El sonido de los truenos retumbaba en los cristales de aquel castillo, cimbrándolos con cierta violencia y haciendo que temblaran levemente. Afuera caía un aguacero tal, que parecía que la furia de Dios había caído sobre la tierra y el buscaba fusionarse con la tierra ya muy humedecida del suelo. El sonido de la puerta de aquellas habitaciones se había abierto, dejando ver a una joven sirvienta que no debía de pasar de los veinte años. —Señora, no se ha comido su desayuno, ¿Se siente enferma? ¿Quiere que llame a mi madre? — preguntaba la muchacha con verdadera preocupación, al mirar a la mujer rubia, prometida del Duque, tan solo recostada en cama como si estuviese desahuciada y solo esperara a morir. No hubo respuesta de parte de Adara, que no volteo siquiera a mirarla, y permaneció con los ojos cerrados en aquel estado aletargado en el que se encontraba. Parecía haber perdido las ganas de pelear. Era ya casi una semana desde que había sido encerrada en esos aposentos, y se había
La brisa salina acariciaba el rostro de Adara con gentileza. El graznido de las gaviotas era como una música para sus oídos. El cielo celeste se miraba tan limpio como era de esperarse después de una noche de tormenta. La rubia había logrado escapar de lo que parecía ser un cruel destino.Su estancia en aquel castillo de los horrores le había parecido una eternidad, una eternidad a la que había querido regresar en el momento en que cayo en cuenta de que Noah tenia aun cautivo a su hijo. Sin embargo, sus temores se habían ya desvanecido por completo.—Señora, la comida ya está lista, por favor venga a la mesa con nosotros — ofrecía Sally con amabilidad.Sonriéndole a la jovencita, Adara asintió y agradeció. La noche anterior habían llegado a toda prisa hasta el muelle en donde un barco estaba a punto de zarpar. El navío tenia marcado su rumbo hacia Islandia a donde el par de ángeles que la habían rescatado tenían planeado huir para evitar la ira de Noah Lennox. Ambas mujeres se había
Hola mis bellas lectoras, antes de pasar al capítulo, quiero decirles que he subido una nueva historia a Bueno vela llamada Por doble amor: Mi papá perfecto. Aquí narro a través de los personajes algunas vivencias personales y es, sobre todo, una historia muy dulce, la tengo tambien con actualización diaria y lleva hasta ahora 11 capítulos ya disponibles, muchas gracias por todos sus comentarios y apoyo, espero puedan darle a mi nueva historia una oportunidad. Prosigamos al capítulo de hoy.El esplendor de las montañas era simplemente sublime. La inigualable belleza de los valles y las praderas que alcanzaba a apreciar desde dentro del vehículo, la había hecho olvidar momentáneamente todas sus penas. Irlanda era sin duda un país hermoso, y le había abierto las puertas como un refugio después de haber pasado por tantos tormentos.Adara había llegado a tierras irlandesas, específicamente se dirigían al pueblo costero de Westport, lugar de mucho folclore irlandés, que lograba emocionarla
Héctor había tomado un vuelo hacia donde Adara se encontraba. Las nubes que alcanzaba a mirar desde el avión eran grises, presagio de una tormenta. Esperaba que Noah Lennox aun no tuviera indicio alguno que le dijera el lugar en donde su ex esposa se estaba refugiando. Todo parecía estarse acomodando, pero aún no podía cantar victoria, al menos no hasta que tuviera a Adara completamente a salvo.En Londres, Omara se sentía frustrada. Adara no había mostrado indicio alguno de sufrimiento, ni siquiera sabia en donde era que se encontraba, era casi como si la misma tierra se la hubiera tragado. Ese día tomaría un avión de regreso a España, en donde ya la estaban esperando sus padres.—Mi amor, ¿Tienes ya todas tus maletas listas? En un momento mas nos iremos, reserve boletos en primera clase, ya quiero conocer a tus padres — dijo Sebastián muy emocionado.Omara miro con aburrimiento a su novio, Sebastián muy pronto dejaría de tener alguna importancia en su vida y tendría que deshacerse d
—Tenemos que irnos, se de buena fuente que ese malnacido Duque ya sabe en donde se encuentran y en solo unas horas estará aquí, tomen lo que puedan, yo me encargare de ponerlos a todos a salvo, no avisen a nadie, no debemos dejar ni una pista — Héctor Altamira ordenaba a aquella buena familia a tomar sus cosas y huir con ellos. Había rentado un avión privado para todos. Greta y su familia obedecían, y tomaban todo cuanto podían. —Héctor yo… Adara no sabia si decirle a Héctor que estaba embarazada, tenia miedo, mucho miedo, pues aun no tenia certeza de quien era el padre de su hijo. Si su embarazo tenia mas de tres semanas, entonces aquella criatura era un hijo o hija de Héctor…pero de tener menor tiempo de embarazo, significaba que el bebé era hijo de Noah…producto de lo que la forzó a hacer en el tiempo en que la mantuvo cautiva. Héctor abrazo a Adara. — No tienes nada de qué preocuparte, estarás junto a Nicolás muy pronto, te juro que voy a mantenerlos a salvo — aseguro Héctor.
