CAPÍTULO 28: NO ME DEJARÁ IRJuego con los rizos de mi cabello mientras avanzo hasta la oficina de Hyun-Soo con paso inseguro. La visita de ayer con su madre me dejó inquieta. Su madre fue muy amable con mi hijo, pero no puedo decir lo mismo conmigo.Por supuesto, no le gustó saber que su querido, perfecto y único heredero Han Hyun-Soo, se involucró con una doctora del hospital y la dejó embarazada.Agradezco que Daniel no se haya dado cuenta de ello.Pongo mi mano en la perilla y abro la puerta con cuidado, pero no espero encontrarme a Min-Ji succionándole la boca a Hyun-Soo en plena oficina.Se separan en cuanto me escuchan entrar.—¡¿Es que acaso no sabes tocar?! —protesta Min-Ji.Hyun-Soo se acomoda la bata y aparta a Min-Ji de su lado.—Retírate —le dice a ella.—Pero... Hyun...—No me hagas repetirlo.Ella se acomoda también y levanta la quijada antes de salir mirándome como si yo no me hubiera dado cuenta de que también es frío con ella.Cuando la puerta se cierra tras de mí, H
CAPÍTULO 29: A CORAZÓN ABIERTOEstoy en el vestuario, cambiándome con manos temblorosas. No sé cómo he terminado aquí, convencida por las circunstancias para hacer la operación a la que le he estado huyendo desde hace tantos años. No tengo tiempo para pensar demasiado. El equipo médico también está en duda, pero no les queda más que aceptar que yo lo haga. La presión es abrumadora. Me esfuerzo por mantener la calma mientras me pongo la bata y me ajusto la máscara.El paciente, un hombre de mediana edad con un traumatismo severo, es preparado en la sala de operaciones. Siento que cada paso hacia el quirófano es un viaje al pasado, recordando mi error con Na-Ra. La sombra de ese error aún me persigue, pero no puedo permitirme fallar de nuevo. Respiro hondo y entro en la sala, enfrentando las miradas de desconfianza y duda del equipo.—Puedo hacerlo —me digo a mí misma mientras me lavo las manos y me preparo. Esas mismas manos que fallaron una vez, ahora deben salvar una vida.El quirófa
CAPÍTULO 30: CONFESIÓNMe quedo sin palabras, aturdida por la posibilidad de ser deportada por haber operado sin licencia en el hospital. Hyun-Soo está furioso, sus ojos destellan con una mezcla de ira y preocupación. Se acerca a mí y me toma de los hombros, sacudiéndome ligeramente.—¡Eres una irresponsable! —exclama, lleno de frustración—. Una vez más demuestras que no puedes hacerte cargo de tu vida profesional ni personal.Sus palabras me golpean con dureza, y la realidad de mi situación me aplasta. No puedo evitar que las lágrimas empiecen a correr por mis mejillas. Siento que mi mundo se derrumba, y por primera vez en mucho tiempo, me siento completamente vulnerable.Hyun-Soo me observa por un momento, y algo en su expresión cambia. Su agarre se suaviza y, en un gesto inesperado, me abraza. Es un abrazo firme y cálido, uno que me hace sentir de una forma que no sé ni empezar a describir, el cosquilleo en mi cuerpo es inmediato, me recorre todo el cuerpo. Antes de que pueda proc
CAPÍTULO 31: ÉL DESCUBRE LA PROPUESTAHan pasado algunos días desde que operé a aquel hombre. Aunque todo parece estar en relativa normalidad en el hospital, no dejo de sentirme nerviosa. Cada vez que escucho pasos detrás de mí o una voz desconocida, me invade la paranoia de que vendrán a arrestarme o deportarme. Voy caminando por el pasillo, intentando concentrarme en las tareas que me encomendó Hyun-Soo, sin embargo, mis pensamientos se interrumpen al ver a lo lejos a Tae-Young conversando con otro médico. Me acerco lentamente, pero me detengo cuando escucho algo que no esperaba.—Sí, le propuse matrimonio —dice Tae-Young en un tono calmado, casi casual.Me quedo paralizada, escondida detrás de una columna, sin atreverme a moverme. En ese mismo instante, veo a Hyun-Soo del otro lado del pasillo, también escuchando la conversación. Puedo ver cómo su expresión se transforma de sorpresa a una furia contenida.—¿Qué has dicho? —Hyun-Soo avanza hacia Tae-Young, su voz es baja pero carga
