Dani
Stefan me tonó repentinamente nerviosa. No supe bien qué decirle cuando me preguntó qué me pasaba. No quería decirle que era por él que estaba así de nerviosa, para no quedar mal parada. Pensé en decirle que era mi madre, que al fin me había escruto un mensaje después de semanas sin hablar, pero no quise mentirle con algo semejante, porque sabía bien que Stefan haría preguntas y querría saber si me encontraba mejor ahora que mamá me había hablado. No me daba la cara para mentirle con algo así.
—No es que esté nerviosa, es que estoy un poco agotada por la universidad. ¿Sabes? Volver no ha estado mal, me gusta haber regresado a la normalidad, pero me cuesta un poco acostumbrarme al ritmo. Las clases me tienen un poco ansiosa y no falta mucho para que mi última clase del día comience.
—Entiendo
DaniCuando Celine y yo llegamos a la casa, lo primero que hice fue tomar una ducha para relajarme. Celine se encargó de prepararnos la cena, así que cuando salí de ducharme, ella seguía cocinando. Fue, entonces, que le pregunté si necesitaba de mi ayuda y me dijo que no. Aproveché el momento para encerrarme en mi cuarto a revisar el mensaje que me habían enviado. Sabía que esto era jodidamente estúpido e inmaduro de mi parte. Miren todo el lío que hacía para ver un mensaje de un tonto fugitivo. Cerré la puerta con llave, pues por alguna razón, me sentía lo suficientemente perseguida por revisar mi teléfono. Probablemente, porque sabía que tener estas esperanzas de que fuese Nathan. Con todo el daño que ese chico me hizo, yo ni siquiera debería estar pensando en él.Me senté sobre la cama con el teléfono en
Dani ¿En qué momento me ha dado la impresión de querer jugar con mi corazón? Justo ahora. De hecho, su pregunta era muy estúpida y me molestaba que no se diese cuenta, o de que intentase fingir que no estaba haciendo nada malo. Sí, ahora él me decía que me extrañaba y quería hablar conmigo, pero ¿y mañana? ¿Qué pasaría al día siguiente? Estaba más que segura de que se iba a arrepentir de hablarme, me terminaría diciendo que dejemos de hablar, que haberme enviado un texto fue un error y que lo hace para protegerme. El escenario en mi cabeza me ponía de muy mal humor. No tenía pruebas de que eso fuese a pasar, pero tampoco tenía dudas al respecto. —Dani, ¿estás bien? —preguntó Celine desde la cocina. Me asusté un poco ante la sorpresa. —¡Sí! Estoy aquí en el cuarto —le avisé para que se quedara tranquila. No era un secreto que Celine me estuviese cuidando como si fuese de porcelana. Desde que pasó lo que pasó, ha estado muy sobreprotectora conm
DaniNathan no me respondió hasta después de diez minutos. Para ese entonces, Celine ya me había llamado a comer, así que preferí dejar el teléfono en mi cuarto, por las dudas, pero lo oí sonar cuando comíamos. Celine me preguntó si me encontraba bien, pues me notaba un poco molesta, pero le dije que solo estaba cansada, que el primer día de regreso había sido un poco agotador porque perdí el ritmo de levantarme temprano todos los días.—Estoy orgullosa de ti. Me alegra mucho saber que estás avanzando en tu vida, a pesar de los percances que has atravesado. Es bonito verte mejor día a día, y me alegra mucho que estés llevando bien lo de Nathan.Sentí un escalofrío cuando ella pronunció su nombre. Si Celine supiera que, en realidad, no estaba llevando nada bien esta situación sobre él. Y s
El día siguiente, después de la universidad, quedé con Stefan para ir a visitar el refugio de animales que su familia y él tenían. De hecho, eran varios refugios, pero hoy solo visitaríamos uno. Estaba segura de que terminaría pidiéndole que me mostrara los demás algún otro día, pues conocía perfectamente bien el amor incondicional que le tenía a los animales. Siempre he creído que ellos son más puros que los humanos, son seres indefensos que buscan la protección de las personas, buscan dar amor sin recibir nada a cambio. Los animales son seres muy fieles, más que las propias personas.El amor por lo animales lo había sacado de mis padres, sobre todo de mi madre, que siempre fue muy amante de ellos. A lo largo de mi vida, tuvimos muchas mascotas en casa, algunos de ellos seguían con vida. Sabía bien que, luego de salir del refugio, termin
NathanDurante la noche tuve una pesadilla con Dani que hizo que me levantara llorando. Me sentía muy angustiado, muy solo y muy triste. El sueño había sido un completo desastre, y las imágenes de Dani sin vida rondaban por mi cabeza una y otra vez. No sabía cómo hacer para dejar de pensar en ello. Fue bastante traumático.Esta vez ella no moría en el bar, como en mis antiguas pesadillas, pero su cuerpo estaba sin vida, tirado en el suelo, y yo la encontraba allí e intentaba ayudarla, pero no había caso, pues no había nada más por hacer. La angustia fue tanta que, cuando abrí los ojos, mis mejillas estaban empapadas de lágrimas, tal como en mi sueño, porque cuando entendí que no había nada por hacer para ayudar a Dani, me quebré en llanto, aferrándome a su cuerpo. Quisiera poder decir que me calmé rápido, pe
NathanNo había nada que me molestara más que esta sensación de disgusto instalada en mi pecho, esta sensación de impotencia. Quería proteger a Dani, quería evitar que le hicieran daño, pero ella simplemente no me dejaba. Muy en el fondo, sabía que yo iba a tener que respetar sus decisiones por varias razones: Una de ellas porque me encontraba lejos, así que estaba bastante atado de manos y pies, y otra porque Dani era adulta y dueña de sus decisiones. Pero qué difícil era callarme la boca y hacer dejarla hacer su vida y seguir compartiendo momentos con él. Creo que siempre que le dije que se mantuviera alejada de Stefan, la he fastidiado un poco, porque ella decía que yo no tenía fundamentos para creer que Stefan era malo (en mi mente, sí los tenía, y tenía esta sensación extraña cuando oía de él, esa sensa
DaniSabía que esto me traería consecuencias en el futuro. ¿En serio estaba a punto de dejar que Stefan me besara otra vez? No es que mi cuerpo no lo deseara, porque sí lo deseaba, pero en el fondo, me sentía culpable porque sabía que lo estaba utilizando para olvidarme de otra persona más. No era justo para Stefan, pero veía en él una oportunidad perfecta para sacarme de la cabeza a Nathan. Stefan era un gran partido, una persona amble, dulce e increíblemente atenta, él es en quien debía fijarme, él es de quien debía estar enamorada.Celine me había mencionado la otra noche durante la cena que me tomara las cosas con calma con Stefan, para no terminar herida ni herirlo a él. Después de que él nos trajera a casa al finalizar nuestras clases en la universidad, notó de primera mano lo interesado que se mostraba Stefan en m&
Nathan—¿Salimos esta noche? —me preguntó Victoria.—¿De dónde saliste? —pregunté al verla detrás de mí.—Pasé por tu lado —respondió, obvia—. ¿No me viste?—No estaría preguntando —dije obvio.—Tienes un carácter de mierda, ¿te lo han dicho antes?—Eres muy pesada, ¿te lo han dicho?El hermano de Victoria pasó por el otro lado de la barra, con su mochila colgada en su hombro y dirigiéndose hacia la salida. El turno de todos había acabado más temprano de lo habitual porque hoy el bar cerraba temprano por ser el cumpleaños del jefe y usarían el local para festejar con sus familiares. Nuestra condición para salir temprano fue preparar todo para el cumpleaños y luego podíamos ir.—Se l