Giovanni, observaba fijamente al hombre frente a él, el vaso que contenía su whisky quedó suspendido en el aire, Ricardo presionó la manos con fuerza para evitar moverse por el sobresalto cuando el jefe arrojó con todas sus fuerzas, el vaso que terminó por estrellarse contra la pared y volverse añicos.—¡CON UN DEMONIO, RICARDO!— explotó furioso— ¡NO SE LOS PUEDE HABER TRAGADO LA TIERRA!—Le ruego que comprenda, señor. Usted mismo sabe que Caruzzo es un hombre inteligente, no será fácil dar con él.—ME IMPORTA MUY POCO LO FÁCIL O DIFÍCIL QUE SEA—sus ojos centellaron con furia— LOS QUIERO FRENTE A MI, MALDICIÓN, LOS QUIERO PARA QUE PAGUEN LO QUE HAN HECHO. ¡NO SE SALDRÁN CON LA SUYA!—Por supuesto que no, señor. Los encontraremos, los traeremos frente a usted.—¡LÁRGATE DE MI VISTA, RICARDO!— le dijo mirándolo con ojos desorbitados y luego sorprendentemente sus gritos se volvieron un susurro— Si te quedas un minuto más, te arrancaré la piel con mi navaja— el hombre no estaba dispuesto
Giovanni, no lo soportó más, tomó su celular y marcó para hacer una llamada de larga distancia, mientras repicaba, él suspiraba y se tranquilizaba.—¡Hola Gio, qué gusto recibir tu llamada!—Hola Miranda. ¿cómo estás?— preguntó empequeñeciendo los ojos.—Oh, muy bien, gracias por preguntar, afortunadamente todo marcha bien. Iker, no se encuentra.—De hecho, llamaba para hablar contigo, no con Sokolov— dijo tranquilamente.—Bien— su tono era alegre— ¿Cómo está Lara?—No lo sé, dímelo tú— le contestó lentamente. Hubo un pequeño silencio.—No lo entiendo, Gio. . . Vanni.—Lara. . .¿Está contigo?— demandó saber.—Se supone que está contigo— dijo en tono obvio— no me dijo que vendría, de hecho tengo varios días sin saber de ella. ¿Cuándo tomó el vuelo?—No lo sé— luchó por mantenerse sereno. ¿Miranda, estaba diciendo la verdad, o estaba ocultando a su hermana?—Detente Giovanni, no estoy entendiendo nada. ¿Qué ocurre?— preguntó angustiada— ¿Discutieron?, ¿Dónde está, Lara?—Es eso lo que q
Miranda, arrojó el celular a la mesa, y se enfocó en intentar respirar con naturalidad.—¡¿Lara, que hiciste?!— le preguntó a la nada, mientras se cubría el rostro sintiéndose terriblemente angustiada, no dudaba ni por un instante que Giovanni, cumpliría sus promesas— No puedo perderte Lara, no puedo— sintió las lágrimas inundar sus ojos— prometí protegerte, yo te puse en manos de Di Luca— contuvo el gemido— si te pierdo, no podría soportarlo.—Señora, ¿Está todo bien?— le preguntó una de las chicas del servicio— ¿quiere que llame al señor a la oficina?—No— respondió rápidamente— no hace falta preocuparlo, estoy bien— sonrió débilmente a la mujer— puedo esperar a que él llegué para hablar.—Pero, usted. . .—Tranquila, no sucede nada, al menos nada de lo que debas angustiarte—¿Está segura, señora?—Muy segura, todo estará bien— le dijo, aunque realmente intentaba convencerse a sí misma con sus palabras.****************************************Giovanni, decidió que las palabras de M
Después de la cena, habían permanecido en el pequeño recibidor de la casa, abrazados en una vieja tumbona, mientras la oscuridad se apoderaba de la isla. Cuándo los zancudos comenzaban a hacerse presente, Angelo comenzó a exparcir un poco de su mezcla secreta para ahuyentar a los fastidiosos insectos, entraron a la casa dándo algo de luz con una lámpara casera, que llevaron directamente a la habitación.Angelo, se despidió de sus pantalones playeros y sólo en boxer entró a la cama. Lara, por su parte se deshizo de su ropa, sólo vistiendo unas bragas, se colocó una camisa deportiva de él y se metió a la cama también, para luego llevar el mosquitero a su lugar con la finalidad de evitar a algunos insectos osados que evitaban la mezcla de él. Él se acostó suspirando y Lara también se acostó, abrazándose a él.—Fue un día pesado— dijo él.—Pero satisfactorio, con esfuerzo, mañana podremos terminar la chimenea, eso nos asegurará calor en las noches frías.—Asi es, mi amor, trabajaste muy d
