Enseguida estoy tentada a voltear y ver a quien le pertenece esa hermosa voz que hizo que mis pelos se erizaran como hace mucho no lo hacía. Sin embargo, mantengo mí porte, pero atenta a cada palabra que el desconocido chico pronuncia mientras se encuentra detrás de mí.
—Como usted desee, Jack. Por cierto que bueno verlo de nuevo por acá. Bienvenido.
—Gracias, Jared. Te aseguro que de ahora en adelante me vas a ver con más frecuencia por este lugar.
Sigo escuchando su voz y no me lo creo, me tomo el trago de una sola vez y así tener la excusa para voltear y terminar con la inmensa intriga que me produce el querer saber a quién le pertenece esa excitante voz.
—Jared, Sírveme otro trago por favor— pronunció con mi voz un poco temblorosa al igual que mi cuerpo mientras espero, puedo sentir la mirada de ese chico sobre mí. Me olvido de mi tonta timidez y al igual que lo hizo mi amiga, saco mis armas de seducción y saco toda la artillería pesada posible.
—¿Perdiste a alguien igual que yo?
Inmediatamente me volteo hacia él, me acomodo sobre la silla y levanto mi busto para que mis senos le den la bienvenida su mirada. Estoy apunto de entrar en shock cuando mis ojos son testigo del hermoso chico que está frente a mí.
—¿Esa es la típica frase que usas para atraer a tus víctimas?
Sonrío, a la vez que cruzo mis piernas una sobre la otra con premeditación, para hacer que mi vestido se delice hasta la parte más alta de mis muslos. En sus ojos puedo ver que no pierden el movimiento provocativo y puedo ver cuando su lengua se desliza por el borde de su labio inferior, todo parece indicar que está mordiendo la carnada.
—Créeme que cuando me decido a conquistar no uso frases tan cliché, cariño, yo simplemente tomo lo que a mí me corresponde— sus ojos empiezan a repasar mis piernas desde mis pies hasta donde queda la piel descubierta y finalmente se detiene en la cima de mis pechos— Y siempre he conseguido lo que quiero.
Ésas palabras sin duda producen un efecto desconocido dentro de mi cuerpo, por alguna razón siempre me ha fascinado el hombre seguro de sí mismo y por lo visto el tipo que está frente a mí lo sabe hacer muy bien, hace lo que quiere, cuando así lo decide. Sin embargo, no me dejo amedrentar porque yo también sé lo que quiero.
—Entiendo perfectamente lo que dices, pero ¿alguna vez te has detenido a pensar que no siempre se obtiene lo que se quiere?
Empieza a reír de forma irónica al tiempo que lleva el trago a su boca. La manera en que el líquido se desliza por su garganta y la forma en que sus ojos no dejan de observarme, causa sin duda una reacción desconocida pero embriagadora en cada parte de mi cuerpo
—¿Qué te parece si mejor nos vamos de acá y nos vamos a un lugar más íntimo y menos concurrido?
Mi corazón empieza a latir rápidamente y sonrío internamente porque mi plan se está cumpliendo al pie de letra. Me levanto de la silla y tomo mi bolso y con una risa pícara le indico que estoy de acuerdo con su propuesta indecente. Se toma el resto del trago de una sola vez y de una forma como un macho, que hace que cada poro de mi cuerpo empieza sentir cosas que anteriormente no las podía sentir con nadie más. Puedo sentir un poco de humedad entre mis piernas debido a que mi mente ya está anticipando todo lo que me deparará esta noche con este griego.
—Solo dame algunos minutos que me tengo que despedir de mi amiga, no quiero irme antes sin despedirme. No quiero que se preocupe por mí.
Asiente con la cabeza y una vez que se pone de pie no puedo evitar recorrer su cuerpo con mi mirada. Mi piel se calienta aún más cuando su mano cae suavemente en mi cintura y aprieta con posesividad.
Caminamos juntos hasta donde estaba Grethel, ni siquiera se percata de mí ya que está entretenida con la boca de su nuevo chico.
—¿Y qué ha pasado con el anterior?— le tocó por el hombro y se voltea sorprendida hacia mi dirección. Luego sus ojos se posan tras de mí, puedo notar que el chico que viene conmigo la dejado más que atónita.—me voy con él así que no me esperes— susurro en su oído. Su sonrisa burlona septiembre por su cara y no tarda en darme sus acostumbradas respuestas.
—Te felicito querida amiga, al parecer te llevas al mejor espécimen de la noche, yo por mi parte me llevo a este tontito a casa, así que no te preocupes solo disfrútalo y espero que enseñes de lo que estás hecha.
