en compañía de personal médico.—Hola, Selim —ella se acercó a él y le brindó una sonrisa —que gusto verte bien, por favor resiste el viaje.—Contigo a mi lado, voy a poder soportar cualquier cosa —él tomó la mano de Kenna —verás que sí.Kenna sonrió un tanto incómoda y apartó su mano con disimulo, ella se fue a sentar y pronto aquel avión se elevó por todo lo alto.—Señorita Rizik —Zhara se sentó delante de ella —pensé que estaría contenta al ver la reacción que tuvo el joven Selim hacia usted.—Pensaste mal, hay muchas cosas de las que no eres consciente porque estuvist