—Lo que has hecho no tiene nombre.
Danny me llevaba en su auto hacia mi casa después de que Cristóbal me pidiera que me retirara hasta que piense si debía seguir trabajando para él.
—Lo tiene, se llama honestidad. —replique.
—No, se llama estupidez.
Puse los ojos en blanco y apoyé mi cabeza en la ventanilla.
—Jamás lo entenderías. —murmure cabizbaja.
Danny se detuvo de forma abrupta y luego giro en U en una zona prohibida.
—¿Estás loco? —grit
—Cristóbal siempre fue mi mejor amigo, deja los celos —Constanza sonreía ante la mala cara de Danny. Ellos siempre discutían por cosas sin importancia para después reconciliarse de la forma más cursi.—Sigo pensando que no es buena idea ocultarle todo esto a Cristóbal —opino Danny besando la mejilla de Constanza.—Amor, ambos lo conocemos. Él es... bueno, Cristóbal es el tipo de personas que no se pone en el lugar de nadie y ahora menos, después de lo que paso con Alondra.Alondra. Empezaba a odiar ese nombre.—No entiendo —dije ganándome la atención de ambos—, sé que no es mi problema,
—Sé que no debí reaccionar de esa manera tan egoísta. —Comenzó a disculparse —. Sé que estas atravesando por un gran problema por el cual no preguntare ya que no me incumbe, pero la solución no era mentir. Sé que a veces soy algo desconsiderado y no puedo justificarme por ello, sin embargo, espero que desde ahora me consideres como un amigo más. Al igual que Danny y Constanza, anhelo ayudarte de alguna forma.Me sentí rara, nerviosa y sobre todo muy feliz.Estoy perdida.Y enamorada.>>Puedes regresar a trabajar cuando quieras.Esa frase me hizo despertar.
—Súbeme la radio que esta es mi canción... —cante acostada en la cama.La música retumbaba la habitación. Constanza después de salir molesta, me había pedido que me quedara ya que era muy tarde para buscar algún taxi. Después de media hora que Danny me rogara por su bien que saliera, no lo hice. No podía. Me sentiría incómoda en medio de esas personas, y aunque Constanza me aseguro a Cristóbal no le molestaría intuí que sería lo contrario.—... Tráeme el alcohol que quita el dolor ... —Termine cantando aburrida.¡Felices 20 para mí!Al menos esta vez, mi regalo no ser&i
Ahora entiendo porque todos le temen al "tenemos que hablar"Trague.—Sí, dígame.Otro silencio.—Joven, tengo algo de prisa los platos...—Los platos pueden esperar y no me llames Joven, me molesta. —Fue mi turno de tragarme las palabras —. Dios mío. Lo he vuelto a hacer, discúlpame.Ahora si todo era terreno desconocido.—No se preocupe por nada, lo escucho.—Este es precisamente el problema, Manuela. No puedes perdonar todas
Hoy amanecí enojada con los libros. Si, con los libros; por enseñarme tanta mentira.Sé que Cristóbal está intentando ayudarme tratándome con ternura, pero siento que sólo lo hace por lastima. Ahora entiendo bien lo que sentía al principio. Lo peor de todo es que cada vez me duele mas su cercanía. Lo quiero y no sé cómo sacarlo de mis pensamientos.Estos seis meses no han sido fáciles. Mi madre empeoro; su corazón cada día está más débil. Él cardiólogo nos dijo que la única esperanza sería un trasplante y eso en mi país es misión imposible para nosotros, los que solo tenemos un sueldo que a duras penas nos alcanza para comer por culpa de la grave crisis económi
Luego de una hora de camino llegamos al Santuario Votivo Nacional Nuestra Señora de Coromoto, ubicado a las afueras de Guanare. Constanza corrió e inmediatamente saco una cámara para capturar lo que ella denomino "su momento de libertad" Danny corrió hacia ella y la tomo en los brazos haciéndola reír.Por otro lado, Érica buscaba señal en su celular y Cristóbal miraba a un punto perdido del pavimento. Me gustaría saber en qué está pensando en estos momentos.—Manuela ¿Qué haces ahí parada? Ven, únete a nosotros —gritó Constanza y suspire dando un paso que me fue detenido por una mano en mi antebrazo.Alce la vista.—Primero t
No, no era una broma.—Puyote, Cristóbal otra vez la misma canción... —protestó Danny cuando Hula Hoop de Daddy Yankee volvió a sonar—. Voy a terminar por amarrar mi trasero al asiento para evitar moverlo —dijo bailando.—Calma, tigre que cuando lleguemos podrás moverlo como tú quieras —sugirió Constanza divertida.Érica se mantenía en silencio y con una expresión no muy agradable. Yo mientras tanto me limitaba a mirar las luces parpadear por la ventanilla. Había anochecido y no terminábamos de llegar a la dichosa finca.—¿Estás seguro que sabes dónde es? —pregunt&o
Cristóbal termino por ignorarme toda la noche.Al día siguiente, luego de haber accedido a dormir en una de las habitaciones con la única condición de que hoy me llevaran de vuelta a casa, me levanté y fui al pasillo. Los Chaguaramos de sostenían el techo eran hermosos pues tenían grabadas flores y largos arbustos. Tocando uno de ellos mire hacia la lejanía, donde se podían observar los esteros de la llanura. Todo el lugar grita paz, pero yo no la quiero, porque en el fondo sólo me engañaría a mí misma.Mire mi vestido floreado, Constanza me lo había dejado en la habitación temprano. Ella y Danny habían salido a cabalgar. Me pregunto dónde estarán Cristóbal y Érica; imagino que aun deben