—Me alegra que nuestra querida Omara al fin siente cabeza, le aseguro señor Sebastián que nuestra pequeña será una buena esposa —Omara miraba a sus padres charlando con su prácticamente secuestrador. Se había visto forzada a decir que se casaría con aquel hombre que les había dado la vuelta a sus planes en cuanto pisaron España.—Se que así será, su hija es la mujer mas hermosa que yo jamás haya visto, sé que será mi esposa perfecta, y no deben de preocuparse, yo se lo daré todo — aseguraba Sebastián mientras sostenía la mano de Omara bajo la mesa y se la apretaba fuertemente causándole dolor.Los ojos azules de la mujer comenzaban a tornarse vidriosos producto de la rabia interna y el dolor físico que estaba experimentando. ¿Qué iba a ser de ella ahora? ¿En qué momento Noah había cruzado palabra alguna con Sebastián? Decir que estaba realmente furiosa y realmente asustada era poco, aquellas emociones que experimentaba por primera vez la estaban consumiendo.Los padres de Omara estab
as nubes comenzaban a aclararse bajo el amanecer de un nuevo día. Aquel avión privado estaba ya sobre España a poco de aterrizar, o, al menos, eso creía Adara. El momento más difícil parecía haber finalmente pasado.Héctor miraba su ex esposa intentando dormir, sin embargo, la pobre mujer no lo había conseguido; su corto sueño siempre terminaba abruptamente, como si estuviese teniendo mil pesadillas que le impedían descansar adecuadamente. Era mas que evidente que todo aquello era producto del estrés al que había sido cruelmente sometida, aun no podía calmar su propia rabia y había ya hecho la misma promesa mas de mil veces durante el vuelo: Iba a hacer que ese malnacido duque pagara lo que a Adara le hizo.El vuelo comenzaba a descender y en los parlantes ya se escuchaba el aviso del piloto en jefe sobre el próximo aterrizaje. Adara no lo sabia aun, pero no estaban aterrizando en España, si no, en Italia, lugar en donde tenia algunos buenos conocidos que los mantendrían a salvo, su h
—¡Mamita! —Aquella palabra, aquella dulce voz de ángel. El corazón de Adara se había inflamado de dicha al escuchar a su pequeño llamándola y al mirarlo ir a hacia ella.—¡Nicolás! — grito Adara con emoción, su hijo era todo lo único que realmente amaba y necesitaba en ese momento, era todo lo único que la había ayudado a sobrevivir el infierno.Sentir sus bracitos abrazándola, sentir su cuerpecito aferrándose al de ella, la había devuelta la vida y la energía que había estado necesitando.Héctor miraba aquella escena con ternura y emoción. Durante todo ese tiempo, Nicolás había estado sufriendo mucho por la ausencia de su madre, además, de que se despertaba completamente aterrado todas las noches reviviendo aquellos horribles momentos que pasó cuando Noah Lennox se llevo a Adara. Había contratado una psicóloga para él, y estaba convencido de que la recuperación de madre e hijo seria un proceso largo y difícil, pero el estaba dispuesto a acompañarlos hasta el ultimo momento.Adara ca