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En la casa del Ceo
En la casa del Ceo
Por: Ldiaz
Capítulo 1 “Casa para dos”

Capítulo 1 “Casa para dos”

Ser feliz era el principal objetivo de Lucia, su casa era lo más valioso que había adquirido con su trabajo y esfuerzo, la ayuda de sus padres había sido parte fundamental, sin embargo, ella estaba orgullosa porque al fin tenía un lugar propio al que llamar hogar. Su familia era bastante pequeña, pero era un tesoro para ella y es que era hija única así que recibió todo el amor que un niño puede esperar de sus padres, ellos eran personas trabajadoras que se dedicaban a ser profesores en un instituto en su tierra natal, era el pueblito más hermoso que pudiera existir según ella y cada turista que iba a la zona decía lo mismo, se trataba de San Gimignano que pertenecía a La Toscana, era un lugar maravilloso lleno de paisajes que nunca encontraría en otro lugar y eso hacía que añorara sus días de infancia, a pesar de que extrañaba todo lo que recordaba de ese sitio, sabía que había hecho lo correcto cuando decidió salir de allí y mudarse a Roma para estudiar lo que siempre quiso que era publicidad y mercadeo.

Sus padres Luigi Ricci y Andrea de Ricci, se opusieron por un tiempo a esa decisión de dejar su casa para irse a un lugar desconocido, pero el alma libre que tenía Lucia era más fuerte que cualquier excusa que se inventaran para tratar de hacerla desistir de su idea, aunque tardaron un tiempo en aceptarlo, no les quedo otra que entender que esa era su vida y ella debía irse para forjar su camino, pero el tiempo ayudo a comprender que su hija era una mujer centrada y también un poco terca y nada ni nadie la haría cambiar de parecer frente a lo que se proponía y así mismo paso con la compra de su casa, se empeñó tanto en lograr su objetivo que hace menos de un mes ya tenía un lugar propio y gracias a eso todos sus animales podían vivir con ella y es que no era uno, ni dos, sino cinco que estaban siempre alrededor de todo el lugar.

Seguro estará bien y no pasará nada, ese era el pensamiento de Lucia al momento de montar en bicicleta y dirigirse a toda velocidad a casa de su amigo que era veterinario, Mario Biachi era el hombre más noble que había conocido y era su amigo de la universidad, a pesar de que habían estudiado carreras distintas siempre habían coincidido y compartían constantemente, su amistad creció tanto que se convirtieron en casi hermanos, así que no había una sola persona en el mundo más confiable que su amigo Mario para que viera a su gato mantecado, que por enésima vez ella lo estaba viendo que actuaba un poco extraño así que no espero más tiempo y lo llevo para que lo examinaran.

- Por favor Mario necesito que lo veas urgentemente – Lucia llega con la respiración agitada, pero no espera respuesta de él y pasa inmediatamente al consultorio – si me vuelves a decir que no sucede nada con mantecado, entonces tendré que cambiar de veterinario – el comentario no lo ofendió, solo sonrió ante su ímpetu, pero sabía perfectamente que nada estaba sucediendo con el gato así que le volvió a explicar de forma pausada para que ella entendiera.

- Mi querida Lucia, te voy a decir algo que quizás no te guste – ese comentario la puso alerta porque si algo le pasaba a su gato ella no sabría que hacer – tu pequeño mantecado se encuentra perfectamente, ya lo has traído tres veces esta semana y ya te he dicho que no está sucediendo nada – ello lo observa como si tuviera tres cabezas.

- Pero es que antes ronroneaba de otra manera y hace un ruido extraño – él le sonríe y toma el gato en sus manos para acariciarlo.

- Deja de pensar tonterías, tu solo estas nerviosa porque esta semana presentas un proyecto para una campaña importante y no sabes cómo manejarlo – era una realidad, pero ella jamás lo aceptaría.

- Mejor me voy – toma a su gato y se va caminando hacia la salida – la próxima iré al veterinario de la esquina.

Mario solo la vio marcharse sin decir nada más porque sabía que ella solo estaba buscando una manera de entretener la mente y no enfrentar la responsabilidad que se le venía, ya que ella quería optar por un nuevo cargo en la empresa, pero como no estaban pasando por su mejor momento ella había decidido esperar para poder hablar con el nuevo Ceo que llegaría esta misma semana y ver si podían darle ese nuevo cargo que ella tanto anhelaba.