—Eso ni lo dudes, esta oportunidad no se presenta dos veces en la vida.
Sonreímos y nos despedimos con un beso en la mejilla. Giro sobre mis talones hacia él y le doy una mirada que revela todas las intenciones que tengo con él para esta noche.
Creo que es hora de enseñarle a todos los hombres que nosotras también podemos disfrutar de tener relaciones sexuales sin complicaciones. Esta noche hay una nueva mujer dentro de mí y estoy dispuesta a demostrarlo. Llegó la hora de dejar el llanto atrás por un hombre que no vale la pena y ahora despertaré a la nueva mujer seductora y segura que hay en mi interior.
UNOS MESES DESPUESAbro uno de los cajones de mi ropero y me alegra encontrar uno de los porta retratos donde Salimos Juana y yo, abrazándonos. Había olvidado que lo había dejado escondido allí. Recuerdo a la perfección que dos semanas más tarde y obligado por mis responsabilidades, tuve que volver a la oficina para finalizar los planes de un nuevo centro comercial que nuestra empresa estaba a punto de empezar a construir en el corazón de la ciudad.Mi sufrimiento en ese momento era evidente. Las terribles ojeras alrededor de mis ojos, la barba descuidada y mi mal genio, fueron una prueba más que evidente del terrible momento por el que estaba pasando. Aun así, estaba llena de coraje, uno que realmente no tenía y me obligué a continuar con mi vida normalmente... si esta forma de vida se puede llamar normal.Cuando llegué a la oficina, lo primero que vi fue la maldita foto en mi escritorio. En un impulso de furia, aniqué todo lo que había allí. Afortunadamente, soy el socio mayoritario
ROSESalimos y con su mano incluso en la parte inferior de mi espalda, fuimos al aparcamiento. Me sorprende cuando nos detenemos frente a una motocicleta increíble y no puedo evitar dejar de sorprenderme imaginando cómo me subiré a ella con mi vestido corto, mis enormes tacones altos y rematar sin usar ropa interior. Me siento abandonada cuando me quita la mano de la cintura y el intenso frío golpea la zona donde hasta hace unos segundos sentía un calor intenso.—¿Es ahí donde iremos?Pregunto asombrada mientras señalo con el dedo a su motocicleta. Nunca imaginé que mi primer enganche sería con un vehículo motorizado. ¡Maldita sea! Qué sorpresa.—Obviamente, hermoso.Responde con un tono burlón, mientras lucho entre la idea de rechazar la propuesta y volver al club de nuevo.—¿Te has dado cuenta de la forma en que estoy vestida?Le pregunto con indignación y completamente molesta con su actitud despreocupada.—Por supuesto que lo he notado—, me desnuda con su mirada sin ninguna vergüe
MaxwellYa he dado el primer paso para sacar a Juana de mi cabeza. Enganchar a una chica esta noche ha sido muy fácil. Nunca pensé que después de haber perdido la práctica, una vez que decidí hacerlo, no tuviera problemas para conseguirlo. Y juro por Dios que me he llevado a la mujer más hermosa del lugar.Hay algo en ello que me resulta familiar. Aun así, no puedo entender por qué siento que la conozco en algún lugar. Aunque lo pienso muy bien, ¿cómo podría olvidar un monumento así si lo hubiera conocido antes?Entramos en el aparcamiento del hotel. Puedo sentir su temblor mientras está pegada a mi espalda. Apago la motocicleta y antes de poder ayudarla a bajar, lo hace sola, con un poco de inestabilidad.Me quito el casco y lo guardo en el compartimento. Voy a ella para quitarle el suyo y luego lo guardo al lado del mío. No puedo evitar mirarla una y otra vez, es una mujer extraordinariamente hermosa. Sus ojos contrastan con su pelo y las pequeñas pecas regadas por su cara. Sus lab
—Por favor, entra.Da un soplo de sorpresa y se aleja apresuradamente de mí.—Gracias.Apenas puede hablar. Puedo notar la emoción en el tono de su voz. No sé por qué, pero algo me dice que esta experiencia es tan nueva para ella como para mí. ¿Es posible que ambos nos atreviéramos a dar un paso como este la misma noche y esa oportunidad nos haya hecho encontrarnos de esta manera? Sonrío ante ese pensamiento loco. ¿Cómo se me ocurre una idea así?Entro y voy tras ella. Sin apartar los ojos de su trasero redondo y boca arriba.—¿Quieres algo de beber?Me atengo a su espalda y le susurro muy cerca de su oreja.—Sí, por favor.Le beso el cuello, porque quiero sentir cómo le afecta mi tacto y, como lo asumí, la hago temblar.Me alejo de ella y camino al bar para ir a tomar unas copas. No me gusta lo que me está haciendo sentir, así que estoy buscando distancia, para calmar esta extraña ola de sensaciones que me está poniendo bastante nervioso.—¿Qué quieres beber?— Hay whisky, cerveza, vi
