Dani
Sabía que esto me traería consecuencias en el futuro. ¿En serio estaba a punto de dejar que Stefan me besara otra vez? No es que mi cuerpo no lo deseara, porque sí lo deseaba, pero en el fondo, me sentía culpable porque sabía que lo estaba utilizando para olvidarme de otra persona más. No era justo para Stefan, pero veía en él una oportunidad perfecta para sacarme de la cabeza a Nathan. Stefan era un gran partido, una persona amble, dulce e increíblemente atenta, él es en quien debía fijarme, él es de quien debía estar enamorada.
Celine me había mencionado la otra noche durante la cena que me tomara las cosas con calma con Stefan, para no terminar herida ni herirlo a él. Después de que él nos trajera a casa al finalizar nuestras clases en la universidad, notó de primera mano lo interesado que se mostraba Stefan en m&
Nathan—¿Salimos esta noche? —me preguntó Victoria.—¿De dónde saliste? —pregunté al verla detrás de mí.—Pasé por tu lado —respondió, obvia—. ¿No me viste?—No estaría preguntando —dije obvio.—Tienes un carácter de mierda, ¿te lo han dicho antes?—Eres muy pesada, ¿te lo han dicho?El hermano de Victoria pasó por el otro lado de la barra, con su mochila colgada en su hombro y dirigiéndose hacia la salida. El turno de todos había acabado más temprano de lo habitual porque hoy el bar cerraba temprano por ser el cumpleaños del jefe y usarían el local para festejar con sus familiares. Nuestra condición para salir temprano fue preparar todo para el cumpleaños y luego podíamos ir.—Se l
Nathan No era malo bailando. Siempre me gustaron las fiestas, aunque ahora parecía ser que no podía disfrutarlo por todos los problemas que abundaban mi mente. Además, después de que dejé Inglaterra con mis amigos, me volví bastante cerrado. Con la única persona con la que había logrado abrirme, ser yo, sentirme libre, había sido Dani. Pero están noche, tenía ganas de volver a sentirme con alguien como me sentía con ella, por lo que, bien o mal, me obligué a mí mismo a abrirme, a bailar esta noche, a despejar mi mente, a divertirme. Si ya estaba aquí, no me iba a quedar parado o sentado en algún rincón viendo cómo todos bailaban y sintiéndome mal por no estar con Dani. Supongo que, en algún momento, iba a tener que avanzar. Por más poético o estúpido que sonara el querer estar únicamente con ella, tenía que olvidarla de una vez, y era mejor que empezara a hacerlo desde ahora. ¿O hasta cuándo estaría deprimido, lamentándome sobre todo lo que hice y pasó? No s
NathanMe quedé sorprendido por la forma en la que Victoria hizo lo que hizo. Me provocó, jugó con mi deseo físico y su atracción y terminó dejándome con las ganas, dándose la vuelta y bailando. Pero si así quería jugar ella, así jugaríamos. De cierta forma, eso le agregaba sabor a la situación.Le seguí el juego y continué bailando al ritmo de la música junto a ella, con nuestros cuerpos pegados. El calor empezó a estar presente entre ambos, más en mí. No quería ser un desubicado ni mucho menos faltarle el respeto a Victoria, pero se me estaba poniendo dura con sus movimientos contra mí. Sé que ella fue quien insinuó que quería tener sexo, pero no quería ser irrespetuoso o hacerla sentir incómodo en ningún momento. Mi madre me había enseñado el respeto
DaniDesde que Nathan y yo hablamos por última vez, había pasado tiempo, y me daba la sensación de que, una vez más, terminamos de mala forma. Pero eso ya no era algo que rondara 24/7 por mi mente, no como antes. Las aguas se habían calmado. Mis sentimientos seguían algo alborotados, pero no me sentía tan perdida como antes. Tomaba esto como si fuera un avance. Mis sesiones con mi psicólogo estaban ayudándome, cada vez me abría más a él y era más detallista con las cosas que rondaban en mi mente y en mi corazón, y él parecía comprenderme y siempre me prestaba atención durante toda la sesión y me hacía preguntas realmente interesantes que daban qué pensar. Supongo que había tenido suerte con mi psicólogo, porque con él sí tenía muchos avances e iba consiguiendo sentirme mejor. Sé q
