Leonardo aún no se acostumbraba a tener que quedarse en un mismo lugar, porque desde que despertó la única pregunta que hacía y nadie podía responder era la ubicación de Sara o su hijo. Apretó los dientes al sentir como esa aguja entró a su cuello, en donde haría un efecto más rápido según el korol que solo se quedó observando su resistencia. En ocasiones la cura podía ser mucho más dolorosa que la herida y ese fue el caso cuando la sustancia incolora fue empujada hacia la vena que la conduciría a cada centímetro de su cuerpo. Se movió cuando quemó, apretó los puños y soltó el teléfono con el cual había llamado a su padre. Joseph solo pudo ver cómo esté hizo una fuerza descomunal ante el dolor que lo llenó en cada parte de su cuerpo. Las venas se volvieron más notables y el sudor comenzó a cubrirlo. Quiso acercarse para ayudarlo, sin embargo no tenía idea de que hacer para que Leonardo dejar de verse como si estuviera a punto de explotar. En tanto este era poseído por el más grand
__ ¿Que estás diciendo? - Leonardo creyó haber escuchado mal, lo pensó y quiso convencerse que era así. Pero el desconcierto en el rostro de su padre le indicó que no era así. Lo que escuchó era la verdad. - ¿Como que Sara se fue con esa escoria? __ Lo hizo por mí. - la culpa que Adrián tenía también era obvia, su hermano pasó el trago amargo tratando de no explotar, aún tenía que recuperar fuerzas y afectarse por lo que pasó no era algo viable. - Lo siento, Leonardo. Ella solo me defendió de...__ No, no se pasen la culpa el uno al otro porque eso no me sirve. - espetó. - Lo que quiero saber es ¿como? - preguntó en dirección de todos. - Esa isla no debía ser encontrada, nadie tenía la ruta. Ninguna coordenada era conocida, así que quiero saber ¿como maldit@ sea mi lugar seguro dejó de serlo? Aarón no supo si decir la verdad o callarse lo sucedido, porque claramente su hijo no estaba siendo racional y la culpable de tal fallo estaba cerca. __ ¡¿Como?! - volvió a preguntar con furia
Un disparo, sangre en sus manos y un ruido ensordecedor lo hicieron abrir los ojos de golpe. Joseph abrió los ojos estando recostado en la pared a lado de la ventana y suspiró, aunque no sintió nada de alivio, pese a necesitarlo tanto. __ ¿Puedo pasar? - preguntó su madre y este no habló. Ella se acercó tratando de darle consuelo, pero no pudo darle lo que más ansiaba él.En la otra habitación, Leonardo respondió las preguntas de su hijo quien le cuestionó sobre su madre y su tía, diciéndole que su madre regresaría pronto, pero su tía siempre estaría con él. No era bueno para ese tipo de cosas, pero supo siempre del amor que su hijo sentía por Keyla y que preguntara por ella era una prueba de ello. Aunque esté quisiera seguir corriendo con los rottweiler que no se separaron de él, su padre lo puso en su hombro para poderlo hacer que durmiera. Era demasiado tarde para que siguiera despierto. Cuando lo logró, lo cubrió con una manta y lo dejó con los perros custodiando su descanso.
