AidenLas posibilidades siempre siempre ha sido mejor estudiarlas desde un punto de vista más extenso. No sólo del que pide del que nos trae conveniencia, sino también de aquellos que generalmente son los llamados consecuencias. Nunca fui de los que se dejaban tomar por sorpresa, porque en un juicio se tienen As sobre la manga. Pueden haber fallos, eso lo estudié siempre, así que recibir la llamada de Isabella al solo salir del juzgado fue para nada sorpresivo. __ Le llamaré a George. - me dice Tej con el teléfono en la mano. Aunque se tuvo precaución, se sabía que algo inesperado podía suceder y para ello se tenía discutido una coartada que para nada sería cuestionada. En la audiencia se pudo demostrar que mi cliente no había sido quien firmó esos documentos, al menos no para lo que él creyó. Las pruebas fueron contundentes, dando el primer golpe no siendo el único. Tanto investigar tuvo resultados y no fue para nada pérdidas, pues un proceso similar se hizo con mi padre y las vac
Aiden.__ Estás loca. - contesté. - No quiero un hijo contigo y mucho menos en circunstancias como estás. Cada fibra de mi cuerpo estaba ejerciendo presión constante. __ Deja el juego. No sé porqué tú empeño de seguir arruinando mi vida si sabes que no tolero tu presencia. - solté mordaz. - No me quieres. No te soporto. Tú capricho no será más que un juego del que debes desistir porque no voy a acceder a tanta tontería.__ Claro que te quiero. Y si tenemos un heredero, además de liberar a tu padre, obtendrás derecho a todo lo que será nuestro. - siguió en su locura. - Eso sí, tendrás que divorciarte. Lo que no será un problema dado el hecho que lo tuyo fue meramente convencional, igual a lo nuestro. Ya tienes excusa. __ No voy a divorciarme solo para cumplir tu deseo, Lexi. Toma las cosas con madurez y deja de actuar como el desquiciado de tu padre. - espeté. - Puedo resolver las cosas por mí mismo. Corté la llamada de golpe. No caería en sus chantajes, no arruinaría lo que aún es
Isabella.Pasar tiempo con Prince era una buena forma de disfrutar unas noches de películas con sus comentarios sobre las producciones o que no le gustaba el rumbo que tomaba todo. Le tocó a una película de dinosaurios en esa ocasión, así que solo seguí su discusión riendo por su dilema de seguir o no viéndola. Al final se quedó callado mientras comía del tazón de palomitas de maíz caramelizadas. Iba a acostumbrarme a esa vida si seguía en un descanso. Pero solo me quedaban unos cuantos días en la cama y luego de eso podía moverme al menos por la casa y salir a hacer compras. Cosa que quise hacer desde el inicio ya que no me atreví a comprar la pintura para el cuarto del bebé en línea.__ Señora, la buscan. - avisó Lili desde la puerta.__ Ya es tarde. ¿de quién se trata? - inquirí confundida. Giré en el mueble solo para ver a Camila ingresando a la sala con una niña con gorro de lana en su cabeza. Sus mejillas regordetas y la mirada igual a su madre me hizo sonreír. - ¡Es preciosa!
