JENNA

Kaene me va a dar un dolor en el trasero, acabada de aparecer y ya me estaba jodiendo la existencia.

Le había mostrado el dedo del medio e intenté irme, pero el me detuvo antes que pudiera irme, me tomo de las muñecas y me empujó contra la pared, haciendo que me golpeara toda la espalda.

—¡Me lastimas! — dije safandome, pero el me apretaba más.

—Me importa, además tu eres mia — dijo y intento besarme, pero yo me aparte.

No quería nada con este tipo, todo lo que sentía por el se fue hace muchos años, además el me había traicionado y eso no se lo perdonaría nunca.

—Yo no soy de nadie — expreso y trate de sacarme pero nada.

El no quería soltarme por nada del mundo, incluso cuando veía lo incomoda que estaba.

—No te irás hasta que me digas que tienes con el policia — dijo y yo lo mire.

—Con el ni se te ocurra meterte, porque te mato — dije y el se acercó a mi oído.

—Imaginate, que afuera del colegio en la salida van a estar esperando al policía y a sus demás perros falderos para lle