— ¿Quién es esa mujer? ¿Santiago, quiero que me expliques por qué empezo a llorar cuando vio a Tifany?. Si se suponía que el día que salimos a pasear a la plaza fue ella y su esposo quienes le compraron el Tickets para que subiera alconchon Inflable. — Le hablé molesta mientras fruncia el ceño. —. — Vamos a comernos las pizzas y luego platicamos, nuestra hija está esperando por nosotros — desvío la mirada en intento de no resolver nada. Me hervía la sangre solo de imaginar que Santiago me vio la cara de estúpida en los seis años de matrimonio. Pensar que sostuvo una relación sentimental e íntima con otra mujer y quién sabe con cuántas más, es un golpe bajo y doloroso. El hombre al que con ojos cerrados le confié lo mejor de mí, a quien consideraba el mejor esposo del mundo y que con sus demostraciones de afectos enlatadas y fingidas logro sumergirme en la falsa realidad de un matrimonio feliz. Quizá esa fue su estrategia para no levantar sospechas, fingió ser inofensivo, fingió amo
Cuando una mujer ama verdaderamente a un hombre la única persona capaz de arruinar ese amor es ese mismo hombre. Por contradictorio que parezca había sido así. No hice más cosa que amarlo, respetarlo, entregarle cada parte mi cuerpo, de mí ser y creer en él como nunca jamás me había atrevido a creerle a nadie más. Estaba convencida de que no encontraría mejor hombre que él en la faz de la tierra por eso fui única y exclusivamente para él. La traición, el sentimiento que alberga y se puede llegar a experimentar es similar a ser estafado. Depositas toda tu confianza en alguien que se muestra empático y benevolente. La sensación de amargura, el vació, la rabia, la frustración, la desesperación y la angustia no me permitieron conciliar el sueño en toda la noche. Todavía no aceptaba como era posible que después de seis años de ma
Me despedí de Tifany al dejarla en el colegio, su rostro se leía con un poco de sueño, pero ya era el momento de retomar con sus actividades escolares, al reconocer a sus compañeros de clase se incorporó junto a ellos y se motivó a saludarlos, en ese instante la profesora de educación física se aproximó a mí para notificarme que la próxima semana Tifany debía estar preparada para desarrollar una exposición sobre las partes del cuerpo humano. Son muchos los recuerdos que se despiertan cuando nos empapa el clima escolar, quizá la primera vez que fuimos al colegio, al primer compañero que conocimos, nuestra primera maestra, las primeras canciones en el kínder . En mi caso recuerdo con total nitidez mi primer día de kider mi madre me llevaba tomándome de la mano y al entrar al colegio veo a muchos niños y niñas que vestían una franela r
― Me enteré que te casaste y que tienes un matrimonio feliz ― Comentó mientras le daba un sorbo al café. ―.No pensé que nuestro encuentro en la calle terminará en una conversación dentro de una cafetería. Si algún amigo de Santiago me veía conversado con Leonardo los rumores de que estoy saliendo con otro hombre llegarán rápidamente a sus oídos.― Sí hace seis años que me case, tuve una hija, bueno, la niña con la que me viste entrar al colegio es mi hija. Lo de matrimonio feliz era cierto hasta hace unos días, es un tema que actualmente… me tiene mal porque descubrí que el mejor esposo del mundo me fue infiel con otra mujer. ― ¿Te fue infiel? ― Me preguntó sorprendido. ―.― Sí.― ¿Y cómo lo sabes?― Mintió, es todo lo que puedo decirte, Leonardo.― No tie
— Hace unos días me encontré con Leomar ¿lo recuerdas? — Giró la cabeza para mirarme y fijo nuevamente su atención en la carretera. —. — ¿Leomar? ¿el caos de la clase? cómo olvidar a ese necio. — Jajajajaja sí ese mismo, el irremediable. Te enteraste que luego de haber negado y rechazado que se iba a enamorar terminó casado con la hija del profesor Raúl. — ¿Espera? ¿qué? Se caso con Yeny ¿Cómo es posible? Si los dos se odiaban a muerte y Leomar ni en sus sueños la miraba. — Conocerás el famosísimo refrán que dice del odio al amor hay un pequeño paso. Yo quedé sin palabras cuando lo escuché salir de su boca y entre en shock cuando me mostró la fotografía de sus dos hijos. — Yo agregaría que del amor al odio también hay un pequeño paso. Me alegra por ellos quien se iba imaginar que dos personas que no tenían nada en común terminarán uniéndose. — La vida es sorprendente ¿Cierto?. Ayer no se me pasaba por la cabeza cruzarme contigo, hoy te encuentro y me ofrezco llevarte a casa.
— No me malinterpretes. Este es un lugar perfecto para calmar tu mente. — Comentó observando como fluia el agua —. — No puedo creer que me hayas traído al... — Si cierras tus ojos y centras tú atención en el sonido del agua corriendo sobre las rocas te relajaras y te sentirás mucho mejor. — Leonardo, creo que estar aquí contigo a solas no es correcto. — Lo miré nerviosa. —. — No va a pasar nada que tú no quieras. Así que puedes estar tranquila. — Me sentiría más tranquila si me llevarás a mi casa. Cuando ví el reloj eran las 8:43 a.m debía recoger a Tifany al colegio a las 11:30 a.m. No entiendo como a Leonardo se le ocurrió la brillante idea de traerme al río para distraerme. — Dudo que estés más tranquila en tu casa. Si estás sola tus pensamientos solo se enfocarán en hacerte recordar lo ocurrido y es imposible que así te puedas sentir tranquila . ¿Prefieres que te lleve a tu casa o que te invite almorzar luego de pasar por tu hija al colegio?. — No quiero hacerte sentir
Decidí no volver a confiar en ningún hombre, era definitivo. Leonador quiso pasarse de listo y no le iba perdonar el mal momento que casi me hacía morir de un infarto. — Solamente estaba bromeando. No me creerías capaz de abandonarte ¿O sí?. —Se rascó la cabeza. —. — Leonardo esa broma estuvo muy pesada. — Me cuesta aceptar que en serio hayas creído a mi persona capaz de hacer semejante cosa. Óyeme bien, Kiara, ni en mis sueños te haría algo para perjudicarte, por el contrario vería en todo momento por tu bienestar. — Eso debiste haberlo pensado antes de hacer tu bromita pesada. Al llegar a la casa me fijé que el auto de Santiago estaba estacionado mire de hito en hito para sersiorarme que todavía no se hubiese bajado del coche. En esos milisegundos que transcurrieron no sé porqué se vino a mi cabeza una estrategia infalible para darle un ataque de celos. — Leonardo. Te disculparé por lo que hiciste solo si me haces un favor. — ¿En qué te puedo ayudar? — Me pregunto sonriendo.
— Puedes entender que fue él quien hizo que todo se fuera a la borda.— Kiara, sino le diste la oportunidad para que se expresará fue un grave error el que cometiste. No es correcto que hayas dado todo por sentado sin siquiera escucharlo. — Argumentó Luisa. —.Luisa es una gran compañera de trabajo, una viuda de cuarenta y nueve años que vivía sola. Al fallecer su esposo juró ante Dios que no abriría las puertas a un nuevo amor, aunque este le tocará una y mil veces. Su unión la consideró sagrada decía que Dios le había puesto a su esposo en la vida para formarse como una mejor mujer y evolucionar espiritualmente y por ese motivo sería fiel a su promesa de amarlo hasta la eternidad aunque Dios se lo haya llevado muy pronto. Luisa se veía muy feliz a pesar de que la vida le había golpeado con todas sus fuerzas, su mayor deseo era