No sabía qué decir o qué hacer, todo lo que Aramis me había dicho era un poco confuso. ¿Cuál iba a ser mi elección? ¿Selim o Zahid?—Se supone que en el corazón de una mujer debe haber un solo hombre, no hay espacio para alguien más.—Querida, el corazón de una mujer es más profundo que el océano. Así que créeme que espacio hay ahí, pero debes escoger a uno de los dos, solo recuerda que Selim hasta el momento no ha mostrado interés alguno en ti —Aramis se levantó de la banca y me miró —lo que te dije no fue para que vinieras a confundirte, sino todo lo contrario, deseo que ames sin remordimientos al hombre que está dispuesto a darte todo aquello que quieres y que mereces.—Gracias, Aramis —me levanté y lo abracé —te amo, hermanote.—Y yo a ti, hermanita.Él me dio un beso en la cabeza y luego me llevó entre sus brazos. Entramos en la habitación de Zahid que se encontraba con su familia.—¿En dónde demonios te habías metido? —él me miró con reproche —pensé que te habías esfumado o que
Tenía miles de sentimientos encontrados, pero no pensaba mostrarme débil ante Zahid y mucho menos esperar toda una vida a que él quisiera quererme. Ya suficiente fue con Selim para volver a cometer el mismo error.—Así que si me disculpas, te dejo con las personas de tu cerrado círculo social. Aquí obviamente me encuentro de sobra.No espere que él me dijera nada, simplemente tomé a Aramis de la mano y lo miré casi suplicando que me sacara de ahí.—Vamos hermanita —él pasó su brazo por mis hombros —no te quiero ver triste.Perspectiva de la autoraKenna se fue junto con Aramis. Cuando Zahid miró, la tristeza de ella se sintió fatal. Él se enterró las uñas en su pierna e hizo un mohín de dolor.—No entiendo el motivo por el cual vienes a tratar mal a Kenna y a espantarla —su madre le dijo a manera de reproche —ella te quiere y se le nota, los paramédicos dijeron que te miraba con una gran angustia y por tu parte vienes a maltratarla cuando lo único que esa chica ha hecho es estar a tu
Zahid decidió irse del hospital, él no quería seguir ahí cuando era consciente que lo que tenía no era de gravedad. Cuando llegó a su habitación pudo ver a Kenna en compañía de los demás y como lloraba, él se encontraba en la penumbra mientras veía a aquella mujer llorar con dolor.—¡¿Y de qué sirve que escoja a alguien que me quiera?! Todos huyen en cuanto desarrolló algún sentimiento por ellos, pasó con Selim que nunca me correspondió y ahora sucede con Zahid. La diferencia con el último es que sé bien que me quiere, pero también soy consciente de que su terquedad es demasiado grande y me da temor saber si esto es más grande que el afecto que pueda tener por mí, por eso es que me encuentro llorando, no porque él no me quiera o algo por el estilo.Al final la dejaron sola porque ella lo pidió, y Zahid se quedó en la misma posición de antes. Él miraba como Kenna sacaba toalla tras toalla para secar sus lágrimas.—No seas tonta, Princesa del Zoco. Entiende que lo nuestro no puede ser y
Debido a la confesión tan inesperada de Kenna, Zahid decidió irse. Él salió por la ventana y se quedó helado al ver que aquella pequeña mujer lo había seguido.—¡Atrápame, Zahid!—¡No lo hagas!Antes de que Zahid pudiera evitar que ella se lanzara por la ventana, se vio sosteniéndola en sus brazos con gran fuerza. Él aspiró el aroma del cabello de Kenna y la jaló a su habitación.—Entiende, chiquilla tonta. No te convengo, por mucho que deseemos estar juntos es imposible; terminarás por quedar empañada debido a mi causa.—Quiero estar contigo y eso es lo único que sé —Kenna se apoyó del pecho de Zahid —¿Por qué te cuesta entender tanto esto?—Creo que ya hemos sido lo suficientemente claros respecto a ese asunto, somos como el blanco y el negro.—Y a pesar de eso, el Yin y el Yang están juntos, ¿O me equivoco? No te compliques tanto la vida, si tú me quieres, aunque sea solo un poco, por favor no me alejes de ti porque créeme que voy a aferrarme con todas mis fuerzas.—Niña tonta, no
