158

—Si te lo hubiera dicho, habría tenido que quedarme aquí y no podía hacerlo. Tenía que huir. Me traicionaste y en cualquier lugar de esta ciudad me traías recuerdos tuyos y no podía soportarlo en aquel momento. Apenas puedo soportarlo ahora.

—¿Entonces te fuiste por ti o para “proteger” a nuestro hijo? Has dado ambas razones y se contradicen.

Le fulminé con la mirada durante un minuto y él me devolvió la mirada. Aparté la mirada, miré por la ventana y respiré hondo para calmarme.

—Mira, no quería hablar contigo para pelearme contigo. Sé que estás enfadado conmigo y no estoy muy contenta conmigo misma en este momento. Creía que estaba haciendo lo mejor, pero ahora no estoy tan segura. Si te calmas y no me gritas, te hablaré de nuestros hijos. Es decir, si quieres saber de ellos —dije con calma, volviendo a sentarme en el borde de la cama.

Me miró un momento antes de respirar hondo y sentarse en el borde de la cama, dejando un par de metros de espacio entre nosotros. Permanecí en si
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP