Dani
Nathan no me respondió hasta después de diez minutos. Para ese entonces, Celine ya me había llamado a comer, así que preferí dejar el teléfono en mi cuarto, por las dudas, pero lo oí sonar cuando comíamos. Celine me preguntó si me encontraba bien, pues me notaba un poco molesta, pero le dije que solo estaba cansada, que el primer día de regreso había sido un poco agotador porque perdí el ritmo de levantarme temprano todos los días.
—Estoy orgullosa de ti. Me alegra mucho saber que estás avanzando en tu vida, a pesar de los percances que has atravesado. Es bonito verte mejor día a día, y me alegra mucho que estés llevando bien lo de Nathan.
Sentí un escalofrío cuando ella pronunció su nombre. Si Celine supiera que, en realidad, no estaba llevando nada bien esta situación sobre él. Y s
El día siguiente, después de la universidad, quedé con Stefan para ir a visitar el refugio de animales que su familia y él tenían. De hecho, eran varios refugios, pero hoy solo visitaríamos uno. Estaba segura de que terminaría pidiéndole que me mostrara los demás algún otro día, pues conocía perfectamente bien el amor incondicional que le tenía a los animales. Siempre he creído que ellos son más puros que los humanos, son seres indefensos que buscan la protección de las personas, buscan dar amor sin recibir nada a cambio. Los animales son seres muy fieles, más que las propias personas.El amor por lo animales lo había sacado de mis padres, sobre todo de mi madre, que siempre fue muy amante de ellos. A lo largo de mi vida, tuvimos muchas mascotas en casa, algunos de ellos seguían con vida. Sabía bien que, luego de salir del refugio, termin
NathanDurante la noche tuve una pesadilla con Dani que hizo que me levantara llorando. Me sentía muy angustiado, muy solo y muy triste. El sueño había sido un completo desastre, y las imágenes de Dani sin vida rondaban por mi cabeza una y otra vez. No sabía cómo hacer para dejar de pensar en ello. Fue bastante traumático.Esta vez ella no moría en el bar, como en mis antiguas pesadillas, pero su cuerpo estaba sin vida, tirado en el suelo, y yo la encontraba allí e intentaba ayudarla, pero no había caso, pues no había nada más por hacer. La angustia fue tanta que, cuando abrí los ojos, mis mejillas estaban empapadas de lágrimas, tal como en mi sueño, porque cuando entendí que no había nada por hacer para ayudar a Dani, me quebré en llanto, aferrándome a su cuerpo. Quisiera poder decir que me calmé rápido, pe
NathanNo había nada que me molestara más que esta sensación de disgusto instalada en mi pecho, esta sensación de impotencia. Quería proteger a Dani, quería evitar que le hicieran daño, pero ella simplemente no me dejaba. Muy en el fondo, sabía que yo iba a tener que respetar sus decisiones por varias razones: Una de ellas porque me encontraba lejos, así que estaba bastante atado de manos y pies, y otra porque Dani era adulta y dueña de sus decisiones. Pero qué difícil era callarme la boca y hacer dejarla hacer su vida y seguir compartiendo momentos con él. Creo que siempre que le dije que se mantuviera alejada de Stefan, la he fastidiado un poco, porque ella decía que yo no tenía fundamentos para creer que Stefan era malo (en mi mente, sí los tenía, y tenía esta sensación extraña cuando oía de él, esa sensa
DaniSabía que esto me traería consecuencias en el futuro. ¿En serio estaba a punto de dejar que Stefan me besara otra vez? No es que mi cuerpo no lo deseara, porque sí lo deseaba, pero en el fondo, me sentía culpable porque sabía que lo estaba utilizando para olvidarme de otra persona más. No era justo para Stefan, pero veía en él una oportunidad perfecta para sacarme de la cabeza a Nathan. Stefan era un gran partido, una persona amble, dulce e increíblemente atenta, él es en quien debía fijarme, él es de quien debía estar enamorada.Celine me había mencionado la otra noche durante la cena que me tomara las cosas con calma con Stefan, para no terminar herida ni herirlo a él. Después de que él nos trajera a casa al finalizar nuestras clases en la universidad, notó de primera mano lo interesado que se mostraba Stefan en m&
Nathan—¿Salimos esta noche? —me preguntó Victoria.—¿De dónde saliste? —pregunté al verla detrás de mí.—Pasé por tu lado —respondió, obvia—. ¿No me viste?—No estaría preguntando —dije obvio.—Tienes un carácter de mierda, ¿te lo han dicho antes?—Eres muy pesada, ¿te lo han dicho?El hermano de Victoria pasó por el otro lado de la barra, con su mochila colgada en su hombro y dirigiéndose hacia la salida. El turno de todos había acabado más temprano de lo habitual porque hoy el bar cerraba temprano por ser el cumpleaños del jefe y usarían el local para festejar con sus familiares. Nuestra condición para salir temprano fue preparar todo para el cumpleaños y luego podíamos ir.—Se l
Nathan No era malo bailando. Siempre me gustaron las fiestas, aunque ahora parecía ser que no podía disfrutarlo por todos los problemas que abundaban mi mente. Además, después de que dejé Inglaterra con mis amigos, me volví bastante cerrado. Con la única persona con la que había logrado abrirme, ser yo, sentirme libre, había sido Dani. Pero están noche, tenía ganas de volver a sentirme con alguien como me sentía con ella, por lo que, bien o mal, me obligué a mí mismo a abrirme, a bailar esta noche, a despejar mi mente, a divertirme. Si ya estaba aquí, no me iba a quedar parado o sentado en algún rincón viendo cómo todos bailaban y sintiéndome mal por no estar con Dani. Supongo que, en algún momento, iba a tener que avanzar. Por más poético o estúpido que sonara el querer estar únicamente con ella, tenía que olvidarla de una vez, y era mejor que empezara a hacerlo desde ahora. ¿O hasta cuándo estaría deprimido, lamentándome sobre todo lo que hice y pasó? No s
NathanMe quedé sorprendido por la forma en la que Victoria hizo lo que hizo. Me provocó, jugó con mi deseo físico y su atracción y terminó dejándome con las ganas, dándose la vuelta y bailando. Pero si así quería jugar ella, así jugaríamos. De cierta forma, eso le agregaba sabor a la situación.Le seguí el juego y continué bailando al ritmo de la música junto a ella, con nuestros cuerpos pegados. El calor empezó a estar presente entre ambos, más en mí. No quería ser un desubicado ni mucho menos faltarle el respeto a Victoria, pero se me estaba poniendo dura con sus movimientos contra mí. Sé que ella fue quien insinuó que quería tener sexo, pero no quería ser irrespetuoso o hacerla sentir incómodo en ningún momento. Mi madre me había enseñado el respeto
DaniDesde que Nathan y yo hablamos por última vez, había pasado tiempo, y me daba la sensación de que, una vez más, terminamos de mala forma. Pero eso ya no era algo que rondara 24/7 por mi mente, no como antes. Las aguas se habían calmado. Mis sentimientos seguían algo alborotados, pero no me sentía tan perdida como antes. Tomaba esto como si fuera un avance. Mis sesiones con mi psicólogo estaban ayudándome, cada vez me abría más a él y era más detallista con las cosas que rondaban en mi mente y en mi corazón, y él parecía comprenderme y siempre me prestaba atención durante toda la sesión y me hacía preguntas realmente interesantes que daban qué pensar. Supongo que había tenido suerte con mi psicólogo, porque con él sí tenía muchos avances e iba consiguiendo sentirme mejor. Sé q