AidenSeguí viendo el positivo en la hoja que tenía en las manos antes de devolverlo al mujer que siguió sonriendo como una ganadora de una partida que siempre manejó. __ Mientes. - declaré, pero su confianza nunca se fue. __ Esa prueba es real. __ Hay muchos desperfectos en tu juego, Lexi. Solo han pasado poco menos de dos semanas desde que me drogaste.__ No te drogué. - alegó. __ Sabes que lo hiciste. Y por ello no voy a caer en esto, porque fácilmente puedes comprar un resultado. - me quiso tocar y me alejé. - ¿Sabes porqué sé que mientes? Nunca te tocaría no estando borracho. A eso súmale que todo de tí es una mentira y por ello estoy convencido que no es más que una jugarreta. __ Puedo llamar al médico. - aseguró. __ Aún así no me convences. - me detuve por un momento. - Con cada mentira que dices, nadie cree en tí. Mucho menos después de cometer un delito del cual te voy a acusar al solo tener pruebas. __ No cometí ningún delito. - se negó rápidamente.__ Secuestro. Robo.
Isabella.La relación con mi madre se hizo más estrecha, con cada día que pasó, en la convivencia con ella, descubrí a la mujer que algún día fue. Aquella que sonreía todo el tiempo y no estaba presionada queriendo cumplir con cosas que no era, solo porque su esposo la deje. Una madre que en toda la extensión de la palabra. Fuerte, valiente y con la disponibilidad de ayudar siempre, esas nuevas características que descubrí me hicieron saber cuánto me había perdido de ella también. Chocamos en algunos aspectos, pero era un alivio no discutir con ella por todo. Incluso se vio más libre en su pensamiento, aunque cuando sus compañeras en la misión de ayuda a los desamparados de su iglesia llegaban, preferí no estar cerca. Por ello salí a hacer algunas compras en lugar de ir a su casa, ya que dijo que estaría con ellas.Prince quedó de alcanzarme, había llegado el día anterior por lo cual teníamos cosas para contarnos. Paseé de aquí para allá, en tiendas con el fin de perder el tiempo y
Isabella.El corazón no dejó de palpitar estrepitosamente durante todo el camino, los nervios me mantuvieron creando escenarios en mi cabeza, poniéndome peor como si eso fuera posible. Al llegar me bajé con rapidez del vehículo observando como ya había sido apagado.El último nivel, donde estaba la oficina de Aiden fue el más afectado. Todo el alboroto formado me alarmó aún más. Mis pies tocaban el suelo con mayor rapidez buscando entre las ambulancias, en tanto Aiden me siguió el paso cuidando de mí. No pude hacer caso a su pedido de calmarme, se trataba de mi hermano y por ello entendió, tomando mi mano para detenerme y señalar a Camila sentada, con oxígeno mientras era atendida por un paramédico. __ ¿Camila donde está Prince? - me apresuré a preguntar, ella vio a todos lados y mi corazón se detuvo al no verlo por ningún lado. - ¿Donde está mi hermano? Nadie me dio una respuesta. Comencé a temblar y mis ojos se encharcaron.Estuve a punto de correr en busca de él de nuevo, hasta q
Aiden.Ver todas los movimientos que el viejo Betancourt estaba haciendo me pareció cómico, eran sus tácticas de sobrevivencia y se agarró de lo que fuera para no hundirse. Incluso de lo que estaba seguro que hizo para comprometer a Lexi con Matteo, a quien le puse el ojo porque sería un buen socio para Tej y para mí. Solo que en ocasiones esas expectativas son rotas por ellos mismos, cancelando de esa forma un futuro prometedor que pudo haber tenido con nosotros. Porqué nunca temí a nadie en un juicio y si en la defensa de Noah estaba Matteo, no me iba a importar ser quién lo baje de su nube de ser mejor que nosotros. Tanto Tej como George apoyaron la idea de que fue quien causó el incendio a mi edificio. Pero eso se lo haría pagar. __ Señor, la señorita Lexi y su padre llegaron hace unos momentos. - avisó una chica de servicio cuando le di permiso de pasar. Los dos hombres frente a mí se incorporaron al mismo tiempo que yo al escucharla, no nos esperábamos esa visita. Pero indiqu
