Rafael se quedó en silencio, ¿quién podía reparar un vaso roto, verdad?

"No se puede, ¿verdad?" insistió Anna después de esperar tanto tiempo la respuesta de Rafael, pero el hombre solo se mantuvo en silencio. "¡Así también nuestra relación!" dijo Anna con énfasis.

"Anna..."

"Lo siento, llegué tarde."

Anna se fue, Rafael intentó seguirla pero Anna ya estaba lejos, se fue en su motocicleta que estaba estacionada al lado de su casa. Su vida era muy sencilla y nunca se quejaba, así de buena era Anna.

Rafael se quedó inmóvil, mirando la partida de Anna. ¿Qué más podía hacer si no lograba persuadirla? Justin, Rafael recordó a Justin, tal vez podría acercarse al niño, pero ni siquiera podía reunirse con él con frecuencia. En medio de su desesperación, pasó por su mente la imagen cruel de sí mismo, Rafael se frotó bruscamente la cara, no podía rendirse, antes de que su alma se separara de su cuerpo, Rafael seguiría intentándolo. No quería nada más en este mundo, solo a Anna y a Justin, así q