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Capítulo 3 “La estrategia”

Lucia se encontraba en tensión cada vez que veía que se acercaba la hora de terminar el turno, ya que al llegar a su hogar que era su refugio más preciado podría encontrarse con Alessandro que a parte de ser su jefe ahora era su compañero de casa y eso la estaba volviendo loca, pensar en compartir su espacio con un desconocido y para completar un hombre tan déspota no era precisamente lo que ella había pensado cuando adquirió ese lugar y no tenia la intensión de perder ese sitio así que debía hacer algo.

Mientras todos trabajaban ella estaba pensando cómo hacer para quitarse de encima a ese hombre tanto en su casa como en el trabajo, Lucia no se quedaría con los brazos cruzados viendo como sus amigos eran infelices por esa absurda regla y como ella debía salir de su comodidad por un error que cometieron esas primas.

¡Lucia! Estas en otro planeta – Claudia chasquea sus dedos frente a ella – vamos a la terraza a tomar café ¿vienes?

Si, termino algo y subo para conversar, llama a todos los chicos – Claudia se va y llama a cada uno para que suba aprovechando la hora de almuerzo.

En ese momento se queda sola en la oficina con Mary y el jefe ogro, pero resulta que lo ve saliendo de la oficina y viendo hacia todas partes.

Señorita Mary, ¿en dónde están los empleados? – ella señala que están en la terraza en su hora de almuerzo.

¿Tampoco se puede comer en este lugar? ¿es otra regla que va a implantar? – Alessandro voltea para ver que es Lucia la que está hablando.

Señorita Lucia, le recomiendo por segunda vez que se meta en sus asuntos – Mary le hace un gesto para que ella haga silencio, pero no, eso no ocurrirá.

¿Le molesta que le diga la verdad señor Alessandro? – el hombre se gira para dirigirse directamente a ella.

Entre a mi oficina de inmediato – luego de decir eso se va y azota la puerta de su oficina y Mary se queda sorprendida.

Muñeca te estas pasando – quizás sea cierto pero su actitud molesta Lucia – ve allí antes de que te llame nuevamente.

Sabe que los chicos la esperan, pero nada que hacer primero es el deber, así que toca la puerta de la oficina para no parecer mal educada, mas de lo que ya es, pero en fin le toca bajar un poco la guardia, tampoco la idea es que la boten y menos por tonterías.

Adelante – ella pasa y se queda frente a él esperando – ¿leyó el proyecto de publicidad que tenemos?

Si, estoy trabajando en eso y mas tardar en dos días le presento los bocetos que tengo—mientras ella va hablando, Alessandro toma nota en su agenda.

Perfecto, necesito que esta semana vayamos a presentar el proyecto para que nos den la autorización y comenzar a trabajar en ello. – Lucia asiente.

¿Eso era todo? – el niega y la invita a sentarse – estoy mejor así – ella prefiere quedarse de pie.

Para trabajar en conjunto necesito que te comportes -- ella iba a refutar y él la calla con un gesto – escucha antes de hablar, tienes que separar nuestros problemas y no quiero que nadie se entere de lo que está sucediendo.

Yo no he dicho nada – aunque es una pequeña mentira porque ya las chicas saben – además a mi no me conviene que nadie se entere de que lamentablemente debemos compartir el mismo espacio.

Eso no era del todo cierto ya que él tenia otra casa y mientras se solucionaba el asunto con las primas Ferrari, él podía quedarse en otro lugar, sin embargo, algo lo empujaba a invadir ese espacio que tanto defendía esta pequeña mujer, además se sentía con más derecho que ella de estar allí ya que su infancia la vivió en esa casa, pero nadie lo sabía hasta el momento.

Debemos ir a un abogado para ver como podemos solucionar el problema – Lucia asiente – por el momento ya te puedes retirar

Si, señor Alessandro – el sarcasmo en sus palabras no pasó desapercibidas, pero él no tenia ganas de seguir la discusión.

