as nubes comenzaban a aclararse bajo el amanecer de un nuevo día. Aquel avión privado estaba ya sobre España a poco de aterrizar, o, al menos, eso creía Adara. El momento más difícil parecía haber finalmente pasado.Héctor miraba su ex esposa intentando dormir, sin embargo, la pobre mujer no lo había conseguido; su corto sueño siempre terminaba abruptamente, como si estuviese teniendo mil pesadillas que le impedían descansar adecuadamente. Era mas que evidente que todo aquello era producto del estrés al que había sido cruelmente sometida, aun no podía calmar su propia rabia y había ya hecho la misma promesa mas de mil veces durante el vuelo: Iba a hacer que ese malnacido duque pagara lo que a Adara le hizo.El vuelo comenzaba a descender y en los parlantes ya se escuchaba el aviso del piloto en jefe sobre el próximo aterrizaje. Adara no lo sabia aun, pero no estaban aterrizando en España, si no, en Italia, lugar en donde tenia algunos buenos conocidos que los mantendrían a salvo, su h
—¡Mamita! —Aquella palabra, aquella dulce voz de ángel. El corazón de Adara se había inflamado de dicha al escuchar a su pequeño llamándola y al mirarlo ir a hacia ella.—¡Nicolás! — grito Adara con emoción, su hijo era todo lo único que realmente amaba y necesitaba en ese momento, era todo lo único que la había ayudado a sobrevivir el infierno.Sentir sus bracitos abrazándola, sentir su cuerpecito aferrándose al de ella, la había devuelta la vida y la energía que había estado necesitando.Héctor miraba aquella escena con ternura y emoción. Durante todo ese tiempo, Nicolás había estado sufriendo mucho por la ausencia de su madre, además, de que se despertaba completamente aterrado todas las noches reviviendo aquellos horribles momentos que pasó cuando Noah Lennox se llevo a Adara. Había contratado una psicóloga para él, y estaba convencido de que la recuperación de madre e hijo seria un proceso largo y difícil, pero el estaba dispuesto a acompañarlos hasta el ultimo momento.Adara ca
—¡Mamita! —Aquella palabra, aquella dulce voz de ángel. El corazón de Adara se había inflamado de dicha al escuchar a su pequeño llamándola y al mirarlo ir a hacia ella.—¡Nicolás! — grito Adara con emoción, su hijo era todo lo único que realmente amaba y necesitaba en ese momento, era todo lo único que la había ayudado a sobrevivir el infierno.Sentir sus bracitos abrazándola, sentir su cuerpecito aferrándose al de ella, la había devuelta la vida y la energía que había estado necesitando.Héctor miraba aquella escena con ternura y emoción. Durante todo ese tiempo, Nicolás había estado sufriendo mucho por la ausencia de su madre, además, de que se despertaba completamente aterrado todas las noches reviviendo aquellos horribles momentos que pasó cuando Noah Lennox se llevo a Adara. Había contratado una psicóloga para él, y estaba convencido de que la recuperación de madre e hijo seria un proceso largo y difícil, pero el estaba dispuesto a acompañarlos hasta el ultimo momento.Adara ca
Fe de erratas, ayer por las prisas no fije que coloque un capítulo erroneo, espero puedan disculparme, me encuentro atravezando una situación familiar delicada, aqui les dejo el nuevo capítulo, deseo que lo disfruten, mil disculpas por todo. La creciente ansiedad lo estaba consumiendo poco a poco, como si de un monstruo invisible lo devorara sin piedad. Su mente, cada vez mas inestable, vagaba entre la realidad y la fantasía, así como en los recuerdos de un pasado que habría querido olvidar por siempre. Las luces de la ciudad lo confundían, moviéndose como rayones veloces que viajaban a la misma velocidad de aquella camioneta que era conducida por sus hombres. De la mente de Noah Lennox poco estaba quedando, pues su descenso hacia la inevitable y completa demencia había ya comenzado.¿Cómo era que un hombre que parecía tenerlo todo había terminado así?Cualquiera se haría aquella pregunta al ver aquellas ojeras tan oscuras como la noche, y aquellos cabellos rubios que toda la vida ha