***

Tantos años fuera del país, todo se sentía tan entraño y familiar al mismo tiempo, esos fueron los pensamientos de Alessandro Salvatore al llegar a Roma su tierra natal, pisar esas calles que tantas veces había recorrido junto a sus padres y que ya no estaban en su vida o por lo menos eso era lo que él sentía, saber que había dejado una vida en Japón llena de recuerdos agridulces y que era el lugar que lo vio formarse como uno de los mejores publicistas y le dio la disciplina necesaria para hacerse de un nombre dentro de un mundo bastante fuerte.

Estar nuevamente en Italia era una decisión que había tomado con cabeza fría, sabiendo el cambio tan radical que estaba teniendo en su vida, ya que tenía más de diez años fuera de ese lugar y teniendo otras costumbres adquiridas que no pensaba cambiar, sabía que se enfrentaría a ciertos retos que estaba dispuesto a asumir con todo el carácter que tenía.

Era un hombre que se había hecho en todo el tiempo que estuvo por fuera del país un nombre importante dentro del mundo de la publicidad, eso le abrió las puertas y sumado a la gran cantidad de dinero que ya tenía pudo invertir para ser uno de los socios de una empresa que en su momento fue de renombre, pero ahora estaba casi en la quiebra por culpa de una mala administración, pero él quería sacarla a flote y era un reto que se había puesto desde que supo sobre IDEALPRINT, quería que su nombre fuera parte de ese lugar así que hablo con los socios y les ofreció comprarles un 40% de las acciones para el poder tener mayor dominio dentro de la empresa y como la situación no estaba para menospreciar ninguna oferta, ellos inmediatamente aceptaron.

Su primer objetivo estaba cumplido que era ser parte de esa empresa, el segundo, era ir a su casa de infancia, la compro hace un mes aproximadamente pero no había podido ir para ver en qué condiciones se encontraba, sin embargo, él ya tenía otra casa que se ajustaba más a su estilo de vida, pero quería vivir un tiempo en el lugar donde creció, así que pronto estaría en el lugar en donde fue feliz en algún momento, pero también perdió lo más preciado que tenia de la forma más cruel.

Recordar su niñez no era nada fácil y menos cuando sus mayores recuerdos eran tan amargos, pero esa casa era principalmente de su madre, así que sentía la necesidad de volver a sus raíces y conectar con lo que algún día fue, aunque primero iba a pasar por la casa que estaba en una de las mejores zonas de Roma, esa la había escogido con toda la intención de vivir en un futuro allí y hacer vida en la ciudad tan cual como lo había hecho en Japón, aunque recordar ese tiempo allá no le hacía nada de gracia, se sentía bastante incomodo al pensar que ese era su futuro pero fue destruido por la persona que menos pensó.

Luego de ir a su mansión iba a pasar por la casa de su infancia antes de ir a la empresa del cual sería el CEO, sabía que debía implantar sus reglas y que se trabajara bajo sus normas para que todo funcionara según él esperaba, pero eso era lo que él pensaba, es decir era su estrategia, sin embargo, todos esos planes solo lo tenían en la mente pensando que sería sencillo la vida en esa ciudad.

***

Correr era la pasión de Lucia, cada vez que tenía una reunión importante cualquier situación se le presentaba y ese día había sido su pequeño gato mantecado, aunque Mario le aclaro nuevamente que está bien y no le pasaba nada malo, pero es que pensar en que alguno de sus animales les pudiera pasar algo era para ella algo impensable.

Sabía que debía apresurarse, pero antes de ir a la ducha se detuvo un momento en la sala en donde la vista daba hacia el jardín, se paró para admirar el espacio y sentirse plena al estar entre tanta paz y tranquilidad, eso de ir de un lado al otro con una taza de café y ver a sus animales era su pasión en conjunto con el trabajo, en eso escucha que timbra el teléfono y lo busca un poco hasta que por fin lo ve encima de la mesa.

- ¿sí? – sabía que era su amiga Gloria – no me preguntes si estoy lista porque te diré que no.

- Lucia, recuerda que hoy llega el nuevo jefe – como olvidarlo si ando nerviosa con ese tema – no llegues tarde por favor.

- ¿Llamaste a Claudia? – trato de cambiar el tema – ¿sabes algo? estuve pensando que puede ser que dejen a Fernando como CEO principal ¿no crees?

