Las piedras del anillo brillaban con tan solo mover un poco la palma de mi mano, pesaba un poco y desgraciadamente me quedaba grande en mis dedos, todo en mi podía engordar menos mis dedos.
-Puedes guardarlo y así evitar extraviarlo- me dice en voz baja Tamira, sentada en el pupitre al lado mío, buscamos los asientos más alejados al profesor, y yo no puedo parar de observar el anillo. ¿Por qué me lo dio?
-Lo guardare aquí- lo meto en el bolsillo izquierdo mi chaqueta- Quedas de testigo.
-Debes de regresarlo de inmediato, antes de que asistamos a la fiesta.
- ¿Qué diablos con esa fiesta? ¿No nos meterán en problemas? - Si hago una lista de todas las cosas que
La cena ya fue servida y en todo ese tiempo no he podido encontrar a Tamira, no fue al comedor y ni si quiera me he cruzado con ella en los pasillos. ¡Incluso Belmont se ha esfumado!A cada paso que doy, son más más miradas que atraigo con susurros hacia mi persona, mi preocupación crece al no poder encontrarla. Enserio que es mil veces mejor ser completamente invisible. Incluso en ciencias un tipo que, por supuesto es alguien de la realeza de no sé dónde, me estuvo coqueteando desde la otra esquina del salón ¿qué es esto?Y eso que posiblemente no se hayan fijado en la joya que ando cargando en mi cuello.-Raquel- escuchó a mis espaldas y de inmediato reconozco la voz- Estuve buscándote, es hora de ir a nuestr
Los números del reloj ya no se distinguen por la escasa luz de la habitación, todo está totalmente a oscuras con la idea de que estemos durmiendo y yo aún no se cómo diablos vamos a hacer para salir de aquí. Me puse el vestido a oscuras así que lo más probable es que lo tenga al revés, todas las chicas en la habitación saben a lo que vamos y me asusta porque se supone que Ekaterina no debería de saberlo...o no me acuerdo si le dijeron que sería solo una pijamada.Como cualquier otra adolescente, supongo yo, quiero graduarme y no perjudicar un año de mi vida repitiendo grado. ¿Qué estudiaré en la universidad? por el momento no se sabe, pero el presente es este, si me atrapan mis padres me pondrán en adopción, seguro. Así como cuando accidentalmente me emborr
-Belmont, idiota- trato de apartar su rostro para poder saltar del carrito y respirar libremente- ¿Qué diablos está pasando aquí? - digo tomando una bocanada de aire y arrodillándome en el césped. Otro susto así y juro que mejor vuelvo a mi habitación. Mi corazón no puede aguantar tanta intriga, les juro que, si hubiera sido un guardia o peor la cara de mi tío, no me hubieran sacado de ese canasto si no era llorando o suplicando clemencia. - Unos duques sobornan al equipo de limpieza para dejar los canastos y luego nos toca ir por ustedes, olvide que estás de novata hoy- Lo escuchó decir mientras ayuda a salir a Tamira. No solo es Belmont, gracias al destino. Hubiera sido algo incomodo el tener solo al ex de mi amiga aquí, pero otros ocho chicos están ayudando a sacar a las demás y
Él se queda inmóvil unos segundos antes de continuar buscando en la laguna de chocolate. - ¿Perdón? – Mis instintos me gritan que le arranque la mascara - ¿Estudias aquí? – es lo único que logro articular al tratar de decidirme si quitarle el antifaz o seguir rebuscando en su rostro, me está dando mal espina este chico. - Conseguí tu fresa naufragante- algo en su voz no me termina de cuadrar, es imposible distinguirla con la música haciendo interferencia...quizás si me acerco más a él. No, no es momento de perversidades, Raquel Blake. El intercambia la fresa de un cubierto lleno de chocolate a otro limpio, ofreciendo llevarla hasta mis labios. -Yo puedo alimentarme sola, gracias
Estrujo aun más mis brazos acercando la suave tela a mi rostro. Esta fresca y cómoda. Mis músculos se rehúsan a ser otro movimiento que no sea el estirarse para cambiar de posición. Una suave brisa eriza mi piel, pero la mantiene caliente una manta que me hace debatir cual es más satisfactoria si ella o el colchón.—RaquelEstoy soñando...—RaquelYa va a desaparecer...—Sera la ultima vez que un ser humano pronuncie tu nombre si no te levantas—¿Qué? —reniego ocultando mi rostro en la almohada— Tenemos día libre, d
— ¡RAQUEL, DETENTE YA! —lo escucho gritar, pero no me molestare en fingir en ignorarlo, no. Que mire como me rio ante sus chillidos— ¡QUÍTENME A ESTA LOCA DE ENCIMA!— ¿COMO QUE LOCA, PEDAZO DE IDIOTA? —¿Ósea que ahora yo soy la loca? Estaba pensando cuidadosamente mis movimientos, por la escaza compasión que le tenía, al no saber defenderse bien de mí, pero se esfumo —A mí solo me llama loca mi padre ¿Cómo la vez? —y con toda la seguridad del mundo, me tiro del sofá para caer sobre el cuerpo de Belmont. Hoy si veras lo que puede hacer esta locaÉl se retuerce para tratar de quitarme de encima, mientras yo apretó más la almohada en su cara y no me molesto en poner
—Raquel debes de salir de ahí— dice Dareh desde el otro lado de la puerta.—Técnicamente debemos de salir de este país ahora mismo—le responde Belmont, ayudándome a bloquear la puerta.¿Por qué me esta ayudando? Pues porque lo amenace en decirles donde carajos había dejado a Tamira si no cooperaba.—El país donde estamos ahora mismo es Francia y no podemos porque arruinaste todo— habla esta vez Steph— ¡Abran la estúpida puerta!—Al menos ya tienes buen aliento— bromea Belmont a mi lado, hombro a hombro.—Te vuelves a burlar y juro por mi vida que despertara
—Sigan corriendo—nos apura Steph, tomando la adelantara.Después de cruzar unos arbustos y seguir a toda velocidad por un jardín mas cuidado que las plantas de mi madre, estamos llegando a un muro no tan alto que, supongo yo, es el limite del hotel.—Como haremos para saltar eso, ni Dios lo sabe— les grito, siendo yo la ultima de los cuatro, estoy dando todo de mí. Pero el estar descalza me lo complica todo. Esperen. Admiro mis pies dejando huellas en el cálido césped— ¡Mis zapatos! —me paro de inmediato al darme cuenta de que los olvide en la habitación. Maldita costumbre de pasearme descalza por las mañanas—Debo de regresar.—¿Qué? —deja de corr