Sara tuvo que sostenerse de los barrotes que habían en la celda para no caer. Una nube muy grande la cegó, sus piernas fallaron y de sus ojos comenzaron a salir las lágrimas que bajaron por sus mejillas una a una, mientras Kina se retiró luego de verla quedarse sin habla.Sara negó.No, no podía ser cierto que su amiga había...__ No, no, no, no.Ese "thud" en su pecho era tan fuerte que su caja torácica tuvo que resistir. En un pecho una fisura se formó, mientras que su barbilla no dejó de temblar y si voz de repetir el nombre de Keyla.No podía estar muerta. Ella era la única hermana que deseó tener, quien desde el inicio no la dejó sola y...__ ¡No, Keyla! No - terminó susurrando antes de caer al suelo con el pecho vuelto trizas. Con ese dolor que no creyó podría sentir, menos por...Se negó a pensarlo. No podía ser cierto, trataban solo de afectarla, solo querían hacerle daño y no dejaría que...Pero ¿como supieron que Keyla era su amiga? Miles de preguntas llenaron su cabeza en
Sara prácticamente fue arrastrada lejos de la celda, tenía los ojos hinchados y no se veía en buenas condiciones para pelear, pero no era tomada su opinión, a nadie de los que vitorearon el nombre de las dos mujeres que levantaron los brazos a modo de festejo por ese día.La chica se veía decaída físicamente. Solo vio como alrededor de ellas estaban muchos de los hombres que con morbo veían a las tres que se enfrentarían en números desiguales, porque justo no era en ningún sentido, tampoco se detendrían a pensar si era suficiente. Querían cobrar la muerte de Yuri a como diera lugar. __ ¡Una muerte por una muerte! - corearon. -¡Una muerte por una muerte! Las voces se elevaron tanto que a Sara no le quedó mas alternativa que mirar al sitio donde Lidia estaba a punto de perder las esperanzas de que pudieran salir de ahí. Kim entendió que tampoco tenía posibilidad si ella no lograba ganar, algo que veían demasiado improbable. Se veía débil, sin ganas de pelear, todo lo contrario a las
El viento fuerte lanzado por las hélices de aeronaves preparadas para dejar salir a sus ocupantes fue todo lo que los pobladores vieron al momento de alzar la vista. Los estallidos siguieron escuchándose por todo el lugar, saliendo de una de las torres de vigilancia y defensa del palacete instalado recientemente de Abel. Pero al igual que estos resonaron, también lo hicieron los cañones que se abrieron paso en la parte frontal de los helicópteros que lanzaron a la mayoría de los hombres que viajaban allí. Los pobladores miraron al grupo, pero sobre todo al hombre que descendió por una de los cables que sostenía con una mano, mientras con la otra disparó a todo aquel que quería derribarlo. Aún sin haber pisado sueño Italiano, ya tenía víctimas que iniciaron su lista personal.Plantó los pies al suelo, poniendo a temblar a más de uno cuando quitó el cargador con una agilidad única al no dejar de disparar a cada nada con la pistola de menor calibre, al tiempo que siendo cubierto por un
El hombre no entendía de donde ese par creían conocerlo. Aunque el nombre resonó mucho en su cabeza, no los había visto, a menos no que lo recordara.__ No hay tiempo. - dijo Leonardo tomando el teléfono. - Aarón, hay un paquete para tí.__ Ahora estoy contigo. - manifestó este pidiéndole a su hijo que tomara el control de la aeronave para alejarse y posicionarse sobre las cabezas de sus hijos, un cable fue lanzado, dándole la oportunidad a Kim de que comenzara a subir. Se le dificultó un poco, ella no era experta en ese tipo de cosas, por lo que se deslizó hartando a Leonardo, quien estaba por dejarla morir, pues una persona era la única que tenía como importante, sin embargo fue Marcelo o "la Bestia" como Kim lo conoció, quien la subió a su hombro, comenzando a subir con una facilidad que sorprendió a muchos, no a sus sobrinos, porque justamente fue él quien les mostró la falta de cobardía que debían poseer siempre. Cuando llegó al final le entregó la chica a Aarón, quien lo prime
