Isabella. Cada detalle en los regalos de mi padre me parecieron fascinantes en su momento de entregarlos. Se esmeraba en que fueran memorables y por ello quise conservarlos, trayéndolos de casa de mi madre al está informar sobre su decisión de regalarlos. No me costó dar con ellos, así que estaba en casa en menos de lo pensado. Uno de los guardianes llevó mi caja en tanto el chófer abrió la puerta para que entre a la casa, indicando que los dejara en la sala, en tanto fui por un vaso con agua a la cocina. Estaban terminando de limpiar, por lo cual no quise casuar molestia con algo tan simple haciéndolo yo misma. Con un embarazo que se notaba cada vez más, me costaba mucho no agotarme con paseos que en otras circunstancias serían nada. Sin embargo, me gustaba saber que mi bebé estaba conmigo todo el tiempo y que su desarrollo era el normal.__ ¿Sabes si el señor ya se fue al dormitorio o sigue trabajando? - indagué a Lili, quien levantó la mirada. __ No, aún sigue en su despacho a
AidenEntre documentación sobre la investigación para el juicio de mi padre me mantuve ocupado desde mi regreso de Susanville. Aunque no me haya gustado dejarla en un lugar tan alejado, estaba más segura en ese condado que donde el infeliz de Noah Betancourt siguió haciendo de las suyas. El poder notarial para que su hija sea su representante en la compañía donde se hizo el desfalco lo recibí a primera hora del día, cumpliendo así con uno más de sus caprichos.No era de extrañar. Lo que me molestaba era la inclusión a una niñita que no tenía una sola idea de que hacer con su vida, optando por molestar la existencia de la de los demás. Con mi llegada también lo hizo la movilización de George al dichoso hotel. Me envió un mensaje diciendo que estaba por entrar, así que estuve pendiente de lo que podía encontrar en el sitio. Nadie me sacaba de la cabeza que era el escondite del padre de Lexi y por ello, por muy complicado que estuviera todo, mi seguridad de acabar con su misión de adue
AidenSeguí viendo el positivo en la hoja que tenía en las manos antes de devolverlo al mujer que siguió sonriendo como una ganadora de una partida que siempre manejó. __ Mientes. - declaré, pero su confianza nunca se fue. __ Esa prueba es real. __ Hay muchos desperfectos en tu juego, Lexi. Solo han pasado poco menos de dos semanas desde que me drogaste.__ No te drogué. - alegó. __ Sabes que lo hiciste. Y por ello no voy a caer en esto, porque fácilmente puedes comprar un resultado. - me quiso tocar y me alejé. - ¿Sabes porqué sé que mientes? Nunca te tocaría no estando borracho. A eso súmale que todo de tí es una mentira y por ello estoy convencido que no es más que una jugarreta. __ Puedo llamar al médico. - aseguró. __ Aún así no me convences. - me detuve por un momento. - Con cada mentira que dices, nadie cree en tí. Mucho menos después de cometer un delito del cual te voy a acusar al solo tener pruebas. __ No cometí ningún delito. - se negó rápidamente.__ Secuestro. Robo.