La tensión en el aire era palpable, cuando Kenna se metió en el medio de ambos pudo sentir los dos pares de ojos tanto en su espalda como delante de ella.—Selim, por favor, vete que no deseo tener problemas con la loca de tu novia. Sinceramente, esa situación me pone al borde de la locura y tengo bastantes dificultades en este momento para agregarle una más.—Debes cuidarte de ese tipo —Selim habló con voz ronca y lleno de preocupación —sabes que eres importante para mí y que te quiero demasiado.—Selim, tratemos de evitar este tipo de situaciones porque ambos sabemos que los problemas que he tenido han sido en su mayoría por los celos de Anna. No puedes estar diciendo que me quieres de manera abierta porque se pueden prestar para malas interpretaciones, sé bien que tu afecto hacia mí es el de un hermano mayor hacia su hermana menor, pero las personas no son conscientes de esto.—Kenna… yo… no sé si siento un afecto de hermano hacia ti, creo que te estoy viendo como m…—¡Selim! —Anna
Cuando Anna intentó golpear a Devika por lo que le había dicho, la mano de Zahid la detuvo con tal fuerza que ella terminó por retorcerse.—Ponle un solo dedo a mi hermana y ten por seguro que va a ser lo último que harás con esa mano. Ahora dinos adónde se ha ido Rania y por qué se fue con Selim.—¡Suéltame! —ella lanzó un quejido lastimero debido a la presión —¡Está bien! Ella se ha ido con Selim al hospital porque el idiota de mi novio se ha ido de boca y su frente se abrió con el pavimento. Le dije que no era para tanto, pero él quiso hacer una tormenta en un vaso con agua.—Veremos que tan cierto es eso que me estás diciendo, pero de entrada te digo que no te creo. Ahora quiero que te vayas en un taxi o en tu escoba, no me importa, solo deseo dejar de ver tu fea cara de sapo y de rata.Anna terminó por irse caminando porque ningún taxi pasaba y Zahid ya estaba amenazando con llamar a la seguridad del barrio. —Bueno, hay que meter esa moto a la casa.Zahid llevó la moto hasta su
Devika miró a su hermano que tenía la mano congelada justo en la perilla de la puerta, él se notaba que estaba procesando las palabras de Kenna.—Vamos, abre. Al final tú dices que no quieres a Kenna, así que no veo porque te afectan las palabras de ella hacia Selim.—No comiences, Devika —él respondió con la voz entrecortada y temblorosa —en estos momentos no puedo pensar con claridad y no es por las palabras de la Princesa del Zoco. Solo que me pregunto qué tan conveniente sea que entremos.—Hemos venido por Rania y por nadie más, así que entra de una vez y solo actúa normalmente. Vuelvo a repetir, no tienes motivos para que te afecten las palabras de Kenna si dices que no sientes nada por ella.Al final fue Devika la que abrió la puerta y entró, Zahid se quedó fuera por un momento y cuando quiso entrar fue imposible que pusiera un pie dentro del cuarto.—Rania, hemos venido por ti —Devika habló fuerte para que Zahid escuchara —hay que irnos, debes venir cansada.—Hola primita —Rani
Zahid que se encontraba en medio de la multitud comenzó a esperar que Kenna llegará, pero las puertas principales no fueron abiertas. De repente miró que en medio de la multitud se deslizaba una mujer que llamó su atención casi al instante.—¿Será posible? Pero ese no es el vestido que le he visto puesto en la boutique.Aquella misteriosa mujer estaba usando un vestido rojo que era corto de adelante y con una enorme cola que obligaba a los invitados a abrirse paso por donde ella pasaba. Los accesorios eran unos aretes y un collar de rubíes junto con una máscara estilo victoriana.—Señorita —Zahid se acercó a la mujer y extendió su mano —¿Me permite esta pieza?La mujer no dijo nada, simplemente puso su mano con la de Zahid y ellos se fueron a la pista de baile. Ante los ojos del señor Rizik comenzaron a bailar y él sonrió.—Así que, después de todo, Iqbal ha sido capaz de reconocer a mi preciosa nieta —él habló, y Aramis lo escuchaba, ya que estaba a su lado —. ¿Qué opinas de él, much