Siento como chupa mi pecho con mucho cuidado y ternura. —Mmmm —sale ese sonido de mi boca. Suelta ese pecho, se va hacia el otro; hace lo mismo y siento como la temperatura de mi cuerpo sube cada vez más. Sus besos siguen bajando por mi estómago; veo que llega a una de las cicatrices que me hicieron aquellos hombres y le da un beso, llega hasta mi vientre y deposita varios besos. —Hola, mi nena —escucho que dice. Sus besos siguen bajando; siento que llega a mi parte privada. Le da unos tiernos besos, le da un beso a un lado de mi muslo; veo que se detiene, observa la otra marca y le da otro beso. Se detiene y me mira. Se sube de nuevo arriba de mí; siento que pone su amiguito en mi entrada. —¿Estás realmente segura de querer hacer esto?, todavía es tiempo para arre… —Me dice, pero le doy un beso. —Si estoy segura —le digo. —Seré tierno, no quiero lastimarte y menos a mi nena. Él me mira a los ojos y yo lo veo a él. Comienzo a sentir como su miembro entrar. Abro
MarthaDesde que salí de la casa de mi hijo he estado buscando Anabela.Debo de encontrarla; ella lleva a un Ferrara en su vientre; ella es parte de esta familia, aunque mi hijo sea un idiota y no quiera admitirlo.Pero debo mantenerla alejada del hijo de puta de Dante.Mande investigar qué fue lo que pasó a Anabela, después de salir de la casa de mi hijo.Hoy debo encontrarme con uno de mis ojos y oídos dentro del club de Abdel.Llego a unos metros cerca del club; estoy en un callejón oscuro.Estoy totalmente cubierta; no quiero que nadie me reconozca.Escucho pequeños pasos acercándose a mis espaldas.—Espero que tengas toda la información —digo.—Claro, cuando le he quedado mal —aceptó.Me giro para verla, está cubierta y lleva unos lentes puestos.—Entonces dime todo lo que sea —le exijo.—Ella sí estuvo en el club; yo le ayudé a que se acoplara al lugar —me cuenta.—¿Cómo fue tratada? —le preguntó.—Fue tratada muy mal, hasta la violaron —me dice.—Y respecto al otro asunto que s
Vladímir La veo dormir muy tranquilamente; se ve tan tierna. Pongo mi mano en su estómago abultado. "Siempre he anhelado con ser papá". Amo demasiado a Any; no pensé que esto podría pasar y más en el mundo en el que estamos. Veo como los rayos del sol entran por la ventana. Ya es momento, me muevo muy suavemente, me libero de ella. Salgo de la cama; estoy totalmente desnudo. Tomo mi short, me lo pongo y salgo de la habitación. Me dirijo a mi habitación, me visto y salgo de ahí. En la sala están todas las flores que le quiero poner en su habitación. Una por una y con ayuda de Francisco las metemos a su cuarto. Ella sigue durmiendo, duerme mucho y eso es por el bebé. Salemos los dos del cuarto y vamos hacia la entrada. —¿En serio estás enamorado de mi hermana? —me interroga Francisco. —Claro que lo estoy. Pero debo de preguntarte algo —le confirmo. —Dime —dice. —Quiero pedirte la mano de tu hermana en matrimonio —le cuento. —Hablas en serio —expreso con asombro. —Sí, ¿p
Era un día muy especial para Anabela, una chica pequeña de piel blanca, cabello castaño oscuro, ojos grandes de color azul, labios carnosos, hermoso rostro. Para una joven que acaba de cumplir los 18 años se ha desarrollado perfectamente bien. Estaba tan entusiasmada porque después de meses rogándole a su padre para que la llevara a la gran fiesta de máscaras, por fin había aceptado llevarla. Ese día tan esperado era hoy, ella estaba sentada frente al gran espejo maquillándose, se ponía en sus labios un labial color red vuelve, se dio los últimos retoques. Se puso un vestido color rouge acentuado en la parte de arriba de sus pechos, con un hermoso escote que dejaba al descubierto su espalda y sus pechos, el vestido era largo porque le llegaba hasta los pies y tenía un hermoso corte en la pierna. Ella se miró en el espejo, se puso unas hermosas zapatillas con tacón y tomó su máscara de encaje al mismo color que el vestido. Salió de su habitación bajo las escaleras de la enorm