- La verdad no lo sé, espero que sí, siempre ha hecho un buen trabajo y es quien ha mantenido esta empresa a flote, pero hablaron de enviar a una persona nueva – ciertamente esperemos no sea un ogro – sobre Claudia, no he hablado así que cuelgo contigo y la llamo, por favor no llegues tarde.

Le promete llegar a tiempo a Claudia y luego cuelga el teléfono, pero una cosa es lo que dice y otra la que hace, Lucia se queda viendo un rato más a sus animales pensando en el día en el que se enamoró de la casa, lo más que le gusto fue su jardín, era el espacio perfecto para que todos tuvieran un sitio sin incomodarse unos con otros, es que tener a su pequeña cabra toti había sido bastante complicado, pero ya estaba bien y principalmente con ella, por otro lado se encontraba su hermoso perro Zeus un mestizo negro que había llegado a su vida de una manera inesperada, se lo encontró cerca de un bote de basura el último día de clase en la universidad y ella lo asumió como un regalo y hasta ese día seguía con ella, pero no puede dejar por fuera a su tortuga mancha que era el animal más feliz caminando de un lado a otro en ese jardín, aunque mi consentido era mantecado, los quería a todos por igual, pero era quien dormía junto a ella, siempre estaba a sus pies, a él también lo conseguí en la calle y su nombre proviene de ese color vainilla que tiene y esos ojos verdes profundos, era muy tranquilo, pero siempre debía estar atenta de que no se acercara demás a Dulce, era un pez payaso que le había regalado Mario un día que fue a la veterinaria y como él sabía que no se negaría termino en una pecera en la sala de la casa disfrutando del espacio al igual que todos los demás.

La casa era todo lo que ella había soñado, era de dos plantas y contaba con dos habitaciones, una cocina pequeña pero cómoda, una sala lo suficientemente grande para una reunión y lo bueno es que tenia una puerta bastante amplia que conectaba con el jardín que era su lugar favorito y todo lo había decorado a su gusto, los colores, muebles, adornos y cada detalle era de su estilo, pero todavía seguía pagando la hipoteca, aunque eso era lo de menos en comparación a lo que había logrado.

Su mente seguía en una nube hasta que se le ocurrió ver el teléfono y darse cuenta que si no se arreglaba en treinta minutos jamás llegaría a la reunión que tenían todos con el nuevo CEO, así que, para dar una primera buena impresión, se apresuró a irse al baño para darse una ducha lo bastante rápida y salir de casa lo antes posible.

Mientras Lucia tomaba una ducha muy tranquila, abajo estaba entrando un hombre a la casa sin su consentimiento, pero ella estaba inocente de la situación que ocurría, sin embargo el hombre comenzó a subir las escaleras al segundo piso fijándose en todo a su alrededor, dándose cuenta que esa casa estaba siendo habitada por una persona, al darse vuelta porque siente una presencia en la parte de atrás lo único que logro hacer fue esquivar el golpe que le estaban tratando de dar, pero no tuvo manera de esquivar un segundo asalto así que sintió un fuerte golpe en la cabeza que por poco lo deja inconsciente, aunque con una gran velocidad pudo tomar del brazo a la causante de su dolor y pegarla contra la pared con las manos en alto.

- ¿Quién eres tú y que haces en mi casa? – le pregunto el hombre de forma tajante, pero eso no quiere decir que no la haya observado, era una mujer delgada pero bien proporcionada y lo sabia porque la estaba presionando con su cuerpo, su rostro era delgado con facciones bastante marcadas, ojos grandes de color marrón y cabello castaño claro, pero no distinguía más de allí porque estaba húmeda, seguro se estaba duchando.

- ¿perdón? La pregunta es, al contrario – Lucia ve al hombre extrañada y con un poco de temor, pero trata de no demostrarlo para no parecer débil.

- Esta es mi casa – responde el hombre, ahora sí que ella no entendía nada, seguro este es un loco de la calle pensó, pero se ve muy bien vestido.

- Suélteme – seguía sostenida por el desconocido que no le quitaba la vista de encima y lo peor es que ella se encontraba en toalla.

- ¿Si le suelto me volverá a golpear? – el hombre la seguía viendo esperando una respuesta.

- Señor invade mi casa, entra sin mi consentimiento ¿y pretende que este tranquila? – de verdad que esta situación era un poco irreal.

