CAPÍTULO 35: UN BESO ROBADOLas horas para ver a mi hijo nuevamente se me pasan como una tortura lenta y eterna, hasta que por fin, recibo el mensaje de Hyun-Soo de que vaya por él. El ambiente es tenso, como siempre que estamos cerca el uno del otro. La ansiedad intenta dominarme, pero esta vez no dejaré que se apodere de mí. Gracias a Dios su insufrible madre no está ahora mismo. —Buenas tardes, Elena —dice sin emoción.—Buenas tardes, Hyun-Soo —respondo, intentando mantener mi voz neutral.Apenas intercambiamos palabras y a pesar de eso, me siento mal porque él no es capaz de ver lo mal que estoy. No puedo evitar compararlo con Tae-Young, él se habría dado cuenta enseguida.—¿Cómo está mi hijo? —Excelente, tal y como prometí que estaría. Antes de que pueda decir algo más, Daniel aparece corriendo desde la sala y se lanza a mis brazos. Siento que mi corazón se alivia un poco al abrazarlo.—¡Mamá! —exclama Daniel, su sonrisa ilumina el lugar—. Me fue muy bien y me divertí mucho en
CAPÍTULO 36: UNA CENA INTERRUMPIDAEstoy en el restaurante, sentada frente a Tae-Young, mientras la suave música de piano llena el aire. El ambiente es elegante y sofisticado, con luces tenues que crean una atmósfera íntima. Los meseros se mueven con gracia entre las mesas, sirviendo platos exquisitos. He estado aquí antes, pero esta noche se siente diferente. Tae-Young luce impecable en su traje y su sonrisa es cálida.—Este lugar es increíble —digo, mirando a mi alrededor—. Gracias por traerme aquí.—Solo quiero lo mejor para ti, Elena —responde Tae-Young, tomando mi mano sobre la mesa.Su gesto es reconfortante, y por un momento, dejo que la calidez de su toque me calme. Hemos estado hablando de nuestra boda, y aunque todo ha sucedido tan rápido, sé que esto es lo mejor que podría hacer. Estoy segura de que con el tiempo podré enamorarme de él. —Estaba pensando en una fecha cercana para nuestra boda —dice Tae-Young, rompiendo el silencio—. ¿Qué te parece dentro de un mes? Me qued
CAPÍTULO 37: LA FURIA DE MIN-JIEl sol apenas comienza a levantarse cuando escucho el timbre de mi puerta. Con un suspiro, dejo mi taza de café sobre la mesa y me dirijo a abrir. Para mi sorpresa, encuentro a Tae-Young de pie, con una sonrisa amable y una caja de terciopelo negra en la mano.—Buenos días, Elena —saluda—. Estoy aquí para llevarte al hospital. Hoy es tu primer día en Asan Medical Center.—¿Ah? —pregunto, algo desconcertada—. ¿Qué quieres decir?—¿Creíste que no hablaba en serio? Desde hoy serás una cirujana más en el hospital. Esto es para ti.Recibo la caja de terciopelo con una sonrisa nerviosa y sin saber realmente qué responder. De alguna forma siento que me estoy aprovechando de él. Anoche le dije que no siento nada por Hyun-Soo y es la verdad, pero… tampoco estoy enamorada del doctor Lee.—Gracias —digo antes de abrirlo. Él me invita con la mirada a hacerlo, así que no dilato más el asunto y abro la caja.Dentro hay un hermoso estetoscopio de un color plateado y e
CAPÍTULO 38: LA COMPLICACIÓN—¿Qué estás haciendo aquí? —le digo, intentando controlar mi voz.—Solo estoy recogiendo a mi hijo —responde Hyun-Soo con un tono tranquilo, pero sus ojos parecen llenos de algo que no puedo descifrar.—Daniel, vamos a casa —digo extendiendo mi mano.El aire parece espesarse mientras miro a Hyun-Soo, mi corazón late con fuerza y mi mente gira a toda velocidad. Me acerco a Daniel para llevarlo conmigo, pero Hyun-Soo se interpone, un documento en su mano.—¿Qué es esto? —pregunto, sintiendo una mezcla de confusión y furia.—Es una demanda —responde con frialdad, sosteniendo el papel en mi cara—. Y una orden emitida por un juez. Pelearé por la custodia de Daniel.—¿Custodia? —mi voz tiembla, la incredulidad retorciendo mis palabras—. ¡Estás loco, Hyun-Soo!—Mientras tengas una situación migratoria complicada y no definas tu estatus legal, Daniel debe quedarse conmigo —explica con esos ojos negros, fríos y calculadores—. Es por su seguridad y estabilidad.La r
CAPÍTULO 39: EL PLAN EN MARCHADanielPapá y mamá se están alejando. No me gusta verlos así, ni tampoco me gusta que mamá se va a casar con ese otro doctor. Sé que si no hago algo, todo podría ir muy mal. Pero yo soy Daniel, y siempre tengo un plan.Decidí quedarme con mi papá para poder planear algo super genial para los dos. Me tomó algunos días desde que Na-Ra se puso mal; espero que ella pueda ponerse mejor porque la quiero mucho; es mi amiga.Como sea, sé que hoy, Min-Ji vendrá a casa de papá. Siempre me mira raro y no me gusta cómo intenta apartar a mamá. Decido que es hora de actuar.—Halmeoni, ¿puedo ir a jugar en el jardín? —le pregunto a la abuela, usando el término coreano que sé que le gusta.—Claro, Dany, pero ten cuidado —responde con una sonrisa, acariciándome la cabeza.Espero hasta que Min-Ji llega. Me aseguro de mostrarme amable con ella al principio, para que Halmeoni vea lo buen niño que soy. Le ofrezco una flor que encontré en el jardín y le digo que es para ella.
