Mientras Sara estaba decidida a hacer alguien de quién hasta ella misma se sorprendería, para Leonardo era algo totalmente distinto.Sobre sus manos tenía el informe que habían recaudado para su padre, en donde se enteró del origen de Sara, conoció a cada uno de sus parientes y hasta el nombre del ex novio recalcado de nuevo en ese documento. El prometido de Marcia, se dijo mirando las cosas desde otro punto. Había escuchado como su padre dijo sobre la relación a la que, quién ahora era su esposa faltó, pero sin mayor detalle. Recordó las palabras de Keyla, todo encajando perfectamente en su cabeza.No tenía que ser demasiado inteligente para saber que las cosas siempre tenían un camino de donde cobraba sentido lo que fuera.Pero lo que aún no le quedaba claro, fue porqué la familia de su esposa permitió que se hablaran pestes de ella, sin siquiera meter las manos. Quedó claro que una de las razones sería el dinero, pero aún algo faltaba.Aún así decidió que era hora de dormir, odia
__ ¿Es una broma, verdad? - con una risa nerviosa y tensa Rachel miró a todos esperando que la apoyaran. __ No, no lo es. - dijo Sara comiendo tranquilamente. - Si mal no escuché dijiste que reafirmabas tu lealtad y compromiso con el liderazgo. - le hizo ver. - Soy parte del liderazgo.__ No lo eres, solo eres...__ La esposa de Leonardo Crown. - este se enderezó en su silla al oírla. Clavó sus ojos en ella escudriñando el trasfondo de lo que escondía.Los intereses de Sara no serían nada sinceros, podía percibir los gestos que está hacía de vez en cuando. __ Leonardo, ¿no piensas decir nada? - la chica buscó ayuda. - Me está ofendiendo. __ Lo único que escuché fue que dijo ser mi esposa, algo que claramente es verdad. - movió sus hombros con simpleza, importándole menos que nada el tema de la asistente.__ ¡Quiere que sea su asistente! ¡Yo no puedo...__ Entonces di que no y deja el drama para tu padre que paciencia es algo que no se me dió en abundancia. - la cortó, viendo a su e
Al abrir la puerta del Jet, Sara se quedó de pie al inicio de las escaleras, tenía mucho tiempo de no ver esa ciudad. Desde el día en que partió con nada más que su amiga de la mano y los pocos billetes que cargó en su bolsillo, no había tenido intenciones de volver, pero enterarse que su familia hablaba pestes de ella, la enojó al punto de querer dejarles claro que los había sacado de su vida, pero que ellos también debían hacerlo. Uno de los hombres predispuestos para su seguridad le extendió la mano para ayudarla a bajar, dejándola estática al ver la línea de autos que la esperaban. Pero ¿cuantos eran? ¿ocho? __ ¿Porqué tantos? - cuestionó.__ Porque el jefe lo dispuso de esa forma, señora. - respondió el sujeto. __ No quiero que sean tantos. Solo voy a ver a mi familia, no a un cartel de...__ ¿Cuantos quiere que la sigan con discreción? - la pregunta la descolocó. Pero era algo habitual con ellos, obedecían lo que su jefe diría, pero no estaban autorizados en dejarla sola, po
Sara dejó a su hijo a su lado mientras dormían para descansar de un día lleno de emociones.Le cansó el estar frente a unas personas en el desayuno que la veían incrédulos por lo que dijo, mientras para la tarde, su familia estuvo frente a ella. Eso era más de aquello para lo que se había preparado y aunque se dijo que debía ser fuerte, sintió que podía flaquear. En la mañana preparó un desayuno, omitiendo la curiosidad de conocer el lugar donde al cual la llevaron. No quería recorrer un sitio que no era suyo, pero gritó el nombre de su esposo por todos lados, después de todo esa casa tenía más espacio que las dos casas que tenía su familia juntas. Se vio desayunando en la terraza, admirando la vista, colocando la comida de Queen en el suelo, a su lado, para pasar un momento solo con ella, mientras su amiga y su hijo dormían. __ ¿Estás triste? - le preguntó a la rottweiler al verla desanimada. - No te preocupes, regresaremos. Verás de nuevo a ese gigante y malhumorado animal. - la