- Señorita esta es mi casa, no entiendo que hace usted aquí invadiendo propiedad privada -- ¿Cómo que propiedad privada? -- Este hombre de verdad que estaba totalmente loco.

- Suélteme y conversamos – así lo hizo el hombre, pero lo que él no sabia es que esa había sido su sentencia para recibir un fuerte golpe en su entrepierna y caer de rodillas al suelo aullando del dolor mientras que Lucia corría escalera abajo para salir de la casa.

Pasado un rato mientras él hombre se recuperaba, comenzó a bajar por las escaleras al primer piso para poder buscar a esa mujer loca que lo ataco, pero lo que no se imaginaba es que abajo lo esperaban dos policías.

- Caballero queda usted detenido por invasión a la propiedad privada – lo que faltaba pensó el hombre.

- Disculpe, pero la persona que esta invadiendo mi casa es esta señorita que hasta el momento no se quién es – los dos policías comienzan a ver de un lado para el otro entre las dos personas.

- ¿de quién es la casa? – por absurdo que parezca ya la situación era extraña.

- Mia – responden al unisonó

- ¿son pareja? – ambos responden fuerte y claro -- ¡No!

- Aquí la señorita dice que usted invadió la casa y ahora usted dice lo mismo, ¿me explican?

- Señor policía mi nombre es Alessandro Salvatore y compre esta casa hace un mes – esa noticia le cae de sorpresa a Lucia ya que ella la compro al mismo tiempo, algo raro estaba sucediendo.

- Yo la compre hace un mes también y mi nombre es Lucia Ricci – Alessandro se da cuenta que aquí hay una terrible confusión que se debe resolver lo antes posible.

Al final la policía les indico que fueran a solucionar sus problemas y ver de qué manera podían arreglar lo de una casa comprada casi al mismo tiempo, pero por distintos propietarios, efectivamente eso era lo que harían, pero primero Lucia subió rápidamente mientras la policía todavía se encontraba en la casa para ella no quedarse a solas con un completo desconocido; luego de haberse cambiado quedo de acuerdo con él en ir a hablar con la persona encargada de haberles vendido la casa y salir de todo este enredo.

Al momento de llegar al lugar donde vivía quien les vendió la casa se dieron cuenta de dos cosas, lo primero es que fueron estafados y lo segundo es que eran un par de viejitas que lo único que hacían era disculparse por el supuesto error, es que eran dos mujeres que eran primas y habían heredado esa propiedad de su abuelo quien compraba y vendía inmuebles pero ese le había quedado a ambas, ya que su abuelo había fallecido hace un tiempo atrás y ellas querían ir vendiendo las propiedades pero resulta que ambas hicieron negocios apartes sin el consentimiento de la otra.

- Pasen adelante y siéntense – después de haber llegado a la puerta de estas mujeres y saber lo sucedido, Alessandro y Lucia querían una solución inmediata.

- Señoras Ferrari, nuestra intención no es hacer visita social, solo queremos solucionar el problema – ambas mujeres se ven sin saber que hacer ya que el gran problema es que se habían gastado todo el dinero que les pagaron y no tenían ni un euro para poder devolver nada.

- Bueno tendríamos que ver a un abogado para saber como solucionar todo esto – Lucia no piensa perder su casa después de tanto esfuerzo.

- No hay que llegar a esos extremos, quizás si entre ustedes se ponen de acuerdo – responde Emma que es la prima que le vendió a Lucia.

- En este caso estoy de acuerdo con la señorita presente, deberíamos ir con un abogado – ahora es Alessandro quien responde.

- Me siento un poco mareada – comienza a decir Aurora para tratar de dar tiempo a pensar en buscar una solución antes de que este par los demande – siento que me está subiendo la presión.

- Aurora espera, no te alteres, estos chicos no te harán nada malo – comienza a decir Emma sabiendo que todo es una treta de Aurora para que los chicos se calmen un poco.

- Siento que estamos perdiendo el tiempo – Alessandro es un hombre de poca paciencia y sabe que este par no harán nada para solucionar toda la confusión – hablemos luego ya que en este momento tengo una reunión importante.

Sin mas se volteo y se fue, dejando a las tres mujeres frente a la puerta de la casa de las Ferrari, Lucia tenia el tiempo contado para llegar a la reunión ya que sabia que hoy el día no iba como ella esperaba y rogaba para que fuera mejorando en el transcurso para poder pedir el ascenso que tanto se merecía, así que no le quedo de otra que indicarle a ese par de señoras que hablarían luego.