—Hola, Giusseppe. . .Giovanni, se sorprendía de que no sintiera nada hacía aquel hombre, no había dolor, no había amargura, no había llanto o arrepentimiento; nada, simplemente no sentía nada, hacía mucho había dejado de sentir algo por su gemelo.—Quisiera decir que es un placer verte, hermanito, pero lo cierto es que. . . No, no me genera placer, de hecho, no me haces sentir nada. — Supuso que un ser normal sentiría arrepentimiento por sus malas acciones, un ser normal lloraría y le suplicaría perdón pero, él no era un ser normal, no funcionaba como lo hacía el resto del mundo, y la imágen de su hermano frente a él tampoco lo hacía sentir ese natural amor fratenal, dicen que los gemelos son una sola alma dividida en dos cuerpos, que el dolor de uno puede afectar a otro, que pueden compartir angustia, pesares, y hasta personalidades, pero él no había tenido esa suerte, no había tenido un gemelo igual a él, dispuesto a todo, como él. Giusseppe era débil, y después un traidor con much
—¡Qué alegría que hayas vuelto, Mi amor!— dijo Miranda, poniéndose en pie de inmediato y corriendo hacia él, quién abrió los brazos para recibirla y estrecharla contra su pecho en un cálido abrazo, trasmitiéndole en ese sencillo gesto tanta fuerza y seguridad, los brazos de Iker, eran su lugar en el mundo.—¿Qué sucede, Miranda?— le preguntó con preocupación, al notar su estado, la estrechó cariñosamente, besándo su frente.—Bien, en vista de que ya Iker llegó, creo que es momento de marcharme.—¿Qué?, ¿Por qué?, ¿Qué está pasando? — indagó Iker sintiéndose bastante inquieto, de la actitud de ambas mujeres.—Miranda, de contará— respondió Irina con rostro muy serio— ustedes, necesitan tiempo a solas para conversar de lo que sucede y descubras como lo vas a solucionar, hermano, porque estoy confiando en ti para que lo soluciones.—¿Solucionar el qué?— cada vez estaba
Un nuevo día habías llegado, Giovanni abrió los ojos sintiéndo que estaba muy relajado, después de su encuentro con Annette la noche anterior, ella se había marchado para dejarlo dormir, había olvidado lo buena que era Annette, obviamente no era Lara, su adorada Lara, iba más allá del placer carnal, ella lo había hecho sentir amado y adorado, claramente Annette no se podía comparar con ella pero, era una sustituta aceptable, al menos le había hecho pasar un buen rato.Salió de su cómoda cama para tomar una larga ducha de agua tibia, mientras el agua bajaba por su cuerpo lograba darle una sensación increíblemente cálida. Luego se vistió con uno de sus cómodos trajes de etiqueta y se dispuso a desayunar, el día brillaba y sería bueno acercarse a la empresa, y reanudar con ímpetu la búsqueda
Lara y Angelo, permanecían abrazados el uno al otro, sobre un trozo de tela que estaba sobre la arena, las palmeras sobre ellos le otorgaban sombras, para así impedir que el sol quemara sus cuerpos. Abrazados después de hacer el amor, sus cuerpos permanecían laxos, completamente relajados y un poco adormitados, disfrutándo de la tranquilidad que le precede al placer. Las manos de él, se deslizaban con suavidad sobre el sedoso cabello, mientras que la mano de ella jugaba haciendo círculos en el pecho de él.—Me maravilla que cada vez que hacemos el amor sea tan completo, tan diferente, y a la vez me de esa sensación de seguridad, afirmandome que tus brazos son mi casa, el lugar donde siempre debo estar.—Es lo que sucede cuando el amor, la pasión y el deseo colisionan en el mismo acto— acarició su delgado brazo con lentitud— sigo aprendiendo de tu cuerpo, de lo que le gusta, de los rincones dónde sientes más placer cuando te toco, amarte es una sensación sublime, mi cuerpo te reconoce