DanteHan pasado exactamente dos años desde que comencé la búsqueda de esa joven que en ningún momento he podido sacar de mis pensamientos, recuerdo el olor de su perfume, suavidad de su piel, esos hermosos ojos azules, esos labios que recuerdo su sabor tan rico y me excita.El pequeño gemido que escuche provoca que se me erice la piel.Durante todo este tiempo mis ganas por esa joven no hacen más que crecer, cada vez que estoy con una mujer en mi mente, recuerdo a esa joven a esos hermosos pechos redondos que tiene, recuerdo su parte lo cálida y caliente que estaba.Muero de ganas de hacerle todas las sucias que tengo en mente, hacerla gritar mi nombre.Lo más raro es que en todo este tiempo no he podido encontrar mucha información de ella, eso es raro.Solo sé que su nombre es Anabela y eso porque de niña asistió a una escuela religiosa.He estado siguiendo a Francisco, ya que no he encontrado mucha información de ella, lo más conveniente es que él vaya a verla.Escucho pasos acerc
Dante Estoy echo una furia, de tan solo pensar como ese hombre tocaba a mi mujer me dan ganas de ir y matarlo.—¿Cuéntame como fue tu encuentro con tu niña? —pregunta Mateo sacándome de mis pensamientos.—Pues, no del todo bien, la busque por 2 años, cuando la encuentro me rechaza, verla que otro hombre la estaba besando y tocando, estoy muy enojado —le digo.—Pues que esperabas, tú eres un viejo de 29 años con una joven de 20, pues no la cagues —me dice con su típica voz de sabelotodo.—¡No soy un viejo! Cualquier mujer moriría por estar a mi lado, lo tengo todo dinero, soy guapo y tengo poder —lo digo con una voz de seguridad.—Pues has dicho cualquiera menos esa niña —dice mi amigo, casi burlándose de mi.—Es un puto dolor de cabeza —le digo a mi amigo con un tono de frustración.—Ya muero por conocer a esa niña, me comienza a caer bien —dice mi mejor Mateo, en tono de burla.—Jajaja, crees que te la voy a presentar, conozco tu fama de mujeriego —le digo en tono de enojo y burla.
Dante Después de cenas con Anabela en la cual no nos dirigimos la palabra. "Que bueno" porque esperaba que me hiciera una escena en la mesa. Pero no simplemente ceno y se fue a la habitación. Estoy en mi despacho arreglando unos asuntos pendites. Me encuentro cansado y estresado. El padre y el hermano de Anabela me han dado algunos problemas. El primero llegan a una de mis casas he intentan hacer un escándalo pero mis hombres hacen que les caiga una lluvia de balazos. El segundo fueron a uno de los puertos donde descargó mi merca y quemaron mi barco. —Debo de dejarles claro que no les regresaré a mi niña —debo de pensar que hacer pero intentaré ser más cuidadoso y proteger todo no pienso seguir perdiendo dinero por ellos. Además con Anabela todo lo que hagan con ella me las cobraré todas, ella es el mejor pago que pude tener. Miro mi reloj de mano y noto que son las 12:00a.m, necesito dormir despejarme un poco. Salgo de mi despacho subo los escalones y me encuentro frente a
Dante Voy en el auto con esta niña que solo provoca problemas. Pero debo de admitir que me encanto verla en lencería sexy, ya quería hacerla mía en ese probador, no lo hice porque se que ella vendrá a mi. Me enojo demasiado que me aventara la lencería, mis hombres querían agarrarla pero no los deje, yo le enseñaré obediencia. No conté con que intentaría escapar. Pero debo de admitir que me encantan las persecuciones y los retos. Durante todo el camino, mi niña no me volteo a ver en ningún momento siempre mantuvo su mirada en la ventana con su típica carita de enojada. Llegamos a mi mansión, en cuanto se detiene el auto ella se baja de inmediato, voy tras ella. Entramos los dos a la habitación y ella de sienta en la cama. —En la noche iremos a un lugar espero y estes lista a las ocho si necesitas algo tienes a la señorita Sofía a tu servicio —no me responde. Salgo de la habitación hacia mi despacho en la sala me encuentro a mi amigo Mateo. Nota mi cara de enojo y frustración,