—¿Estas seguro de que quiere hacer esto señor? Hacer enojar a la realeza de ese país no es la mejor idea que has tenido ciertamente, y puede que el tipo sea un completo bastardo, pero sigue siendo un miembro activo de esa familia — decía uno de los hombres de Héctor intentando persuadirlo de lo que estaba a punto de hacer.Héctor dio una calada a su cigarrillo antes de responder, estaba cansado, había sido un largo viaje después de todo, uno que parecía no tener final.—La familia real ¿Eh? Sabes mi amigo, al final de día, esas personas y cualquier otra que tenga mas dinero o estatus que tú, siguen siendo simples seres humanos, realmente no hay nada extraordinario en personas como nosotros, tenemos dinero, poder conferido por que lo tenemos, pero, en el final de todo, sufrimos, lloramos…morimos…eso no cambia aunque seas un aristócrata o un multimillonario, igualmente, los gusanos se van a comer nuestros cuerpos, en el pozo no hay diferencia entre los gobernantes de un país o un simple
El rostro lleno de indignación se llenaba de pequeñas arrugas en la frente provocadas por el enfado evidente que iba creciendo a medida de que la mujer del noticiero iba hablando. Las personas a su alrededor lo miraban de manera claramente juiciosa, juzgando su proceder como si ellos jamás hubieran hecho nada malo. Aquella mujer del noticiero parecía hablar de manera mecánica, cómo leyendo un guión mientras exponía cada cosa que había hecho en su vida y resultaba lógico pensar que había sido pagada para revelar aquello. Pero, ¿Quién querría perjudicar su imagen sin importar consecuencias? ¿Quién sería tan estúpido para hacerlo aún sabiendo quién era el y el tipo de protección que poseía? Por supuesto que conocía la respuesta. No podía ser nadie más que ese miserable de Altamira. Había arribado a España en búsqueda de Adara, sin embargo, luego de solo un par de horas, quedaba más que claro que la mujer no se hallaba allí. No tenía idea de en donde era que Héctor Altamira la había
El cielo nublado y la lluvia cada vez más intensa eran presagios de una poderosa tormenta, una que podría desatar mucho más caos del que había presente. Adara miraba los cielos tormentosos desde la ventana de su habitación mientras sostenía a su pequeño hijo entre sus brazos. Elevaba una oración al cielo, rogando por el regreso de Héctor, el padre de su hijo y el único hombre al que ella había amado en realidad. Deseaba con toda su fuerza que aquello al fin terminará, y poder dejar aquella negra tormenta finalmente muy atrás. En España, las cosas tampoco iban bien para Omara, quien había tenido bastante tiempo para reflexionar sobre sus acciones pasadas. Estaba como una prisionera en una preciosa jaula de oro. Sebastián le tenía todos los lujos y comodidades que siempre soño tener, pero aquel sentimiento de opresión solo le daba infelicidad. Había visto el noticiero, y todas aquellas cosas horribles que se habían dicho sobre Noah Lennox. Omara no podía evitar preguntarse por el de
—Se reportan disparos dentro y fuera del hotel Atlantis Resort en donde se ha dado a conocer que la policía de Barcelona a ubicado al delincuente Noah Lennox quien aparentemente no se encontraba solo si no con escoltas que atacaron a las autoridades…—Se reporta al menos a un hombre herido y dos oficiales muertos en el cumplimiento de su deber…—Se ha logrado arrestar al sospechoso quien ha solicitado la presencia de su abogado para…—De manera extraoficial se ha dicho que el civil lesionado estaba acompañando a la policía de Barcelona…Los nervios que sentía Adara a flor de piel estaban a punto de volverla loca. No tenia noticias de Héctor, por más que había intentado marcar su número, su ex esposo simplemente no había respondido. Aquel civil herido del que hablaban en el noticiero, estaba casi segura de que era el, ¿Quién mas si no? Quería viajar a España, saber que se encontraba a salvo.Noah y sus hombres, habían sido arrestado en aquel tiroteo que se había desatado en aquel edifi