CAPÍTULO 32: YA NO ME QUEDARÉ CALLADAEstoy en la sala de descanso del hospital, intentando calmarme después de la confrontación con Hyun-Soo. Mi mente está hecha un caos, las amenazas de Hyun-Soo y la propuesta de Tae-Young resuena en mis oídos. Me siento en uno de los sillones y tomo un vaso de agua para intentar relajarme, pero mis manos tiemblan.La puerta se abre de golpe y Min-Ji entra. Su mirada fría y calculadora me pone en alerta inmediata. Siento un nudo en el estómago. Sé que esto no será una conversación amistosa.—Elena, tenemos que hablar —dice Min-Ji, cruzando los brazos frente a ella.—¿Sobre qué? —respondo, tratando de mantener la calma.—Sobre Hyun-Soo. —Su voz es afilada, como una daga—. Tienes que alejarte de él.La furia que se desata dentro de mí amenaza con tomar el control, pero trato de mantener mi compostura.—¿Por qué debería? —le digo, sin dejar que mi voz tiemble.Min-Ji se ríe, una risa sin humor.—No te hagas la ingenua. Sabes perfectamente bien que no p
CAPÍTULO 33: DOS ARPÍAS VENENOSAS Estoy tratando de relajarme después de lo que ha sido un día terrible cuando mi teléfono suena. Al ver el nombre de Hyun-Soo en la pantalla, siento un nudo en el estómago. —Hola, Hyun-Soo —respondo, intentando mantener la voz neutral. —Elena, quiero llevar a Daniel a casa de mi madre esta noche. Es el aniversario de la muerte de mi padre, y es importante para la familia. —Su tono es firme, dejando claro que no acepta un no por respuesta. Aunque no quiero que Daniel esté cerca de su abuela y de Min-Ji, sé que negarme solo avivaría el fuego entre nosotros. —Está bien —accedo, suspirando—. Nos prepararemos y estaremos listos en una hora. Cuelgo el teléfono y me dirijo a la habitación de Daniel. Lo encuentro jugando con sus juguetes, inocente y ajeno a las complicaciones de los adultos. —Cariño, vamos a salir esta noche. Vamos a ver a tu abuela y a tu papá —le digo suavemente. —¡Yupi! —exclama él, saltando de emoción. Mientras él se vist
CAPÍTULO 34: ENTRE LA ESPADA Y LA PAREDEstoy parada en la entrada de la casa de Hyun-Soo, viendo cómo la puerta se cierra y se lleva consigo a Daniel. Mi corazón late con fuerza lleno de desesperación e impotencia. Las palabras de Min-Ji resuenan en mi mente: "Lee el mensaje que te ha llegado". Saco mi teléfono con manos temblorosas y abro la notificación. Mi corazón se al leer el mensaje de las oficinas de migración. "Aviso de incumplimiento a la visa de turista. Debe presentarse para evaluar su situación migratoria".Me quedo sin aliento. Solo puede significar una cosa: alguien me ha delatado. Y ese alguien es ella. Maldit4 Min-Ji. Si me deportan, perderé a Daniel. No puedo permitir que eso ocurra. Con la mente hecha un desastre suspiro y decido regreso a casa. Ahora mismo no puedo recuperar a Daniel y sé que si hago algo estúpido puedo empeorar más mi situación. Al llegar, me dejo caer en el sofá, intentando calmar mi mente. Necesito un plan. Saco mi teléfono nuevamente y, con
CAPÍTULO 35: UN BESO ROBADOLas horas para ver a mi hijo nuevamente se me pasan como una tortura lenta y eterna, hasta que por fin, recibo el mensaje de Hyun-Soo de que vaya por él. El ambiente es tenso, como siempre que estamos cerca el uno del otro. La ansiedad intenta dominarme, pero esta vez no dejaré que se apodere de mí. Gracias a Dios su insufrible madre no está ahora mismo. —Buenas tardes, Elena —dice sin emoción.—Buenas tardes, Hyun-Soo —respondo, intentando mantener mi voz neutral.Apenas intercambiamos palabras y a pesar de eso, me siento mal porque él no es capaz de ver lo mal que estoy. No puedo evitar compararlo con Tae-Young, él se habría dado cuenta enseguida.—¿Cómo está mi hijo? —Excelente, tal y como prometí que estaría. Antes de que pueda decir algo más, Daniel aparece corriendo desde la sala y se lanza a mis brazos. Siento que mi corazón se alivia un poco al abrazarlo.—¡Mamá! —exclama Daniel, su sonrisa ilumina el lugar—. Me fue muy bien y me divertí mucho en