Se instala entre mis piernas y sube a una de ellas sobre sus caderas, mientras me besa de nuevo con tanto deseo que todos los pelos de mi cuerpo inevitablemente se levantan. Le devuelvo el beso con la misma pasión con la que lo está haciendo. Sus besos son cálidos y profundos. Alterna besos con chupar la lengua y termina mordiéndome suavemente el labio inferior.—Déjame quitarme la ropa e ir a buscar un condón nuevo.Me lo dice con una voz profundamente ronca. Y me da un beso antes de levantarme de la cama.Lo veo alejarse para recoger algo del suelo. Puedo ver lo que cayó al suelo mientras me empujaba contra la pared. Era su cartera, en la que guarda los preservativos que lleva consigo.—Solo me quedan un par más—, me dice mientras los levanta en la mano y vuelve a mí, —y planeo hacer muy buen uso de ellos.Pronuncia con confianza en si mismo.Empieza a desnudarse lentamente sin apartar la mirada de la mía. Doy pequeños soplos de aire, cuando poco a poco se descubre tu piel y puedo v
MAXWELLMe derrumbé sobre su cuerpo. Mi corazón está agitado y me sorprende el glorioso momento que acabo de compartir con ella. Juana nunca me hizo sentir así y ser consciente de ello despierta todas las alarmas dentro de mí.Incluso contra mis propias convicciones, la beso en el hombro, pero necesito tomarme un momento a solas para recuperar el control de mis emociones.Me levanto de la cama y voy al baño. Ninguno de nosotros ha dicho ni una sola palabra después del majestuoso orgasmo que hemos disfrutado... mejor entonces, no quiero decir nada fuera de lugar que complique aún más esta extraña e inquietante situación.Una vez dentro, cierro la puerta. Camino hasta el fregadero y sostengo las manos hasta el borde con todas mis fuerzas.¡Maldita sea! ¿Qué coño me está pasando? No puedo permitir que un buen momento de sexo nuble mi comprensión y me anime a dar un paso equivocado. Especialmente después de lo que acabo de sufrir con Juana.Tengo que meterme en la cabeza que esto es solo
El sol estaba más intenso que nunca y empieza a acalorarme, acomodo mis senos o bueno, lo poco que tengo dentro de las copas de mi vestido, mientras acomodo las medias de color negro que hacen ver mis piernas mucho más hermosas de lo que son. Deslizo las manos por todo mi cuerpo mientras me observo frente al espejo y aún no me lo puedo creer, afortunadamente el vestido de color rojo que me estaba probando quedaba perfectamente ajustado en mis curvas. Esta noche es una noche muy especial y quiero verme súper sexy y deseable. Mi propósito es que hoy James, mi novio se vuelva loco cuando me mire y pierda la cordura al punto que hagamos el amor como un par de locos. Tenemos alrededor de un mes que no nos miramos. Ya llevamos tres años juntos y ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida. Nuestra relación no ha sido todo color de rosas, siempre hemos tenido altibajos y todo por su trabajo. Constantemente tiene que viajar a otros países y cada vez los viajes duran mucho más, siento que s
—Hola, ¿qué tal?—sonríe con tanta tranquilidad—¿puedo ayudarte en algo? En ese momento siento que las palabras están totalmente atoradas en mi garganta. Estoy tan confundida que ni siquiera sé lo que está pasando a mi alrededor. Tantas ideas empiezan a darme vuelta dentro de mi cabeza, pero ninguna de ellas me sirven para aclarar todo lo que está pasando en este preciso momento. Cuando estoy apunto de abrir mi boca, la voz de James me detiene en seco. —Mi amor, podrías decirme, ¿quién ha tocado la puerta?¿Mi amor? Mis manos empiezan a temblar cuando la realidad me golpea como una piedra en la cara y empieza a esclarecerse todo el confuso panorama. Puedo escuchar sus pasos en dirección a la nuestra hasta que por fin se detiene en seco detrás de la mujer. Cuando me ve, inmediatamente su cara palidece y el terror se instala por cada rincón de su cuerpo. Lo observo con tanto dolor, con el corazón apunto de estallar y salir por mi boca. Tenía unas inmensas ganas de vomitar, puedo senti