Después de haber salido de la oficina, vinimos hacia este restaurante de lujo donde los platos son increíblemente elaborados y la decoración del lugar sumamente sofisticada, y por mi parte, soy la única mujer en este almuerzo de negocios y cuatro hombres sentados a mi alrededor distendiéndose, conversando acerca de deportes creyendo de que no me entero de que va la conversación, pero lo que ellos no saben es que estoy al tanto de cada una de las cosas que comentan —discúlpanos, Jimena, los hombres solemos ser así de “pesados” cuando hablamos de estos temas— se justifica Fabricio y simplemente levanto mis manos como haciendo un gesto de que no pasa nada.
—Por mí ni se preocupe, estoy acostumbrada a estas conversaciones— explico.
—Nació en Buenos
(Al día siguiente)Las tres horas de diferencia entre la costa oeste y este del país no me dejaron hablar con Iván anoche, o en realidad simplemente no quería despertarlo, y es que entre una cosa y otra he llegado tardísimo, pero ahora que ya son las 6am en San Francisco y las 9am en Nueva York, aprovecho para llamar a mi novio por teléfono. Todavía tengo tiempo, mi reunión no es hasta las 11am y necesito estar clara en algunos asuntos.—Buenos días, cariño, ¿Cómo amaneces? — me pregunta de inmediato apenas contesta la llamada y con tan solo escuchar su voz siento que vuelvo a respirar con normalidad. —Buenos días guapo… yo muy bien, ¿tu? — indago con una estúpida sonrisa en mi rostro mientras que mu
(Al día siguiente)Se podría llegar a decir que el ultimo día de trabajo en San Francisco fue un poco más sencillo que el primero, al menos Fabricio ya no se ha comportado como un imbécil ni me ha hecho insinuaciones como lo había hecho anteriormente, asique ya con eso yo me llamo “feliz.” Por otro lado, ya todo el plan armado para comenzar a trabajar, y solo falta cumplir con papeleos mínimos que serán arreglados entre los abogados de ambas empresas.—El lunes cuando regresemos a la oficina hablaremos con más calma de tu ascenso, ¿sí? — Me dice Gabriel mientras que caminamos por el aeropuerto para ir a recoger nuestras maletas.—Si, por supuesto, como usted quiera— Digo sintiendo que todo el cansancio del viaje ha llegado
Mis labios y los suyos provocan una fiesta para nuestros sentidos que me enciende de los pies a la cabeza y hace que lleve mis manos hacia el centro de su trabajada espalda y acariciarlo de la manera más sensual que existe. En cambio, sus manos van bajando los tirantes de mi camisón y los desliza por mis brazos hasta hacer que la tarea de quitármelo sea mucho más sencilla ya que él lo va levantando y yo aparto mis manos de su espalda para poder ayudarlo.Iván se separa de mis labios para viajar por mi cuello sin prisa —Eres la mujer más bella del mundo. — Dice cuando sus labios ya están en mis hombros, y amo cuando se pone así de romántico.Disfruto de cada beso que va dejando en mi cuerpo y al parecer, esto le resulta una imagen divina, ya que me mira con devoción.
Salgo de la ducha, envuelvo mi cabello en una toalla y mi cuerpo con otra, y salgo del baño para ir a la habitación y colocarme algo de ropa «unos leggins, una camiseta blanca algo suelta y unos tenis deportivos lo harán por hoy» pienso mientras que me termino de vestir y salgo de la habitación y al salir el aroma a café y tostadas invade mis sentidos, pero por alguna razón el aroma no me agrada en absoluto. —Dios que asco este olor…— me quejo mientras me acerco a Iván y él me mira de manera extraña.—¿Asco? — pregunta oliendo cada cosa que esta sobre la mesa.—Debo ser yo, desde que volví del viaje me siento rara, creo que el pescado crudo ese que comí en una de las cenas con ellos— c
(Horas después)No he podido aguantarme las dudas y a pesar del silencio de Iván, he ido a la farmacia a comprar una prueba de embarazo. Necesito saber qué es lo que me espera, si mis planes de vida se verán afectados por un bebé o no… sé perfectamente que a él no le ha agradado en absoluto mi reacción, pero no entiendo como pretende que reaccionara, esto no estaba en nuestros planes, mucho menos ahora que tenía una oferta laboral como la que me hizo Gabriel. Camino justo por enfrente del sofá donde está sentado él y me detengo antes de entrar a la habitación —me hare la prueba de embarazo para salir de dudas— explico y él tan solo me mira desde allí.—Está bien, me dejas sabe
No sé cuantas horas llevo abrazada a Iván en este sofá, lo único que sé es que él ha comprendido a la perfección que en estos momentos que él tan solo me abrace y me diga que todo estará bien —¿Tienes sueño hermosa? — me pregunta en un susurro y deposita un tierno beso en mi cabello. —Si…— admito y si bien sé que en estos momentos debería sentirme feliz porque voy a ser mamá, sigo sintiendo culpa de todo esto que me está ocurriendo.—¿Por qué no te vas a acostar y yo te preparo algo de cenar y te lo llevo a la cama? — me propone y asiento.—¿Una sopa? — negocio.—¿Quieres sopa?
Iván es un excelente chef y no sé si es que repentinamente me dio hambre o la sopa que ha preparado esta exquisita, pero acabo con el primer plato rápidamente y él se me queda mirando un tanto sorprendido —¿Más? — Me pregunta divertido y asiento.—Por favor— Le pido y sonríe.—Menos mal que no tenías hambre eh— Bromea y deposita un tierno beso en mi frente para después levantarse de la cama con mi plato en mano y salir de la habitación.Lo observo caminando y sonrió al ver lo bien que le quedan esos pantalones —Tienes mucha suerte bebé, te ha tocado un padre increíble…— Le digo a mi hijo mientras que acaricio mi vientre y me doy cuenta de que de a poco voy asumiendo co
Una semana después:Observo mi mano apoyada sobre mi pierna mientras que muevo mi pie sobre el suelo sin parar, y ver ese precioso anillo que me ha dado cuando me pidió matrimonio; me hace sonreír. —Hermosa, relájate, no es como que te vayan a operar o algo así— Me pide mi futuro esposo colocando su mano sobre la mía y volteo a verlo. Sus ojos negros se fijan en los míos, y esa sonrisa que me da, podría calmarme por completo, pero en esta ocasión es casi imposible —¿No estas nervioso? — Le pregunto un tanto confundida, y él niega con su cabeza.—Emocionado, eso es lo que estoy— Explica y como siempre, me roba la sonrisa más sincera en los momentos más complicados.