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Al oír el timbre, Henry dejó escapar un suspiro silencioso y, asegurándose de que Helena seguía durmiendo, fue a abrir. Era temprano en la noche del día en que llegaron a Las Vegas. Se decidió que pasarían la noche allí porque Helena no se había adaptado a la prisa de planear y llegar a la Ciudad del Pecado. Estaba tan cansada que se negó a que la llevara a una habitación. Seguía en el mismo sitio en el sofá que esta mañana.

Aun así, ella había ideado una gran tapadera para su presencia, algo que a él nunca se le habría ocurrido. Antes de las vacaciones del bebé, nunca había oído hablar de eso. Pero, después de buscarlo mientras la acompañaba, era algo que hacían muchas madres embarazadas. Se habían escrito muchos artículos al respecto. Estaba impresionado.

Sin embargo, estaba bastante cabr

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