Nadie creía que lo que oyeron fuera real, salvo Byron, quien fue testigo de haberlos visto juntos en el evento días antes. Pero para Victoria fue como un golpe de realidad que le dolió más de lo que creyó. ¿Como era posible que su hermana tuviera un esposo como ese? Trató de advertirle a su madre de quién se trataba, pero no pudo cuando esta volvió a hablar la boca.__ No es posible, usted es...__ Leonardo Crown. - dijo Andrés con la mandíbula descolgada. Había hecho malabares meses antes para reunirse con él y aún así no logró nada. - Es un placer...__ Evitemos la hipocresía aquí. - tomó la mano de su esposa. - Estoy esperando una disculpa para mí mujer y aún no la escucho.__ Disculpe, no quiero ser maleducado pero creo que este es un asunto de familia. - interfirió Henry dando un paso al frente, pero fue detenido por su hermana. - No sé lo que ocurre aquí, pero nadie puede...__ Cierra la boca, Henry. - se adelantó su padre y este guardó silencio. - Disculpelo, señor Crown. __
__ ¿Porqué llegas hasta esta hora? - la pregunta de Sara logró que Leonardo se girara, pasaban las tres de la mañana, no tenía que estar despierta en ese momento.__ ¿Como porqué debería responder eso? - dijo con indiferencia al tiempo que dejó su saco en el mueble, soltó dos botones de su camisa y se dirigió a la botella de whisky. - ¿Porqué no te has dormido? __ ¿Como porqué debería responder a eso? - devolvió ella y su esposo bufó al ver que el carácter de la chica volvía a ser esa molestia por la cual estaba comenzando a considerar si era tan buena idea tener una esposa.No contestó, no quería iniciar una contienda para ese instante. Estaba cansado, acalorado y con la cabeza llena de situaciones sin resolver no era buena opción el querer discutir.__ ¿Que tienes ahí? - cuestionó Sara al ver la piel roja en su mano, una que pareció irritada. __ Nada. - respondió él. - Ve a dormir. Necesito pensar.__ ¿Me necesitas dormida para pensar? Bueno, al menos a alguien le sirve que yo due
__ Aún sigo sin ver porqué tendría que ayudar. - Sara prefirió ser cortante a darles la oportunidad de hacerle daño de nuevo. - Ustedes se desligaron de mí desde hace ¿dos años? __ No seas egoísta.__ No lo estoy siendo. - se hizo para atrás cuando Andrés quiso tocar su mano. - Estoy correspondiendo lo que ustedes me dieron por mucho tiempo. __ Nosotros no tenemos la culpa de...__ No, la tuvieron de dejar que todos dijeran que yo fui una...__ No dijimos nada.__ Tampoco lo impidieron. No hicieron nada y ahí radica el problema. - les hizo ver. - Cuando yo los necesité, ninguno abogó por mí. Pero ahora que necesitan de mí, quieren que corra a ponerme a su disposición como si ustedes valieran y yo no. __ Esto es algo grave. - exclamó Henry.__ Lo mío también lo fue y lo sigue siendo. He pasado por...__ Y podemos ayudarte cuando nos recuperemos. - la voz apacible de Andrés salió a relucir, queriendo que con eso la credibilidad como padre floreciera. - Solo debes interferir porque Le
Sara celebró para sus adentros al ver a Leonardo tan molesto al subir al auto, que estuviera dispuesta a cambiar por alguien más seria no quería decir que un desliz de sus travesuras se diera de vez en cuando. Sacarlo de sus casillas era su deporte favorito y más cuando sabía que si cumplía su promesa iba a disfrutarlo. __ Señora Crown, ¿desea algo especial para su almuerzo? - l preguntó el consejero Ryan desde la puerta. Señora Crown, que extraño aquel apellido para ella, pero no iba a discutir con él. A quien le gustaba hacer enojar se había ido, por lo que podía darse un descanso. No pidió nada en especial para ella, pero sí para su hijo. No le apetecía cocinar en ese momento, quería descansar de la ansiedad que ver a su padre y hermano le daba siempre. Por eso los evitó por tanto tiempo. __ No me digas que te pagan por verme todo el día - exclamó con diversión, pero lo que para ella fue solo una broma, para el consejero Ryan era su misión. - ¿Si lo dispuso Leonardo? El hombr