Isabella.La relación con mi madre se hizo más estrecha, con cada día que pasó, en la convivencia con ella, descubrí a la mujer que algún día fue. Aquella que sonreía todo el tiempo y no estaba presionada queriendo cumplir con cosas que no era, solo porque su esposo la deje. Una madre que en toda la extensión de la palabra. Fuerte, valiente y con la disponibilidad de ayudar siempre, esas nuevas características que descubrí me hicieron saber cuánto me había perdido de ella también. Chocamos en algunos aspectos, pero era un alivio no discutir con ella por todo. Incluso se vio más libre en su pensamiento, aunque cuando sus compañeras en la misión de ayuda a los desamparados de su iglesia llegaban, preferí no estar cerca. Por ello salí a hacer algunas compras en lugar de ir a su casa, ya que dijo que estaría con ellas.Prince quedó de alcanzarme, había llegado el día anterior por lo cual teníamos cosas para contarnos. Paseé de aquí para allá, en tiendas con el fin de perder el tiempo y
Isabella.El corazón no dejó de palpitar estrepitosamente durante todo el camino, los nervios me mantuvieron creando escenarios en mi cabeza, poniéndome peor como si eso fuera posible. Al llegar me bajé con rapidez del vehículo observando como ya había sido apagado.El último nivel, donde estaba la oficina de Aiden fue el más afectado. Todo el alboroto formado me alarmó aún más. Mis pies tocaban el suelo con mayor rapidez buscando entre las ambulancias, en tanto Aiden me siguió el paso cuidando de mí. No pude hacer caso a su pedido de calmarme, se trataba de mi hermano y por ello entendió, tomando mi mano para detenerme y señalar a Camila sentada, con oxígeno mientras era atendida por un paramédico. __ ¿Camila donde está Prince? - me apresuré a preguntar, ella vio a todos lados y mi corazón se detuvo al no verlo por ningún lado. - ¿Donde está mi hermano? Nadie me dio una respuesta. Comencé a temblar y mis ojos se encharcaron.Estuve a punto de correr en busca de él de nuevo, hasta q
Aiden.Ver todas los movimientos que el viejo Betancourt estaba haciendo me pareció cómico, eran sus tácticas de sobrevivencia y se agarró de lo que fuera para no hundirse. Incluso de lo que estaba seguro que hizo para comprometer a Lexi con Matteo, a quien le puse el ojo porque sería un buen socio para Tej y para mí. Solo que en ocasiones esas expectativas son rotas por ellos mismos, cancelando de esa forma un futuro prometedor que pudo haber tenido con nosotros. Porqué nunca temí a nadie en un juicio y si en la defensa de Noah estaba Matteo, no me iba a importar ser quién lo baje de su nube de ser mejor que nosotros. Tanto Tej como George apoyaron la idea de que fue quien causó el incendio a mi edificio. Pero eso se lo haría pagar. __ Señor, la señorita Lexi y su padre llegaron hace unos momentos. - avisó una chica de servicio cuando le di permiso de pasar. Los dos hombres frente a mí se incorporaron al mismo tiempo que yo al escucharla, no nos esperábamos esa visita. Pero indiqu
Aiden.__ Estamos a horas de ir al juzgado. - escuché decir a Tej, mientras recogí algunos documentos que coloqué en una carpeta. - La seguridad de Milton no ha sido comprometida. Todo lo tenemos listo y duplicado. Cuidando de cada detalle para no tener problemas a la hora de la defensa. - seguí metiendo cosas en mi maletín. Ya que acordamos trabajar en su apartamento esa tarde. - Te invitaría un trago, pero no creo que sea prudente para ninguno ingerir alcohol. __ Edmond se encargó de reunirnos de nuevo. Si quieres puedes venir en lugar que te quedes aquí.. - ofrecí, ya que sus padres estaban de viaje, no tenía posibilidad de visitarlos. George estaba metido en el embrollo de su relación ya que alegó que estaría ocupado con un asunto personal del que no quiso decir nada. Ni siquiera nos quiso recibir nuestras llamadas, enviando solo un mensaje de que está bien, pero que nos encontraríamos en el juzgado a la hora de la audiencia. __ Una cena en casa de tus padres suena a comida bie
Aiden.Todos guardaron silencio en la sala y se pusieron de pie cuando la jueza se aproximó al estrado. La sala estaba llena, todos presentes mientras Tej y yo estábamos en nuestro lugar con mi padre en el medio de los dos. En tanto el fiscal tenía pinta de tener confianza en lo que tenía, con Noah y sus socios atrás suyo y Lexi entre todos. __ Pueden sentarse. - dijo la juez cuando estuvo sentada. Dando el inicio al juicio, en el cual el fiscal fue el primero en dejar claro los crímenes que se imputaron a mi padre, con pruebas que teníamos en nuestra mesa, viendo la legitimidad de estos. Dejando claro que no estaba dispuesto a dejar que la ley se la pasaran por el trasero en lo que su declaración de apertura siguió su curso. __ Su firma está plasmada en cada documento de los que pueden ver ahí. - dijo mostrando el papel del cual hablaba. - Cuentas en Suiza, de ahí se hizo varias transferencias a otros bancos en todas las ciudades importantes del mundo para luego hacer lo mismo una