Sara tuvo que sostenerse de los barrotes que habían en la celda para no caer. Una nube muy grande la cegó, sus piernas fallaron y de sus ojos comenzaron a salir las lágrimas que bajaron por sus mejillas una a una, mientras Kina se retiró luego de verla quedarse sin habla.Sara negó.No, no podía ser cierto que su amiga había...__ No, no, no, no.Ese "thud" en su pecho era tan fuerte que su caja torácica tuvo que resistir. En un pecho una fisura se formó, mientras que su barbilla no dejó de temblar y si voz de repetir el nombre de Keyla.No podía estar muerta. Ella era la única hermana que deseó tener, quien desde el inicio no la dejó sola y...__ ¡No, Keyla! No - terminó susurrando antes de caer al suelo con el pecho vuelto trizas. Con ese dolor que no creyó podría sentir, menos por...Se negó a pensarlo. No podía ser cierto, trataban solo de afectarla, solo querían hacerle daño y no dejaría que...Pero ¿como supieron que Keyla era su amiga? Miles de preguntas llenaron su cabeza en
Sara prácticamente fue arrastrada lejos de la celda, tenía los ojos hinchados y no se veía en buenas condiciones para pelear, pero no era tomada su opinión, a nadie de los que vitorearon el nombre de las dos mujeres que levantaron los brazos a modo de festejo por ese día.La chica se veía decaída físicamente. Solo vio como alrededor de ellas estaban muchos de los hombres que con morbo veían a las tres que se enfrentarían en números desiguales, porque justo no era en ningún sentido, tampoco se detendrían a pensar si era suficiente. Querían cobrar la muerte de Yuri a como diera lugar. __ ¡Una muerte por una muerte! - corearon. -¡Una muerte por una muerte! Las voces se elevaron tanto que a Sara no le quedó mas alternativa que mirar al sitio donde Lidia estaba a punto de perder las esperanzas de que pudieran salir de ahí. Kim entendió que tampoco tenía posibilidad si ella no lograba ganar, algo que veían demasiado improbable. Se veía débil, sin ganas de pelear, todo lo contrario a las
El viento fuerte lanzado por las hélices de aeronaves preparadas para dejar salir a sus ocupantes fue todo lo que los pobladores vieron al momento de alzar la vista. Los estallidos siguieron escuchándose por todo el lugar, saliendo de una de las torres de vigilancia y defensa del palacete instalado recientemente de Abel. Pero al igual que estos resonaron, también lo hicieron los cañones que se abrieron paso en la parte frontal de los helicópteros que lanzaron a la mayoría de los hombres que viajaban allí. Los pobladores miraron al grupo, pero sobre todo al hombre que descendió por una de los cables que sostenía con una mano, mientras con la otra disparó a todo aquel que quería derribarlo. Aún sin haber pisado sueño Italiano, ya tenía víctimas que iniciaron su lista personal.Plantó los pies al suelo, poniendo a temblar a más de uno cuando quitó el cargador con una agilidad única al no dejar de disparar a cada nada con la pistola de menor calibre, al tiempo que siendo cubierto por un
El hombre no entendía de donde ese par creían conocerlo. Aunque el nombre resonó mucho en su cabeza, no los había visto, a menos no que lo recordara.__ No hay tiempo. - dijo Leonardo tomando el teléfono. - Aarón, hay un paquete para tí.__ Ahora estoy contigo. - manifestó este pidiéndole a su hijo que tomara el control de la aeronave para alejarse y posicionarse sobre las cabezas de sus hijos, un cable fue lanzado, dándole la oportunidad a Kim de que comenzara a subir. Se le dificultó un poco, ella no era experta en ese tipo de cosas, por lo que se deslizó hartando a Leonardo, quien estaba por dejarla morir, pues una persona era la única que tenía como importante, sin embargo fue Marcelo o "la Bestia" como Kim lo conoció, quien la subió a su hombro, comenzando a subir con una facilidad que sorprendió a muchos, no a sus sobrinos, porque justamente fue él quien les mostró la falta de cobardía que debían poseer siempre. Cuando llegó al final le entregó la chica a Aarón, quien lo prime
Nota: Escenas de violencia y mu3rt3 muy graficas, si eres sensible, aconsejo abstenerse. •••Nadie creía que un solo hombre haya sido capaz de detener una caravana de autos como esa. Cinco en total, pero tampoco hubo alguno que se atreviera a pisar el acelerador y pasarle por encima. Lo que él mafioso emanó lo percibieron, provocando un temor que por más que se negaran a aceptar que existía, dentro suyo sabían que sí. __ Vamos, Abel. ¿O temes que la historia vuelva a repetirse? - la burla en cada palabra dicha por Leonardo ardió en el oído de este. Odió el hecho de que supiera que había un temor en él, detestó la idea de estar frente a frente y no estar en su perfecta funcional. Ideó maneras de matarlo y en todas no figuró el enfrentarse a él. Mano a mano era imposible.__ Abel Emmons, dueño de un clan que pondría al frente para mantenerse con vida, que cobarde - se rió, bajó el teléfono y miró sobre su hombro. - Tres. Abel creyó que era una cuenta regresiva lo que había iniciad