CAPÍTULO 40: ENCERRADOS UNA NOCHEMe quedo mirando la habitación, intrigada y a la vez maravillada. Es muy hermoso el lugar, no imaginé que él pudiese tener algo así. Lo que más me llama la atención además de las estrellas proyectadas es el cuadro grande que está en la pared. Es la silueta de una mujer, parece etérea, casi como un fantasma. Me acerco más, intentando ver los detalles y tengo la extraña sensación de que se parece a mí y no sé por qué. De pronto escucho pasos apresurados. Me vuelvo y veo a Hyun-Soo entrando con una expresión de angustia.—¿Elena? ¿Estás bien? —pregunta con tono preocupado—, Dany dijo que te cortaste.Antes de que pueda responder, escuchamos el sonido de la puerta cerrándose con seguro. Ambos nos volvemos hacia la puerta, sorprendidos.—¡Daniel! —gritamos al unísono—. ¡Abre la puerta!Silencio. Nos miramos el uno al otro, comprendiendo lentamente lo que acaba de pasar. Daniel nos ha encerrado a propósito.—¿Qué demonios...? —murmura Hyun-Soo, golpeando la
CAPÍTULO 41: ENTREGADAMi corazón palpita como si estuviera en una montaña rusa. Y tal vez así sea, pero ahora mismo me encuentro en la cúspide, en la cima de la emoción y la adrenalina; y la verdad es que no quiero pensar, no quiero bajarme ni analizar nada. Solo cierro los ojos y me dejo llevar. Tal vez me arrepienta mañana, pero esta noche no hay tiempo para pensar en eso.Hyun-Soo me toma en sus brazos mientras sus labios y los míos se funden en un beso apasionado. Con cuidado me lleva hasta el sofá que se encuentra en el lugar, su cuerpo pesado y masculino cae sobre el mío, nos miramos un instante, pero eso no basta para detenernos.Puedo sentir su miembro endurecido pulsando contra mi ropa, en mi entrepierna, trayéndome el recuerdo de aquella noche en la que estuvimos juntos. Él empieza a desvestirme, la ropa cae, prenda por prenda en el suelo, estorbándonos. Debo admitir que el deseo que me provoca es algo que he intentado reprimir desde hace mucho, me he esforzado tanto en o
CAPÍTULO 42: ILUSIONES ROTASEl reloj marca las siete de la mañana cuando llego al hospital Asan. Mis nervios están a flor de piel; es mi segundo día como cirujana en este lugar y ya estoy llegando tarde. Los otros médicos y las enfermeras me dan una mirada reprobatoria cuando me ven entrar corriendo por la puerta del personal. Mi mente está hecha un caos, la noche anterior con Hyun-Soo sigue rondando en mi cabeza, pero me esfuerzo por mantener mi enfoque en el trabajo que tengo por delante. Camino rápidamente hacia la sala de descanso para cambiarme, con la esperanza de que un día ocupado me ayude a olvidarme de todo. Ni bien salgo de allí al doblar la esquina, me encuentro con Tae-Young. Su rostro se ilumina al verme, y no puedo evitar sentir una punzada de culpa al recordar lo que pasó con Hyun-Soo.—¡Elena! —exclama, acercándose con una sonrisa—. ¿Lista para tu segundo día?—Sí, estoy lista —respondo, tratando de sonar entusiasta. Pero mis pensamientos traicionan mis palabras. “