¿Era una locura visitar a Frederik incluso sabiendo que Alice Dupont rondaba por la mansión? Lo era, pero allí estaba Marlote, caminando rumbo al escondite secreto del menor de la casa. De eso se trataba la vida, ¿no? De tomar riesgos y enfrentar temores a cambio de obtener posibles resultados.
Claro, no era la única que se dirigía a ese lugar, ya que desde las sombras podía verse una segunda silueta a través de la oscuridad, una que seguía de cerca cada paso que Marlote daba con rumbo al bunker secreto del pelinegro. Alice no permitiría que una simple muchacha de mantenimiento obtuviera algo que ella se esforzaba por lograr. Quizá Marlote se dirigía con destino a su propia perdición, ¿pero que podría saber una pobre chica que se había caído presa de las garras del amor?
Un siseo, un simple siseo hizo que la pelirroja se det
La tenue luz de los candelabros perfectamente posiciones iluminaba ligeramente la habitación en la que un único ser se encontraba, sentado detrás de su escritorio jugueteando con su pluma mientras parecía aguardar algo… o a alguien. Sus dedos siendo tamborileados en el mueble de madera y las piernas cruzadas con la elegancia que le caracterizaba mientras su mirada continuaba fija en la única puerta que daba acceso a ese lugar. ¿Le habían dejado plantado?Frederik no estaba acostumbrado a ser abandonado o quedar solo en una cita cuando, en su lugar, las damas hacían filas para obtener una cita con tan apuesto y refinado caballero. ¿Por qué Marlote, una simple chica de mantenimiento estaba rechazando una oportunidad de verse con alguien como él? Definitivamente no era posible para el pelinegro comprenderlo. En su lugar sentía que algo de gran peso le estaba impidiendo acerca
La noche de aquella promesa seguía viva para Marlote y era imposible no recordarla tras cada vez que se veía a sí misma con el pequeño prendedor emblemático que ahora obtenía un nuevo significado. Muchas preguntas daban vueltas en su mente y la verdad era que la chica carecía de respuestas veraces. Solo deseaba entender la razón principal por la que Lion Di Mort no habitaba en aquel lugar si era su propia casa. ¿No era eso extraño? Para Lottie si y poco a poco comenzaba a sentir el peso del temor por acercarse a la respuesta.Dos días habían transcurrido desde aquello, dos días en los cuales ninguno de los dos rostros se habían presentado frente a ella. Lion simplemente parecía haberse esfumado y las ocupaciones de Frederik no le habían dado un momento para siquiera respirar. Quizá por eso el menor deseaba ver a Marlote aquella noche, porque sab
Marlote deseaba haber visto el rostro de Lion la noche anterior y sentir la libertad de pedir su ayuda. ¿Por qué no estaba en aquel lugar? Era imposible que la decepción no se notara en su rostro pero, sobre todo la intriga por lo ocurrido. Estaba completamente segura de haber seguido el camino de siempre… ¿qué había pasado? Se sentía como toda una perdedora intentando amar sin tener las posibilidades de hacerlo, porque sí, sabía que en el momento en que saliera por esa puerta la pesadilla comenzaría.Aunque, a decir verdad, ni siquiera necesitó esperar a salir. Dos toques fueron suficientes para hacer que la chica abriera la puerta. Comprendía que en su trabajo no podía darse el lujo de ignorar los llamados o simplemente empeoraría los problemas. Era Johnny quien miraba a la chica con un poco de asombro y compasión por esta. Lottie supo inmediatamente
—Y bien, ¿qué estás haciendo aquí? —inquirió el chico de ojos claros sentándose junto a Marlote luego de extenderle una tacita de té—. ¿Cómo han ido las cosas con la condesa?—Bastante bien, he de decir —Johnny alzó una ceja acomodándose en el asiento para escuchar la noticia que estaban a punto de darle—. Creo que conseguí salir de las acusaciones de Alice.—¿Qué demonios le has dicho?La historia comenzó por parte de Lottie y era imposible para esta no reírse con las expresiones tan exageradas que realizaba el chico vitoreándola por cada palabra que había dejado en claro como defensa.—¡¿Estás diciendo que llamaste a Alice mentirosa frente a la condesa?! —Johnny estaba incrédulo. Un bufido sali&
