Los ladridos de un perro en la calle fue lo primero que llego a mis oídos al despertar lleve mis manos a mi rostro para frotarlo y aclarar un poco la visión. Un fuerte bostezo emergió desde las profundidades de un pesado sueño que me mantuvo dormido durante toda la noche. Revise mi celular para mirar la hora y se encontraba completamente descargado, muerto.

Me levante de la cama y estire todo mi cuerpo.

― ¿Cargador donde estarás?

Revise bajo la cama porque de costumbre lo colocaba allí lo bautice como un lugar exclusivamente para el cargador y como era de esperarme si estaba bajo la cama.

Lo conecte rápidamente al tomacorriente y empezó a cargar, espere que encendiera, mire la hora y active los datos móviles y los mensajes de WhatsApp comenzaron a llegar como si hubiesen disparado una ametralladora.

Y allí estaba ese mensaje... lo vi claramente cuando ingrese al apartado de chats.