Lluvias torrenciales azotaron durante todo el viaje hacia Tanah Lot, Rafael disminuyó la velocidad de su vehículo por miedo a posibles incidentes.

"Todavía es de tarde, pero parece noche," murmuró.

Un viaje que normalmente tomaría una o una hora y media se convirtió en tres horas debido a la intensa lluvia. Rafael se dirigió rápidamente a la residencia de Anna en la casa de madera que había visitado antes. Al llegar a la casa, Rafael salió del auto y corrió hacia el porche. Como no llevaba paraguas, su ropa estaba empapada.

La casa parecía oscura, sin ninguna luz que la iluminara. Rafael golpeó la puerta, pero al igual que las casas en Bali, no había señales de vida.

"¡Dios mío, ¿dónde está ella?" dijo frustrado.

Se sentó en una larga silla en el porche de la casa, Rafael revisó de nuevo el informe de su subalterno en aquel entonces, aparte de la dirección de esta casa, recordaba que le habían dado otra dirección en este lugar.

"Ah, aquí está!" Rafael leyó de nuevo el mensaje que le e