CAPÍTULO 25: NOTICIAS DEVASTADORASMi corazón late con fuerza, no digo una palabra, solo sigo a Hyun-Soo fuera de la cafetería. Durante el camino hacia la oficina, mi mente es en un revoltijo de pensamientos y temores, solo puedo preguntarme ¿qué es lo que está pasando para que reaccione así?Llegamos a su oficina y cierra la puerta, encarándome de frente.—No me gusta tu cercanía con el doctor Lee, ¿qué crees que haces?—¿Eh? ¿Qué?—¿Qué es lo que buscas Elena? ¿Ahora intentas embaucar a otro médico? Como no te resultó conmigo, te aprovecharás de que él no conoce tu pasado?Siento que no puedo pensar con claridad, esto es el colmo del descaro.—¿Eso era lo urgente que tenías que hablar conmigo? —pregunto—. Porque si es así, no tenemos nada que hablar.Doy media vuelta, pero entonces Hyun-Soo me toma del brazo y me jala hacia el escritorio. Sin decir nada me muestra los resultados de los exámenes en la pantalla. Veo los números, las palabras que indican que mi hijo no es compatible co
CAPÍTULO 26: UN PLAN PARA MIS PAPÁSDanielEstoy sentado en mi cuarto, mirando mi colección de carritos. Hoy he escuchado algo que me preocupa mucho. Mamá dijo que vamos a volver a España. No quiero irme de Corea. Me gusta aquí. Me gusta la comida, la gente y mi nueva escuela. Pero más que todo, no quiero alejarme de papá. Además, no se puede casar con esa señora desagradable.Me pongo a pensar y se me ocurre una idea. Si mamá y papá están juntos, no tendremos que irnos. Solo necesito encontrar una forma de que se junten. Recuerdo que Eun-Ji, mi niñera, siempre me ayuda cuando tengo problemas. Corro hacia ella.—Eun-Ji, tengo una idea —le digo, tirando de su mano.—¿Qué pasa, Daniel? —me pregunta, sonriendo.—Necesito que llames a papá. Necesito hablar con él —le digo serio.Eun-Ji frunce el ceño y sacude la cabeza.—No creo que eso sea una buena idea, Daniel. Tu mamá podría enojarse.—Por favor, Eun-Ji. Es muy importante. Necesito que me ayudes —insisto, con mis ojitos grandes y supl
CAPÍTULO 27: LA AMENAZA DE LA ABUELAEl ambiente en la casa de Hyun-Soo es opresivo, incluso cuando intento concentrarme en la risa de Daniel mientras juega con Na-Ra. Me siento incómoda y fuera de lugar en este entorno de lujo que no me pertenece. La madre de Hyun-Soo, la señora Han, no deja de lanzarme miradas despectivas, evaluándome con ojos críticos.Hyun-Soo se disculpa y se levanta para ir a buscar algo en otra habitación, dejándome sola con su madre. La tensión en el aire se intensifica en cuanto él se va, y la señora Han aprovecha la oportunidad para acercarse a mí con una mirada fría.—Elena, ¿verdad? —dice con un tono de voz que hace que mi piel se erice.—Sí, señora Han —respondo, tratando de mantener la calma.—No creas que porque tienes un hijo con Hyun-Soo tienes algún derecho aquí. No pretendas que él se casará contigo.La franqueza de sus palabras me sorprende y me deja sin aliento por un momento. Trato de encontrar las palabras adecuadas para defenderme, pero ella co
CAPÍTULO 28: NO ME DEJARÁ IRJuego con los rizos de mi cabello mientras avanzo hasta la oficina de Hyun-Soo con paso inseguro. La visita de ayer con su madre me dejó inquieta. Su madre fue muy amable con mi hijo, pero no puedo decir lo mismo conmigo.Por supuesto, no le gustó saber que su querido, perfecto y único heredero Han Hyun-Soo, se involucró con una doctora del hospital y la dejó embarazada.Agradezco que Daniel no se haya dado cuenta de ello.Pongo mi mano en la perilla y abro la puerta con cuidado, pero no espero encontrarme a Min-Ji succionándole la boca a Hyun-Soo en plena oficina.Se separan en cuanto me escuchan entrar.—¡¿Es que acaso no sabes tocar?! —protesta Min-Ji.Hyun-Soo se acomoda la bata y aparta a Min-Ji de su lado.—Retírate —le dice a ella.—Pero... Hyun...—No me hagas repetirlo.Ella se acomoda también y levanta la quijada antes de salir mirándome como si yo no me hubiera dado cuenta de que también es frío con ella.Cuando la puerta se cierra tras de mí, H