Nos vemos en casa – justo cuando iba saliendo le vuelve a repetir esa frase que ya la tenía enferma, pero ella lo ignora y se va.

Cuando por fin sube a la terraza ya los chicos están sentados conversando.

Lucia casi no llegas – le comenta Gloria – estábamos a punto de bajarte a buscar.

Estaba hablando con el ilustre jefe que tenemos – ellas ponen cara de preocupación – era por un proyecto no se preocupen.

Perfecto entonces te vamos a actualizar – Lucia se sienta para escuchar de que hablan – tenemos una estrategia para deshacernos del señor Alessandro Salvatore.

¿Cual? ¿Cómo así? – Lucia sabia que algo iban a planificar, pero no tan pronto – la idea no es meternos en problemas.

Claro que no, pero si tenemos que ir haciendo algo para sacarnos a este hombre de encima – realmente ella está de acuerdo – además todos los presentes están a favor del plan.

Cuando Lucia observa muy bien a su alrededor, se da cuenta que se encuentra Fernando, Carlos, el jefe de mantenimiento, jede del departamento administrativo y algunos otros, pero si esto se sale de control seguro se meterán en un gran problema eso era seguro, pero Lucia estaba dispuesta a correr ese riesgo para poder sacar a este hombre de la empresa y si era posible de su casa también.

¿Cuál es la estrategia? – Lucia les habla directamente a las chicas que son las que están más cerca.

La idea es irle dando los clientes mas complicados a él para que vaya resolviendo y cuando se sienta agobiado y no pueda más se dará cuenta que no es sencillo y el puesto será nuevamente de Fernando – la idea no era mala, pero ese hombre no se veía tan fácil de espantar, aunque no se perdía nada intentando.

Pasaron una media hora mas hablando del tema y cuando vieron el reloj ya era hora de volver, sin embargo, Lucia sabía que después del trabajo se tenia que ir a su casa y encontrar a ese hombre invadiendo su espacio no era lo que más deseaba, así que hablo con Claudia para pasar por su tienda y quedarse allí mientras tomaba fuerza de enfrentar su realidad.

Al salir del trabajo todos se fueron a la tienda de Claudia, era una pequeña cafetería que se encontraba en el centro de la ciudad y era un negocio que ella tenía paralela a su trabajo en la empresa de publicidad, pero le generaba una buena entrada y sabía que tener ese negocio le permitía darse algunos lujos y en este momento servía como lugar de reunión para lo que tenían planificado.

Después de estar todos sentados y pedir algunos postres y café, se sentaron a conversar del asunto que le atañe a cada uno, la llegada de Alessandro Salvatore a la empresa que con tanto esfuerzo habían levantando luego de caer en un hueco que pensaron que no tendría salida, pero Fernando había logrado levantarla sin saber que no valorarían ese esfuerzo y le darían ese puesto a un recién llegado.

¿Cómo te sientes? – la pregunta va dirigida hacia Fernando – sabemos que te mereces ese puesto mas que nadie y te lo quitaron injustamente – Lucia era la que estaba hablando, ella siempre había sentido cierta admiración por él y no le era indiferente realmente.

Estoy bien, sé que cuento con el apoyo de todo el equipo y eso es lo mas importante, pero deben tener en cuenta que este no es cualquier hombre, es decir tiene un nombre importante en el mundo de la publicidad a nivel extranjero así que deshacernos de él tampoco será tan fácil – todos asistieron dando a entender que sabían a lo que se iban a enfrentar.

Ese hombre no podrá con nosotros – Lucia se sentía animada y estaba tratando de darle esa misma fuerza a los chicos.

Mientras esa situación ocurría en la cafetería, Alessandro ya tenia sus propios planes para ese día y no era precisamente ir a su casa de infancia como le había hecho creer a Lucia, su idea era pasar por donde su amigo que tenia varios años que no se veían y quería pasar a salúdarlo y saber como estaba luego de haberse divorciado y eso fue lo que hizo.

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