Rik, por su parte, solo tenía un destino específico en ese momento para culminar con el deber que su padre le había asignado. Aún confiaba en poder hacerlo de una manera u otra, pero si no conseguía finalizarlo estaba totalmente seguro de que Gerard se enfadaría. No tenía muchas opciones. Dio un último cruce luego de haber descendido por las trescientas escaleras que le llevaban a su pequeña habitación secreta pero había alguien más en la puerta. Tragó saliva ocultándose tras una de las paredes para permitirse observar a quien allí estaba.—¿Marly? —musitó mostrando una media sonrisa—. ¿Qué estás haciendo aquí? —la chica aún vestía sus harapientos trapos de criada que había finalizado una jornada satisfactoriamente.—Frederik… ¿est&a
“Majestad, un respetuoso y cordial saludo proveniente de la familia Di Mort deseando que su salud se encuentre intacta y la vida de Su Alteza se larga y muy fructífera.Me dirijo a usted en este momento para apaciguar las dudas que le inquietan con relación a Lion Di Mort. Las negociaciones finales se han salido de control y aquello ha concluido con un trágico final para el heredero de la familia. Finalmente hemos conseguido el cadáver en el fondo del mar y pudimos comprobar que no existe esperanza para nuestra familia con respecto a la vida de Lion. Con el fin de mantener una estabilidad en el poder de Su Majestad informaremos a la prensa que nuestro heredero ha renunciado al apellido y ha decidido ir al extranjero a estudiar, dejando a Frederik Di Mort como el próximo heredero. Lamentamos los inconvenientes que todo esto pu
El lugar se quedó en completo silencio. Estaba claro que se trataba de un secreto que solo Alice y su padre conocían. ¿Cómo era posible que el conde Gerard Di Mort lo supiera? La joven no tardó en sentir como su mano comenzó a temblar. ¿Estaba en problemas? Por otro lado era Frederik quien mordía su labio inferior todavía más enfadado. ¿Su padre le estaba obligando a casarse con esa mocosa para cubrir aquella falta en su familia? Marlote no podía creerlo y la mandíbula de Johnny definitivamente amenazaba con desprenderse. ¿De verdad aquella mocosa era tan sucia y descarada? —Mi consejo para usted es simple —fue Gerard quien nuevamente rompió el silencio. Estaba claro que el mayor de la familia no resultaba bullicioso, pero cuando daba un paso al frente lo hacía con la mayor fuerza posible—. Dejen nuestra casa y mantenga el contacto relacionado a negocios. Estoy seguro de que Su Majestad se sentirá honrado al ver el profesionalismo de sus cercanos.—Gerard Di Mort… —el susurro del may
Por fin el sol nuevamente se alzó en el firmamento y no tuvieron más remedio que despedirse. Johnny sintió un muy mal presentimiento de aquel encargo desconocido para él, pero no tenía más opciones que sentarse a esperar que todo saliera bien sin dejar de rezarle a quien fuera que escuchara sus plegarias, si es que existía alguien allí arriba capaz de ayudar.—Por tu propio bien más te vale que todo salga perfectamente y vengas con tu típica sonrisa a molestarme o de lo contrario estarás en grandes problemas, Lion Di Mort —el mayor mostró una sonrisa de ternura y le abrazó. Un cálido contacto que intentó expresarle confianza, aunque los latidos del corazón del chico evidenciaban que incluso él estaba nervioso—. Por favor.—Estaré bien. Lo prometo —le tranquilizó.Nadie más salió a decir algo ya que el resto de los integrantes de la familia estaban realizando sus diferentes labores. Lion alzó su vista hacia la habitación de su hermano menor y suspiró negando con la cabeza.—¿Han pelead