CAPÍTULO 29: A CORAZÓN ABIERTOEstoy en el vestuario, cambiándome con manos temblorosas. No sé cómo he terminado aquí, convencida por las circunstancias para hacer la operación a la que le he estado huyendo desde hace tantos años. No tengo tiempo para pensar demasiado. El equipo médico también está en duda, pero no les queda más que aceptar que yo lo haga. La presión es abrumadora. Me esfuerzo por mantener la calma mientras me pongo la bata y me ajusto la máscara.El paciente, un hombre de mediana edad con un traumatismo severo, es preparado en la sala de operaciones. Siento que cada paso hacia el quirófano es un viaje al pasado, recordando mi error con Na-Ra. La sombra de ese error aún me persigue, pero no puedo permitirme fallar de nuevo. Respiro hondo y entro en la sala, enfrentando las miradas de desconfianza y duda del equipo.—Puedo hacerlo —me digo a mí misma mientras me lavo las manos y me preparo. Esas mismas manos que fallaron una vez, ahora deben salvar una vida.El quirófa
CAPÍTULO 30: CONFESIÓNMe quedo sin palabras, aturdida por la posibilidad de ser deportada por haber operado sin licencia en el hospital. Hyun-Soo está furioso, sus ojos destellan con una mezcla de ira y preocupación. Se acerca a mí y me toma de los hombros, sacudiéndome ligeramente.—¡Eres una irresponsable! —exclama, lleno de frustración—. Una vez más demuestras que no puedes hacerte cargo de tu vida profesional ni personal.Sus palabras me golpean con dureza, y la realidad de mi situación me aplasta. No puedo evitar que las lágrimas empiecen a correr por mis mejillas. Siento que mi mundo se derrumba, y por primera vez en mucho tiempo, me siento completamente vulnerable.Hyun-Soo me observa por un momento, y algo en su expresión cambia. Su agarre se suaviza y, en un gesto inesperado, me abraza. Es un abrazo firme y cálido, uno que me hace sentir de una forma que no sé ni empezar a describir, el cosquilleo en mi cuerpo es inmediato, me recorre todo el cuerpo. Antes de que pueda proc
CAPÍTULO 31: ÉL DESCUBRE LA PROPUESTAHan pasado algunos días desde que operé a aquel hombre. Aunque todo parece estar en relativa normalidad en el hospital, no dejo de sentirme nerviosa. Cada vez que escucho pasos detrás de mí o una voz desconocida, me invade la paranoia de que vendrán a arrestarme o deportarme. Voy caminando por el pasillo, intentando concentrarme en las tareas que me encomendó Hyun-Soo, sin embargo, mis pensamientos se interrumpen al ver a lo lejos a Tae-Young conversando con otro médico. Me acerco lentamente, pero me detengo cuando escucho algo que no esperaba.—Sí, le propuse matrimonio —dice Tae-Young en un tono calmado, casi casual.Me quedo paralizada, escondida detrás de una columna, sin atreverme a moverme. En ese mismo instante, veo a Hyun-Soo del otro lado del pasillo, también escuchando la conversación. Puedo ver cómo su expresión se transforma de sorpresa a una furia contenida.—¿Qué has dicho? —Hyun-Soo avanza hacia Tae-Young, su voz es baja pero carga
CAPÍTULO 32: YA NO ME QUEDARÉ CALLADAEstoy en la sala de descanso del hospital, intentando calmarme después de la confrontación con Hyun-Soo. Mi mente está hecha un caos, las amenazas de Hyun-Soo y la propuesta de Tae-Young resuena en mis oídos. Me siento en uno de los sillones y tomo un vaso de agua para intentar relajarme, pero mis manos tiemblan.La puerta se abre de golpe y Min-Ji entra. Su mirada fría y calculadora me pone en alerta inmediata. Siento un nudo en el estómago. Sé que esto no será una conversación amistosa.—Elena, tenemos que hablar —dice Min-Ji, cruzando los brazos frente a ella.—¿Sobre qué? —respondo, tratando de mantener la calma.—Sobre Hyun-Soo. —Su voz es afilada, como una daga—. Tienes que alejarte de él.La furia que se desata dentro de mí amenaza con tomar el control, pero trato de mantener mi compostura.—¿Por qué debería? —le digo, sin dejar que mi voz tiemble.Min-Ji se ríe, una risa sin humor.—No te hagas la ingenua. Sabes perfectamente bien que no p