Isabella. La llegada de los amigos de Aiden a la casa solo hizo que su desaparición tuviera confirmación visual. No había llegado con ellos, quise que me dijeran que era una broma entre los tres. Algo que indique solo caí en sus juegos y que estaba bien, rumbo a casa. Sin embargo no sucedió, todos hablaron por lo bajo, impidiendo que supiera lo que pasó por sus cabezas o tenían la idea de lo ocurrido. __ ¿Podrían dejar de actuar como si yo no existo? Es mi esposo el que está desaparecido, tengo derecho a saber lo que están suponiendo. - me enojé y solté mi frustración contra todos.__ No es nada más que ideas, que de seguro son erróneas. - me dice George. - La última vez que hablamos fue cuando estaba saliendo de su oficina. Iremos a ver a ese lugar. __ Quien quita y se quedó dormido en su auto. - trató de mediar Tej. __ Puedes hacer una llamada a seguridad y preguntar si está ahí - fui quién tomó el teléfono. Conocía a cada empleado en ese sitio, todos me conocían también y no m
Isabella.Sus caras cambiaron significativamente soltando una bocanada de aire a modo de alivio.__ Dime cómo está, que me estoy volviendo loca, George. - me cansé de esperar. Había vivido un infierno pensando en poder perderlo y con un silencio de parte de ellos dos, por poco me ahogué. __ Está inconsciente, pero respira con normalidad. Aunque debemos llevarlo a que lo revisen para descartar cualquier cosa. - me dijo George calmando mi respiración. - Vamos al auto, lo llevaremos a una clínica. Seguí a los dos hombres siendo ayudada por Lucía, la cual se aseguró no fuera peligroso cada paso que di de regreso al auto.Me senté en las sillas traseras recibiendo su cabeza, abrazándolo desde sus hombros, besando su frente tibia mientras Tej condujo a toda prisa. George nos siguió el paso, llevándonos la delantera para que al llegar a la clínica, ya había una camilla esperándonos. Seguí todo el camino hasta que nos indicaron no podíamos pasar más allá. Solo lo vi desaparecer y al menos
Aiden.La pantalla del teléfono mostraba algo que en mi cabeza jamás se dió. No recordaba que haya pasado. Entre más lo pensé, menos lógica tuvo.Por ningún motivo hubiese hecho algo como eso, nada tuvo sentido y el no recordar nada de lo que ocurrió días atrás conmigo un adicional a mi quebradero de cabeza. El auto se detuvo frente a mi casa. Bajé junto a mi madre del otro lado de la camioneta, siempre solía esperar. Esta ocasión no. Tomó la delantera y los vigilantes hicieron espacio para que pasáramos entre todos los periodistas que preguntaron puras sandeces __ ¿Que cree que dirá su esposa al saber de su relación con la señorita Betancourt? - dijo uno de ellos.__ ¿Entonces, el matrimonio forzado si fue real? ¿Estuvo de acuerdo la que ahora es su esposa con ese tipo de relación? - soltó con malicia un segundo, esquivé al tercero y solo en concentré en salir de ese lugar. La única que me interesaba era Isabella. Entramos a la casa y el silencio fue abrumador. Las miradas se fij
Aiden.__ Podemos llamar al hotel. - propuso George recostado a un extremo de la oficina. - Pueden tener registros de quién usó la tarjeta. Se necesita tu firma ¿no? __ En las tiendas también tienen cámaras de seguridad o al menos recordar quien hizo esas compras. - objetó Tej. - Algo se tiene que hacer.__ Pero no me quedaré de brazos cruzados. Tengo que saber que sucedió esas horas que no recuerdo. - añadí con decisión. - Lexi tuvo que poner algo en mi agua, no tiene lógica que no recuerde más que la cabina de un auto. Debe haber algo más. __ ¿Que es lo último que recuerdas? - cuestionó Tej. - Hay un punto límite en que tu mente tiene uso, guarda muy bien lo que viste, escuchaste o sentiste. Solo debes dar con eso.__ He tratado. - manifesté. - Toda la noche estuve intentando llegar a ese momento, pero nada más que tomar de la botella viene a mi cabeza.No mentí. Desde que Isabella se marchó de mi casa con una maleta pequeña y su hermano, al cual le pedí no la deje sola, me vi inm
Isabella.Al salir del auto vi a lo lejos a un tipo con una cámara, otro más que seguía mis pasos para saber que hacía. Eso era lo que me mantenía en constantes dilemas, no quería saber de uno más. Mi nombre no se mencionaba, pero si me veían en la calle no se detenian con las fotografías que luego exponían. De todos lados, a todas horas. Igual no volteé a verlos más entrando a la casa de los padres de Aiden. Los agentes policiales me dejaron pasar sin problema, me avisaron que estaría en el taller al cual me acerqué para encontrarlo con una paleta de pinturas y una brocha en las manos. Concentrado en lo que hacía sin mover sus ojos del lienzo que lo tenía ocupado.Quise hablar para avisar de mi presencia, solo que no me atreví a interrumpir.__ ¿Sabes que algunas personas sostienen la teoría que cuando alguien crea arte en todos los aspectos, ve dentro de su alma o lo que más ama en su mente? Convirtiéndolo en una obra que no quiere terminar como el afecto por eso que representa. -