Lucia tomo un taxi para poder llegar a la empresa de publicidad de la que hacia parte hace ya tres años y se sentía bastante contenta con su equipo de trabajo, era un ambiente muy agradable y todos eran amigos, se apoyaban unos con otros para poder sacar siempre el trabajo adelante, al llegar se encuentra con la recepcionista, era una mujer muy particular al vestir, pero tan agradable que eso era lo de menos.

- Buenos días muñequita – Lucia pasa y la saluda – llegas un poco tarde hoy.

- Si, es que tuve muchos inconvenientes – cada vez que recuerda lo sucedido de esta mañana le da un susto en el estómago – ¿ya empezó la reunión?

- No, el hombre del momento no ha llegado – todos estaban a la espera – los demás se encuentran en la sala de junta.

- Perfecto, entonces nos vemos luego – Lucia sigue pensando en lo sucedido y en lo que hará si algo ocurre que no este a su favor, su paz y tranquilidad estaban siendo invadida por ese hombre odioso.

Cuando pasa a la sala de junta ve que están todos sentados y a la cabeza se encuentra Fernando, el actual gerente de la empresa, hijo de uno de los socios y la persona que ha estado encargada de todo durante tres años, ella no entendía si hacia un buen trabajo porque debían sustituirlo para colocar a un completo extraño en el puesto.

- ¡Lucia! – Gloria la llama desde su asiento y la saca de su ensoñación – acércate.

- ¿Están listas para recibir al nuevo CEO? – ambas niegan y Fernando pone mala cara ante el comentario de Lucia – ojalá no llegue y así seguimos trabajando como hasta el momento.

- ¿Por qué tardaste tanto? – pensar nuevamente en esa situación la entristece.

- Tengo un grave problema con mi casa – ambas se observan y le hacen una seña para que continue – es muy largo de contar, pero lo mas importante es que ahora estoy en disputa con un hombre pedante por mi casa.

- Pero como puede ser posible – le pregunta Claudia.

- Luego les cuento con más detalle – ambas asienten

- ¡oye Lucia! ¿Puedes venir? – cuando ella voltea es Carlos quien la llama – necesito hablar contigo.

- ¡Voy! – seguro es para la pedida de mano que le quiere hacer a Gloria, este par son novios hace mas de dos años y él tiene mas de una semana planificando como hacer para pedirle matrimonio delante de todos y no pasar vergüenza.

Lucia se dirige hacia donde se encuentra Carlos en una esquina de la oficina sin que Gloria se percate -- ¿tienes todo listo? – Carlos asiente y se le nota lo nervioso que se encuentra, así que trata de calmarlo, terminan de preparar todo de forma rápida mientras Claudia entretiene a Gloria.

Después que todo esta preparado, Carlos comienza a decir que tiene un proyecto sorpresa que quiere presentar antes de que llegue el nuevo gerente, los presentes miran extrañados ya que no hay ningún trabajo el día de hoy fuera de lo normal, son pocas las personas que saben lo que sucederá, así que comienza su presentación con pantalla de proyección incluida, Gloria esta al frente prestando la máxima atención posible, pero lo que no se imagina es que luego saldría un video de todos los momentos compartidos por ambos y al finalizar Carlos se coloca frente a Gloria y coloca una rodilla en el suelo y le muestra una cajita roja de terciopelo que al abrirla tiene un anillo con un pequeño diamante.

- Gloria, quizás no soy el mejor hombre del mundo, pero si el que más te ama – ella no deja de observarlo mientras las lagrimas corren por sus mejillas – quisiera pasar el resto de mi vida contigo y construir un futuro juntos, ¿te quieres casar conmigo? --- todos estamos a la expectativa.

- ¡si!!si! y mil veces ¡sí! – todos aplaudimos luego de tan conmovedor momento – claro que me quiero casar contigo.

Después de ese instante todo fueron risas y felicitaciones a los recién comprometidos, pero al voltear hacia la puerta de entrada de la oficina nos encontramos con la mirada fría de un hombre al que todos vieron extrañados mientras Lucia no podía creer lo que su mente estaba suponiendo en ese momento, esto tenía que ser un mal juego del destino o definitivamente una pesadilla pensó ella al fijarse en quien era esa persona.

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