Aiden.__ Estamos a horas de ir al juzgado. - escuché decir a Tej, mientras recogí algunos documentos que coloqué en una carpeta. - La seguridad de Milton no ha sido comprometida. Todo lo tenemos listo y duplicado. Cuidando de cada detalle para no tener problemas a la hora de la defensa. - seguí metiendo cosas en mi maletín. Ya que acordamos trabajar en su apartamento esa tarde. - Te invitaría un trago, pero no creo que sea prudente para ninguno ingerir alcohol. __ Edmond se encargó de reunirnos de nuevo. Si quieres puedes venir en lugar que te quedes aquí.. - ofrecí, ya que sus padres estaban de viaje, no tenía posibilidad de visitarlos. George estaba metido en el embrollo de su relación ya que alegó que estaría ocupado con un asunto personal del que no quiso decir nada. Ni siquiera nos quiso recibir nuestras llamadas, enviando solo un mensaje de que está bien, pero que nos encontraríamos en el juzgado a la hora de la audiencia. __ Una cena en casa de tus padres suena a comida bie
Aiden.Todos guardaron silencio en la sala y se pusieron de pie cuando la jueza se aproximó al estrado. La sala estaba llena, todos presentes mientras Tej y yo estábamos en nuestro lugar con mi padre en el medio de los dos. En tanto el fiscal tenía pinta de tener confianza en lo que tenía, con Noah y sus socios atrás suyo y Lexi entre todos. __ Pueden sentarse. - dijo la juez cuando estuvo sentada. Dando el inicio al juicio, en el cual el fiscal fue el primero en dejar claro los crímenes que se imputaron a mi padre, con pruebas que teníamos en nuestra mesa, viendo la legitimidad de estos. Dejando claro que no estaba dispuesto a dejar que la ley se la pasaran por el trasero en lo que su declaración de apertura siguió su curso. __ Su firma está plasmada en cada documento de los que pueden ver ahí. - dijo mostrando el papel del cual hablaba. - Cuentas en Suiza, de ahí se hizo varias transferencias a otros bancos en todas las ciudades importantes del mundo para luego hacer lo mismo una
Aiden.__ Te juro que esto no se quedará así. - prometió Noah cuando pasé a su lado. - No pienses que me hiciste perder todo. Voy a cobrarte esto, de la forma en que jamás lo esperarías. __ Aún no has aprendido que jugar conmigo no es buena idea. - argumenté del mismo modo. - Si te parece poco perder tu dinero y poder, dame una razón más para mostrarte que heredé algo de cierta sabandija. __ Nunca voy a perder mi poder mientras viva. - sonrió fríamente cuando cruzamos la puerta del tribunal donde dos oficiales lo detuvieron. - No me lean mis derechos porque los conozco al revés y al derecho. - le pusieron las esposas. - También conozco todo lo que necesito y lo que no, no tardaré en averiguarlo. Lo último lo dijo mirándome fijamente. Una amenaza mucho más clara que la anterior. Igual no me iba a quebrantar la cabeza de ese modo, no le daría el gusto de verme atemorizado por sus palabras, aunque sí tendría cautela. Subí con mi padre al auto, evitando que los periodistas se acerquen
Aiden.La puerta estaba abierta cuando llegamos, todas las luces apagadas y el único guardaespaldas que se quedó con Isabella estaba tirado en la sala con heridas de bala en el tórax, formando un charco de sangre que emanó de él. __ Tiene que quedarse en el auto, nosotros nos encargaremos. - sugirió mi jefe de seguridad.__ Es mi mujer la que tienen, no me voy a quedar solo viendo todo de brazos cruzados. - argumenté tomando la delantera hacia las escaleras. Algo se rompió al hacer contacto con él mármol en el piso superior, alertándonos de qué tal vez eran ellos los que estaban en la casa todavía. Corrí lo más rápido que pude, subiendo las escaleras de dos en dos. El pecho en un descontrol total por la sensación de vacío, la cual me negué a aceptar porque no la perdería. No los perdería.Abrí la puerta de golpe enmedio de la oscura habitación , siendo iluminada solo por la luz que entraba por la ventana con las cortinas abiertas, sin entrar al ver a Isabella ser sostenida por un s