Nota: Escenas de violencia y mu3rt3 muy graficas, si eres sensible, aconsejo abstenerse. •••Nadie creía que un solo hombre haya sido capaz de detener una caravana de autos como esa. Cinco en total, pero tampoco hubo alguno que se atreviera a pisar el acelerador y pasarle por encima. Lo que él mafioso emanó lo percibieron, provocando un temor que por más que se negaran a aceptar que existía, dentro suyo sabían que sí. __ Vamos, Abel. ¿O temes que la historia vuelva a repetirse? - la burla en cada palabra dicha por Leonardo ardió en el oído de este. Odió el hecho de que supiera que había un temor en él, detestó la idea de estar frente a frente y no estar en su perfecta funcional. Ideó maneras de matarlo y en todas no figuró el enfrentarse a él. Mano a mano era imposible.__ Abel Emmons, dueño de un clan que pondría al frente para mantenerse con vida, que cobarde - se rió, bajó el teléfono y miró sobre su hombro. - Tres. Abel creyó que era una cuenta regresiva lo que había iniciad
Para otros era un problema cuando la guerra llegaba, pero para alguien como Leonardo le fue suficiente un poco de información para darse cuenta de los planes que otros tenían, quizá lo creían tonto de alguna forma para pensar que no se enteraría, pero este año ver cómo puso a temblar a un territorio entero, lo volvió un ser sin ninguna pizca de piedad. Junto a su hermano abordaron el helicóptero de su padre, llevando a Sara y a King consigo. Ya habría tiempo de hablar sobre el tema, porque ver a quién Sara conocía como "bestia" era algo que no pensaban dejar pasar. Pero si postergar.Miró a todos, pues algo en ellos se les hacía conocido y no era en vano, Sara al verlos juntos también lo pensó y eso fue suficiente para que Leonardo le dijera con una mirada que ese no era el momento.La sostuvo de la mano antes de ir con su padre, enviando a Adrián, quien se le notaba el cansancio de ver tanta barbarie. __ ¿Estás bien? - le preguntó a Sara y ella movió la cabeza. __ Ahora sí, solo
Las miradas chocaron entre un torbellino de recuerdos, en el cual se fijaron como el otro reaccionó ante las ideas e imágenes nacidas y esparcidas por toda la estancia. Marcelo pudo ver cómo a Simon pareció no gustarle su presencia en ese mundo, pues creyó haberlo asesinado años antes, o que su hermano lo había hecho por él. Sin embargo, verlo de pie frente a él, con más furia de la que vio en ese entonces fue el detonante para su terror. Lo torturó de cuántas veces le nació de su rencor y hora tenía que lidiar con la furia que desató en él. La palabra de un Crown se cumplía sí o sí, algo que los Emmons apenas comenzaban a entender, pese a ser casi extintos. __ No pueden atacarme, mi gente...__ Tu gente sabe con quién no meterse. - dijo Leonardo para todos, mientras estos dejaron clara su posición ante lo que veían. Una decisión dura, pero que si atacaban...__ Son tres, ellos son decenas. No podrían contra ellos, están muy entrenados para ser considerados fáciles de matar. - exc
De lejos se pudo sentir la presencia del hombre que bajó del vehículo junto con su esposa, quien tratada como alguien perteneciente a la realeza fue custodiada por un séquito de hombres que se movieron a su paso. Y como no, si para su esposo era toda una reina, una que merecía el mundo y por más que en ese momento estuviera vestida de luto siguió destacando entre todos los presentes. Todos miraron a la puerta, en donde Leonardo sosteniendo el brazo de su esposa caminó sin mirar a ninguno de los presentes. Semanas habían pasado desde que intentaron encontrar al padre de Keyla, pero este pareció que se lo tragó la tierra porque jamás pudo ser encontrado, como si hubiera deseado no ser visto jamás. Sus tarjetas fueron canceladas, cada propiedad vendida y luego de eso sus cuentas vaciadas. Sara tuvo que ir con Andrés Stewart, quién tampoco sabía mucho de alguien que dijo era su socio, pero en esta ocasión no supo nada tampoco. Así que sin saber cómo fue el funeral de su amiga, tuvo