NathanEl nombre Zack era parte de mi vida ahora. Las personas lo decían con tanta naturalidad cuando necesitaban decirme o pedirme algo, pero para mí seguía siendo muy extraño que me nombraran así, no lograba acostumbrarme, y eso que ya había pasado un año desde que dejé Seattle y abandoné mi verdadero nombre. Sí, sonaba muy loco, pero ya había transcurrido todo un año desde que la mafia me encontró e intentó matarme. Un año, también, desde que dejé de ver a Dani. Un año desde que mi madre y yo no volvimos a mantener contacto.Un año no era mucho, pero con todo lo que pasó, con todos los cambios a los que tuvimos que adaptarnos con mis amigos, se sentía como si hubiera pasado mucho más tiempo. Afortunadamente, con los chicos logramos instalarnos rápidamente en un nuevo departamento, que es en
NathanFui al trabajo con pocas ganas. Desde que Victoria y yo estábamos peleados, el ambiente se sentía hostil. Incluso, el jefe lo notó y me preguntó si pasaba algo entre ambos, a lo cual, tuve que mentirle en la cara para no generar más problemas. Victoria y yo podíamos ser más profesionales y simplemente dejar de mirarnos como si nos odiáramos. Bueno, no es que yo la mirara así, era ella quien me odiaba. Yo no tenía en contra de ella. Es más, era yo quien quería solucionar nuestros problemas y poner las cosas en su lugar. Era demasiado incómodo pasar tantos días así. Además, su hermano trabajaba con nosotros, y ahora él también me odiaba por romperle el corazón a Victoria. El tema es… que jamás tuve la intención y siempre fui claro con mis sentimientos, siempre fui de frente. Jamás le dije que la
NathanTodo estaba listo para mi viaje. Tenía las maletas listas, los pasajes de ida y vuelta, los papeles necesarios, el permiso de mi jefe para faltar unos días al trabajo y ahora estaba por salir de casa. Mis amigos estaban despidiéndose de mí. Derek me dio un abrazo fuerte y Marco también, como si no nos fuésemos a ver en mucho más tiempo de lo planeado. Los abracé fuerte también, pues me sentía muy emocionado por ir a verla.Todavía no podía creer que esto estuviese pasado. O sea, estaba a punto de viajar para ver a Dani, para encontrarme con ella. Hace un año, cuando llegamos aquí, no me habría imaginado que esto hubiese pasado en tan poco tiempo. Es decir, sé que fue un año muy duro para mí, jamás olvidaría todo el dolor emocional que me trajo, pero, dentro de todo, no fue tanto, si lo analizábamos bi
DaniCuando recibí un mensaje, mi corazón empezó a latir alocadamente sin haber visto de quién se trataba. Creo que mi poder de intuición ya me había dicho de quién se trataba. Fue un impulso, porque tomé el teléfono casi llevándome a Celine por delante mientras pasaba a su lado y leí lo que me decían. Efectivamente, el mensaje era de él. No había un nombre allí, pero yo sabía que era él. Me pedía que nos viéramos. O eso asimilaba por su quiero verte. Nathan estaba en la ciudad, estaba aquí, cerca. Podíamos vernos. Es lo que había soñado desde que se fue a otro país hace ya poco más de un año. Lo que vi en las noticias sobre la muerte de un jefe de mafia… claramente él también lo había visto y por eso estaba aquí. Y mierda… quería que nos viéramos. Obvio que yo también quería lo mismo. Mi parte racional fue noqueada por mis deseos oscuros, porque después de todo lo que pasó, la única explicación era que mi uso de razón estaba dormido. Mis deseos me controlaban. Mi tentación lo hacía.